Me duelen los dientes
de apretarme las rabias,
de morder las esquinas
con un hambre
vieja,
sin ganas…
Con un hambre de todos
los que no pueden sentirla.
Me duelen los pasos
que camino sobre sueños sin noche,
que paseo por realidades sin día.
Me duele la mirada perdida
entre otras de tantos ojos sin vida.
Me duelen las heridas de la mañana,
día tras día.
Las que sangran lágrimas,
bilis y amargura.
Me duelen los ojos de llorar sangre,
de ver películas de miedo
en sesión continua…
Imagen:
Internet. Texto: Edurne
Cuando veo una mirada perdida..a mí también me duele..un beso desde Murcia....
ResponderEliminarQué belleza nos regalas a pesar del dolor.
ResponderEliminarUn beso Edurne.
y se repiten los argumentos a pesar de todo nuestro esfuerzo.
ResponderEliminarTE comprendo. Siento lo mismo.
Besos.
Un poema lleno de dolor.
ResponderEliminarLo malo es que cuando pasas mucho tiempo sufriendo te acostumbras al dolor y ya no duele...
Lo siento. Espero que vuelva la alegría, aunque sea solo una poca.
Besos
Espléndido, Edurne. Me ha encantado
ResponderEliminarALP:
ResponderEliminarGracias por tu visita!
Es un dolor constante, sí, lamentablemente...
Besos.
;)
ELENA:
Pues tal cual es esta puñetera vida... que lo que tiene de hermosa lo tiene de maldita!
Besos!
:)
PEDRO:
A pesar, sí, a pesar!
Es una impotencia y una rabia!
Besos!
;)
BLANCA:
ResponderEliminarEsta vez mis palabras, mi dolor es por el dolor general, no solo por el mío particular...
Algún día se verá un rayito de luz...
Besos!
;)
FELIPE:
Gracias, amigo, por tus palabras, por tus elogios!
Un abrazo!
:)