viernes, 30 de noviembre de 2012

NEGUA JOAN DA TA



Estoy trabajando (sábado 24, pero voy a programar esta entrada para el viernes 30) un poco en el ordenador (cosas para clase, ya saben...), y en la radio escucho de lejos esta canción que me gusta muchísimo. Corro a la cocina y subo el volúmen del transistor. Y me acuerdo en ese momento de que la que canta es Aiora, una compañera mía, profesora de música, hasta el año pasado. 
Aiora tiene un grupo, "Zea Mays", con el que canta y recorre parte de nuestra geografía y más allá. Tiene una voz muy bonita, a mí al menos así me lo parece, y esta canción especialmente es una de mis favoritas.
Llevo un buen rato por Youtube de canción en canción, y como me lo estoy pasando tan bien, quiero compartir este momento con ustedes.
No importa que cante en Euskera, y que no entiendan. Muchas de las canciones que nos gustan y que han marcado parte de nuestras vidas, están en otros idiomas, y no entendemos, pero... nos llegan, y eso es lo que importa, ¿o no?
En este vídeo en concreto, en la misma actuación, si se fijan, a la izquierda de la pantalla, hay otra persona traduciendo la canción en lenguaje de sordomudos, todo un detalle.
Les dejo la letra en Euskera y traducida, y otro vídeo, de una grabación-entrevista en un estudio de radio, donde canta en directo y el sonido es más claro.
Espero que les guste.

Negua joan da ta

Elurrak joan direnean nire mendien artean
Eguzkia teloian atzekaldean da

Ateratzeko beldur da, beldur eszenikoa
Aspaldi antzeztu ez duen obra honetan

Izpi txiki txikiren bat agertuz doa gaurkoan
Poztasun handi batek besarkatzen nau

Mesedez ozen esan negua joan egin dela
Nire arima hotzak ez du sinizten eta

Laztandu nazazu orain, ur urdinen artean
Orain lainorik ez da, aurpegi biluziak
Ta larrua jotzean garrasirik ozenena,
Gordin amaigabea, negua joan da ta.

Jaio berrien antzera taupaden beharra dut orain
Belarriekin ikusteko nire begiek entzuten ez dutena

Mesedez ozen esan negua joan egin dela
Izara guztiak erre ditut eta

Soinu bakar bakarra zure bularraldean
Negua joan da ta
Borobildu zaizkit ertzak zure ondoan
Izpi lasaigarri bat
Negua joan da ta, negua joan da ta 


Porque el invierno se ha ido.

Al irse las nieves de mis montes
el sol está detrás del telón.
Tiene miedo a salir, miedo escénico
en esta obra que hace mucho que no interpreta.
Algún pequeño rayo aparece hoy,
me abraza una gran alegría.
Por favor di en alto que el invierno se ha ido
porque mi alma fría no se lo cree.
Acaríciame ahora, entre aguas azules,
ya no hay niebla, caras desnudas
y al hacer el amor el grito más alto,
crudo, interminable, porque el invierno se ha ido.
Como los recién nacidos necesito latidos
para ver con los oídos lo que mis ojos no oyen
Por favor di en alto que el invierno se ha ido
porque he quemado todas las sábanas
Un solo sonido, en tu pecho
porque se ha ido el invierno
a tu lado se me han redondeado las esquinas
un rayo tranquilizante
porque el invierno se ha ido.






Vídeos: Youtube Letras en Euskera y Castellano: Pescadas de Internet  Autores de la música y la letra originales en Euskera: Zea Mays

martes, 27 de noviembre de 2012

DESDE MADRID CON AMOR (Crónicas del Foro L)




Llegan a la media centena estas Crónicas, que no son todas las que debieran ser, pero sí las que son.
Unas veces las publico rauda y veloz, y otras, como me está sucediendo en los últimos tiempos, a trancas y barrancas. Y no por la pereza o porque no me resulte gratificante, no, sino que la razón es la velocidad, la vorágine en la que estoy inmersa… que me devora, aunque me resisto, ¡y no vean cómo me resisto!



