jueves, 31 de mayo de 2012

DESDE MADRID CON AMOR (Crónicas del Foro XLV)



Hoy se nos acaba mayo y yo me veo con la premura de colgar estas Crónicas del Foro. Las de hoy no van a ser unas Crónicas al uso, sino más bien rápidas y algo escuetas. La razón o razones, son varias. A saber: la falta de tiempo, se me acumula el trabajo corrector, y otras de tipo más preocupante, mi chico está en el Hospital desde el lunes, pero por él, escribo las andanzas del fin de semana y cuelgo sus fotos.


Llegué yo a Madrid comiéndome los higadillos a cuenta de ese 3-0 que nos encajaron los culés, ¡imagínense!, justo para ver gran parte del segundo tiempo, y ahí ya me quedé algo trastocada, entre el cansancio acumulado, el viaje, que fue pelín raro, y el bajonazo de la goleada… pero bueno, la vida sigue, a nosotros nos van a seguir fastidiando igual, y si no, a los hechos políticos, económicos y sociales me remito…


El sábado amaneció precioso, y el ánimo lo teníamos de Retiro, o sea, de libro, por lo que hacia allí encaminamos nuestros pasos.



El cielo raso, los árboles en todo su esplendor, gente y más gente. Los puestos nos esperaban con los brazos abiertos, y una que no paraba de quitarse y ponerse las lentes, ya saben, hay que leerlo todo, mirarlo todo… Muchas veces me tuve que auto excluir de alguna caseta pues la tentación casi podía conmigo, ¡débil que es una!


Iba con la intención de encontrar a Enrique Páez, escritor y amigo bloguero, que firmaba su último libro “Cuatro muertes para Laura”. Lo encontré en la caseta donde firmaba su mujer, Beatriz Montero, de quien me traje un libro: “Los secretos del cuentacuentos”, y que nos sacó una foto, pero con la cámara de Enrique, ¡así que espero que se acuerde de mandármela!


Los encuentros con amigos virtuales, al menos los que he tenido hasta el momento, han resultado de lo más gratificantes. Y éste con Enrique y Bea, tampoco fue menos, aunque tuvimos poco ratito para departir.



En la Feria te encuentras, a mas de cantidades ingentes de libros, gente y más gente (ya lo he dicho antes), escritores conocidos y desconocidos… Por allí estaban el periodista Ernesto Ekaizer firmando su libro; la hija del sonriente Eduard Punset, Elsa Punset, una mujer de lo más agradable y lista, que alguna vez que la he oído, me he quedado con la boca abierta; y también estaba Clara Sánchez, de quien acababa de leer su última novela: “Entra en mi vida”, y como no me pude contener, me acerqué a saludarla y comentarle lo que me había gustado su libro, se puso tan contenta que se levantó y me dio un par de besos, ¡ya ven! Hasta los hay que realmente son normales, de carne y hueso, y nada divos y estirados…





Compré, claro que compré, y eso que ya les digo, la mayoría de las veces me tapaba los ojos, o miraba para otro lado. Así fui llenando poco a poco mi bolsa especial para el evento. 


Y la llené con los títulos que les muestro en las fotos: el ya mencionado de Beatriz Montero “Los secretos del Cuentacuentos”, uno de mi admirada Gloria Fuertes, titulado “El Rastro”, cuatro pequeñitos: tres de literatura norteamericana y uno de italiana, de la editorial Nórdica: “Niños en su cumpleaños” de Truman Capote, “La buena gente del campo” de Flannery O’Connor, “Miss Zilphia Gant” de Willian Faulkner, y uno de Luigi Pirandello, “El viaje”. 
Una gozada, me parecieron una auténtica gozada de libritos, así que… ¡para la bolsa! 
También me encontré con mi querido amigo Stefan Zweig, y como nunca puedo decirle que no… esta vez me vine con este ejemplar: “Sueños olvidados y otros relatos”,que  promete. 
Y como este año la feria está dedicada a la literatura italiana, me hice con un librito muy manejable y agradable de leer: “Cuentos italianos”, de diversos autores, entre ellos, el ya mencionado Pirandello, D’Annunzio, Svevo, y otros. 
Compré algún otro libro más para regalar, y al día siguiente, en la tienda-librería de la Fundación Mapfre, compré uno de Charles Darwin, porque el día anterior estuve viendo un documental interesantísimo en la tele y me picó de nuevo la curiosidad darwiniana… “Sobre la selección natural”, así se titula el ejemplar con el que me vine a casa. 
Ya ven, tengo buenos ratos de lectura esperando encima de la mesa. Esperaré a ir hincando el diente en cada uno de ellos, eso sí, poco a poco.


A la tarde me esperaba otro encuentro, esta vez con la gallina más dicharachera y jabonera de toda la blogosfera, con Miss Marpple y su gallinero, Cristina.


