viernes, 30 de abril de 2010

PRESAGIOS



Encontré el camino tiznado de negros augurios.
Pero pasé de largo.

Fue el destino quien me gritó desde el fondo
de la inocente confianza en que mi alma se hallaba.
Pero no hice caso.

Los hados pusieron entre mis pasos rocas de duro basalto,
resbaladizos escalones hacia ningún sitio.
Pero no los quise ver.

Me avisaron las estrellas, la luna me lo predijo.
Pero yo, ajena a mi destino,
navegaba por senderos de humo y nubes oscilantes.

Y los cielos se quebraron,
y la tierra se partió en dos
cuando mis labios se cerraron
para llorar lágrimas de hiel,
para escupir dolor emponzoñado,
para gritar sin voz.

Encontré el camino tiznado de negros augurios,
pero pasé de largo...

Foto y texto: Edurne