Noviembre está dando los últimos coletazos, y para despedirse como Dios manda, nos está dejando unos rastros de frío, lluvia, viento y humedad, que… Que eso, que para que se nos pasen las tonterías de creer que lo del otoño era un bulo que alguien estaba haciendo circular por todos los mentideros.  ¡Ja, ja, ni se lo crean ustedes, que todo es un cuento chino! Un camelo, ya les digo. El otoño ya se está  yendo y don Invierno anda empujando con fuerza.



Pues a lo dicho, que así, sin más miramientos, ataco con las Crónicas del Foro.

A nueve días de mi vuelta, ya estoy mirando el calendario otra vez. Para el puente de la Inmaculada, el de mi cumple, Bilbao no irá a Madrid, será al revés, y Madrid vendrá a darse la vuelta de rigor por Bilbao, ya saben hay que supervisar que todo está en orden y tal y tal…



La última parte de las “blancas” navidades, me pillarán de nuevo por la Meseta, así que hasta entonces, cerraremos el año con las Crónicas del Foro entrando en la cincuentena ¡vaya, lo mismo tenemos que celebrarlo y todo!



Llovía por Madrid hace unos días, y también hacía frío, aunque no tanto como yo creía. Y en esos días en los que el frío, la lluvia, te animan o bien a quedarte en casita, o bien a lucir palmito por museos, cines y otros lugares con tufillo cultural… siempre que se va a Madrid, hay que decidirse por lo último. ¡Y más si todavía estaba pendiente Gauguin! Porque, ¿recuerdan ustedes el fracaso que nos supuso intentarlo dos o tres veces en el puente del Pilar y… ná de ná? Así que había llegado la hora de la venganza, que, fría, dicen que sabe mejor, o algo así… fría, sí, y de sabor... ¡Exquisito!



Una auténtica gozada la exposición, que, también hay que decirlo, no era única y exclusivamente de Gauguin, sino de varios de sus coetáneos, muchos de ellos colegas, amigos, precursores y adelantados a su tiempo… Pero una maravilla, el Paraíso debió de tener ese aspecto, el de los paisajes y escenas de los cuadros allí vistos. El colorido, la viveza, la serenidad, la sencillez y a la vez la sensualidad que desprenden esas obras, son un auténtico bálsamo. ¿Qué puedo decirles? Hay que verlo con nuestros propios ojos y degustarlo con todos los sentidos, aunque tocar sea imposible. Y oír… si se presta atención, sí, porque los cuadros tienen música, la que queramos ponerle nosotros, pero música. Prueben. Hasta el 13 de enero hay tiempo.





Cada vez que paseo, callejeo por las calles de Madrid, aunque unas sean más conocidas que otras, siempre encuentro cosas en las que antes no había reparado, como esta placa conmemorativa de las “riñas” que sostuvieron los héroes populares de la Guerra de la Independencia con las tropas del Corso Bonaparte, y que está en la fachada de la sede de la Comunidad, sita en la archifamosa Puerta del Sol.




También me sorprendió la nueva indumentaria del Congreso y aledaños. Me explico, y como muestra aquí van  un par de fotos. Vallas, está totalmente vallado, y rodeado de “police” (no la Police de Sting, que ya me gustaría a mí y a más de un@, no, de la otra), de la que se "enfada" fácilmente y más te vale salir corriendo. En fin, que sobran los comentarios, pero que el edificio luce de semejante guisa, de eso, doy fe, y de que los pobres leones rugen a escondidas… ¡también!





Por Sol y alrededores, mucho de lo de siempre, de vida y más vida. Cada cual a lo suyo, unos buscando el sustento, otros aprovechando los despistes y descuidos ajenos… ¡Y hasta los hay que se lo pasan como niños chicos montados en cochecitos de juguete!














Madrid, como todas las ciudades del mundo, tiene un poco de todo, en más grande a veces por eso de ser la capi, y ser una gran urbe, pero tiene de nuevo y de viejo, de solera y de curiosidades, como todas.







Y como siempre, cuando una ya se va volviendo “gata”, le toca volver a ponerse su ropa de “txinbita” (pajarito típico de Bilbao, y así se nos llama también a los bilbaínos. Y no, no me he confundido, en Euskera no existe la regla ortográfica de “m” antes de “b”)…






Suelo viajar en bus normal para la ida, y en el Supra para la vuelta, pero es que ahora han eliminado el Supra y el servicio se ha convertido en Premium, todo un lujazo, tal parece que vas en avión (el precio también es de altos vuelos, así que no sé si podrá ser todas las veces…)







Saben que en mis viajes de ida y vuelta me dedico a leer como una posesa, bien, pues terminé el de Soroyan, que me encantó, y empecé el de Almudena Grandes. Libros de los que ya hice las presentaciones en anteriores entradas.

Eso sí, esta vez me traje una música estupenda del Foro, un regalo. China Moses, hija de la gran Dee Dee Brigdewater, y para los aficionados al jazz, al blus, pues no hace falta dar más explicaciones. Una gozada, oigan, una auténtica gozada. Ahora mismo escribo con ella de fondo y un poco como susurrante, por la hora, más que nada… Les dejo, un aperitivo.



Y que les aproveche este tramo final del mes, porque ya nos adentramos en un torbellino llamado prenavidad y todo lo demás, ya me entienden. Así que… ¡A vivir, que son dos días y medio!

 

 Fotos: Antonio y Edurne  Folleto Gauguin: De la expo del Thyssen Escaneado disco China Moses y hoja calendario: Edurne Resto de imágenes: Internet Vídeo: Youtube (El vídeo lo cuelgo mañana, esta noche, el ordenador no quiere hacer esfuerzos, y a mí me está desquiciando... perdón).


domingo, 25 de noviembre de 2012

HAIKU MORTAL



PALOMA  MUERTA,

DOLOR  Y  GRITOS  MUDOS.

YO,  MI  ENEMIGO.


Foto: Internet (“Touch of Evil”)  Texto: Edurne

viernes, 23 de noviembre de 2012

HAIKU ANCESTRAL



DUERMEN  MIS  OJOS


SUEÑOS  DE  NIÑO  VIEJO.


AYER  Y  OLVIDO.


Imagen: Internet  Texto: Edurne

miércoles, 21 de noviembre de 2012

HAIKU OTOÑAL




LLEGADO OTOÑO,

LANGUIDECE VERANO Y

SE ATISBA INVIERNO.





Fotos  y Texto: Edurne

lunes, 19 de noviembre de 2012

HAIKU LUNAR




MIS CUATRO LUNAS

VESTIDAS DE TUS NOCHES,

VIVEN Y muerEN.

Imagen: Internet  Texto: Edurne

viernes, 16 de noviembre de 2012

TINTA AZUL (Replay)



Apenas comenzó a escribir, la piel fue tornándosele de un color azulado un tanto preocupante. Al principio, casi imperceptible, excepto para él, que se sintió alarmado. Después, y poco a poco, fue pasando por toda la gama de azules: del celeste, al Prusia, sin dejar de un lado el cobalto, y mucho menos el marino… por nombrar unos cuantos.
Según escribía, el mismísimo cielo se iba haciendo profundidad marina al paso de cada trazo sobre el blanco papel, hasta que él mismo desapareció en la azul inmensidad de sus palabras.

Imagen: Internet Texto: Edurne

sábado, 10 de noviembre de 2012

EN LA CRESTA DE LA OLA



Escribo en la cresta de mis olas desnudas,
callando con espuma las verdades
que se ahogan en el fondo de mi mar,
piélago embravecido en noches eternas,
en días de marejada y naufragios …

Encalla el timón de mi cordura
en negra roca,
y levantiscas mis razones,
esgrimen  rencor y amargura
que la mar arranca y purifica…

Texto y foto: Edurne

domingo, 4 de noviembre de 2012

JUVENTUD, DIVINO TESORO



Una también ha sido joven, pienso que todavía lo soy, pero una, también ha tenido diecinueve años, veintitantos, incluso treinta…





Rubén Darío cantó a esa juventud perdida, a esa edad dorada, casi feliz, que es la juventud.
Sueños,  descubrimientos, logros y frustraciones. Época de aprendizajes.

Miro a los jóvenes de hoy en día. A los adolescentes, los púberes… y me asusto. Nosotros teníamos sueños, los de ahora no sé si los tienen. Y si los albergan, lo más probable es que se los roben. Sí, me asusta lo que está ocurriendo con nuestra juventud. Pero aún puedo encontrar jóvenes en el término total de la palabra. Jóvenes que lo son, de espíritu, de palabra y pensamiento, también de obra, sí… (Suena un poco a catecismo, ¿no?)

Hay jóvenes ejemplares, que no tienen nada de ñoños, pero que saben estar donde corresponde a su edad. Jóvenes que no están por la labor de quemar todos  los cartuchos en una única traca. Cada día puede ser una auténtica fiesta de fuegos de artificio. No es moralina, que nadie se confunda. 

La juventud es para vivirla, pero vivirla bien, a tope y sin dejar nada para cuando seamos mayores. La juventud es para guardarla en nuestra mochila y poder sacarla, rescatarla cuando nos convenga, como yo estoy haciendo ahora con la mía… Estoy disfrutando con solo recordar lo que disfruté, y todo lo que hice, lo llena que está mi mochila juvenil. Mochila de la que he ido sacando recursos, recuerdos, sonrisas, momentos intensos, uno tras otro… Estoy contenta de la mía, de mi juventud, de mi infancia y también lo estoy de mi madurez. Y con todo eso camino hacia una edad en la que ser “sabia” me vendrá dado sin pedirlo.

Por eso no quiero alejarme del camino de los jóvenes, porque aprendo con ellos, porque derramo parte de lo que fueron mis tiempos jóvenes, y porque eso me mantiene viva. Sigo teniendo sueños por cumplir, ilusiones…
No, no lloro por ella, la mía la tengo bien pegadita a la piel. Me siento joven, soy joven todavía.



 JUVENTUD, DIVINO TESORO
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña,
en este mundo de duelo y de aflicción.

Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.
Yo era tímido como un niño.

Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
la otra fue más sensitiva
cual no pensé encontrar jamás.
Pues a su continua ternura
una pasión violenta unía.
En un peplo de gasa pura
una bacante se envolvía...

En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé...
Y te mató, triste y pequeño,
falto de luz, falto de fe...

Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Otra juzgó que era mi boca
el estuche de su pasión;
y que me roería, loca,
con sus dientes el corazón.

Poniendo en un amor de exceso
la mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
síntesis de la eternidad;
y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.

¡Y las demás! En tantos
climas, en tantas tierras siempre son,
si no pretextos de mis rimas
fantasmas de mi corazón.

En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!

Mas a pesar del tiempo
terco, mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris, me acerco a los
rosales del jardín...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
¡Mas es mía el Alba de oro!

RUBÉN DARÍO


Fotos: De la memoria familiar y Antonio Poesía: Rubén Darío

jueves, 1 de noviembre de 2012

HISTORIAS DE LA RÍA XXII



La Ría está revuelta, ocupada por  virus y bacterias que alteran su flora urbana y subterránea. Son las cosas del otoño, de los cambios bruscos de temperatura, lo cual, sabido es, afecta al cuerpo y al ánimo. Y es entonces cuando te atacan desarreglos varios, casi todos con nombres terminados en –itis y que te fastidian durante unos días. Paciencia, tranquilidad, la que se pueda, y buenos alimentos, que se decía antiguamente. Claro que, a veces, no es suficiente y hay que recurrir a remedios caseros, o a boticas con componentes químicos, siempre y cuando sea estrictamente necesario y no podamos evitarlo.

La Ría y el Botxo han amanecido soleados y alegres, pero… parece ser que la solidaridad ha ganado la partida, y se ha puesto de acuerdo con territorios colindantes que visten en tonos más grises y húmedos. Cielos en transición. Viento y agua nos acompañan en estos momentos previos a la comida fuerte del día. Amén.



En tiempos de vacas flacas, voy a presentarles a una cuadrilla de “rellenitos” recién llegados de tierras colombianas de la mano del señor Botero, pintor y escultor de aquellas tierras.




Don Botero, ha tenido a bien celebrar su ochenta aniversario entre nosotros, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, exponiendo justamente ochenta obras, una por cada uno de sus años vividos: setenta y nueve cuadros y una escultura, aquel caballo gordote que ya mostré en mi entrada anterior de la Ría, ¿recuerdan?



Sé que la obra de Botero suscita todo tipo de pasiones, que tiene furibundos detractores y ardientes defensores. Yo no me encuentro en ninguno de los dos bandos, simplemente me limito a observar, a admirar, a sacar mis propias conclusiones. Es cierto que cada artista, lo mismo que los escritores, tienen su propio estilo, y aunque a veces nos resulte “más de lo mismo”, imagino que el autor no lo considera así, sino que él o ella, sigue experimentando con el color, la forma, el volumen, incluso con el mensaje que quiere transmitir.



A mí me gustó la exposición, me gustó por el colorido, el tamaño de los cuadros, la temática diversa… Si bien hay que mencionar que examinando bien las caras de los personajes, se da una cuenta de que todos, absolutamente todos, tienen la misma. Varía el pelo, peinado, color de piel, de ojos, accesorios tales como gafas, sombreros, barbas o bigotes… pero, iguales, salvo en las bocas de los representantes de la Iglesia, que tienen un rictus curvado hacia abajo, ¡curioso!







Para gustos están los colores. Hasta el 20 de enero de 2013, en Bilbao. Si gustan…


Mientras tecleo esta segunda parte de las Historias de La Ría, en la televisión están dando, por enésima vez,  “Único Testigo”, esa peli de Harrison Ford “perdido” por exigencias del guión en una comunidad de amish. Voy a dejarles aquí el vídeo de la famosa escena del baile en el granero. ¿A que dan ganas de ponerse a bailar? Pues no se corten, yo ya lo he hecho un par de veces, y además he cantado (¡horroreur!) casi a pleno pulmón, que no está una para muchos trotes, ¡jejejeje!





Hoy es el día de Todos los Santos. Para mí este día se traduce en acordarme (aunque no es necesario que llegue el 1 de noviembre para ello) si cabe más, de los míos que ya no están y en comer “huesitos de santo”. Lo de los huesitos, como ya he comentado en alguna otra ocasión, viene desde pequeñita, nunca me han faltado los huesitos en este día. Del plato de los susodichos, quedan muy poquitos ya…



Les informo, en la tele, encadenando peli tras peli, están dando otro film, esta vez una comedia, o sea, algo facilón para digerir: “Abajo el amor”. 



Me acompaña mientras escribo, miro por la ventana y veo las luces de la calle, el cielo oscurito, y calma chicha en lo referente a la lluvia.

El otro día estuve en el cine, viendo “El fraude”, que, sinceramente, me defraudó un poco. Richard Gere, Susan Sarandon, ya saben, buenos actores, peroooo… sobre el tema de los tiburones financieros creo que he visto alguna otra mejor. En cualquier caso, ahí está, para quien quiera ir a verla.



Hay libros también, ¡cómo no! Voy a dejar un par de reseñas:

Momentos de inadvertida felicidad” del italiano Francesco Piccolo. Me confieso: no conocía a este escritor (no hay que conocer a todo el mundo, claro). Pues bien, el librito en cuestión está formado por pasajes, unos más cortitos que otros, como alegatos de esos momentos, fugaces, de felicidad casi casi completa. Se lee bien, y hasta te ves reflejado en alguno de los episodios.



Y “La comedia humana” de William Saroyan.
Los eventos de esta historia suceden en Ithaca, ciudad de la California actual. Matthew es el jefe de una familia de clase media, quien al inicio del relato ya ha muerto, quedando a la viuda, mujer graciosa y comprensiva la responsabilidad de los cuatro hijos; Marcuse, Bless, Homero, el narrador de la historia y mensajero de la empresa de teléfonos, y Ulisses, el menor de dos años de edad, personajes bien caracterizados con suma dulzura”.
Observen ustedes pequeños detalles tales como el nombre de la ciudad, y el de los dos hijos, nombres claramente ligados a Grecia, a la antigua Grecia, sus personajes más conocidos a través de la mitología, la literatura… Habrá que leerlo enseguida, me parece que me va a gustar.



Las baldositas de la cabecera de esta crónica, me las encontré ayer a la tarde. Dan el pego pero son de… ¡chocolate negro, negrísmo! Un buen remedio para muchos males.

Por lo demás, la vida sigue. Seguiremos con ella. Fluiremos, como La Ría...


Fotos: Edurne  Postales de pinturas de Botero: Compradas en el museo  Reseña exposición de Botero y entrada: Del museo Cartel película: Internet  Huesitos y baldosasBilbao: de las pastelerías Gernika  Escaneado libros: Edurne Vídeo: Youtube