Había mercadillo y reivindicaciones varias en torno a lo social en Malasaña, y en la Plaza del Dos de Mayo, bajo la atenta mirada de Daoíz y Velarde, las pequeñas carpas de los artesanos y la música y el ambiente reivindicativo… Cristina y yo nos reconocimos en un segundo y nos fundimos en un cacareante abrazo. Otra gozada de encuentro, además rodeadas de los aromas de sus jabones. Un día redondo el del sábado.






Y el domingo, apurando las horas al máximo también hubo deleite cultural, en esta ocasión nos acercamos hasta el Paseo de Recoletos a ver la exposición del pintor expresionista alemán Ernst L. Kirchner en la Fundación Mapfre, y de quien les dejo este enlace. Un derroche de colorido, con algún flash de recuerdos pictóricos, para mí, que asemejaban a Picasso, a Matisse, a Van Ghog… Muy interesante. Tuvimos que hacer cola bajo un sol casi de justicia durante media hora, pero no importó, la espera merecía la pena.


Y pasear, como siempre, disfrutando de cada baldosa, del cielo, de los árboles, de la gente, del bullicio heterogéneo en una palabra… para terminar a las cinco y media en el bus de vuelta al Botxo.






Y esto es todo, decía que iba a ser corta y escueta, no sé si ha quedado tan corta y escueta como pretendía…

Fotos: Antonio y Edurne,  las del partido de la Copa, la de Enrique Páez y la de la portada del libro de Clara Sánchez: de la Red, así como el cartel de la Feria  Folleto Kirchner: de la exposición.

domingo, 27 de mayo de 2012

EL SUEÑO DEL GALLO


Me agarro al sueño imposible
como a la visión de mi espíritu reencarnado en gallo,
y duermo una vida eterna.
Los amantes acompañan mis temores nocturnos
tal y como siempre quise que lo hicieran,
remando en pos de una felicidad
inexistente e incierta…
Me acompañan hasta el río de la Verdad,
pero,
¡no hay salida de esta selva de colores!
Todo es mentira,
todo es  magia e ilusión perdida.

Pintura: “El gallo” de Marc Chagall  Texto: Edurne

viernes, 25 de mayo de 2012

HACE TRES AÑOS NO PUDO SER...¿Tal vez sea hoy?



Hoy puede ser un gran día...

¿Y por qué no? Todavía creo en los  milagros. 
Si deseas algo con muchas fuerzas... 
Mi aitite decía que había que cerrar los puños. Pues yo, muy obediente, cierro los puños y además aprieto los dientes (ya saben, cosas de familia).

Voy a Madrid, son las seis de la tarde y acabo de montar en el bus. Para cuando llegue, las once menos cuarto, justo estará en todo su apogeo el partido. ¡Qué nervios! ¿Podrá obrarse el milagro, sacaremos la gabarra el lunes, o era el domingo?

Por estos niños, que aunque lo intuyen, no saben lo que es el tema "gabarra", pero de verdad, y que lo sientan como lo hemos sentido otros (hace tanto tiempo ya...), y que no se les olvide nunca.



Así que por aquí dejo a los legendarios leones, los Zarra, Gainza... para que les manden un poco de fuerza.




Sorte on eta aurrera! Aupa Athletic!


Imágenes: Internet

LUKAS QUIERE SER UN LEÓN



Animando a los leones




martes, 22 de mayo de 2012

COQUETEOS QUIJOTESCOS (I) Si caballero y escudero féminas fueran (Replay)




Aconteció entonces que mi señora Doña Dulcinea despertó alterada del sueño. A fe mía que aquel frugal almuerzo no sentó bien a su sesera. Y en profiriendo atronadores gritos, despertóme a mí también del dulce reposo en que me hallaba.
No sin aturdimiento, corrí a su lado por ver de qué se trataba. Y cuál no fue mi sorpresa al ver que toda ella se encontraba empapada de pies a cabeza en aquel habitáculo, que dijeron era el dedicado al aseo personal, donde manaba el agua de un cable terminado en extraño artilugio por mí nunca antes visto.
En verdad, extraña era la venta, pero tan cansadas nos encontrábamos mi señora y yo después de la larga cabalgata del día, que no reparamos en todo lo misterioso del lugar.
Mi señora Dulcinea, que había dedicado toda su vida a estudiar, ya se había percatado de que entrábamos en un lugar singular. Por sus muchas lecturas tuvo la sospecha, y yo fiel escudera no osara jamás dudar, de que algo sobrenatural tal vez nos sucediera.
En llegando a la venta, ya nos miraron raro, pero más raro hubimos de mirarlos nosotras, pues pareciónos que sus vestes no eran apropiadas para venteros...
Era casi de noche y no podíamos saber dónde habíamos recalado con nuestros molidos cuerpos. Caballera y escudera, rocín y pollino, no pedían, por merced, sino un lugar para reposar y viandas con que reponernos.
Entramos, así pues, en la venta más enorme que jamás ojos humanos hubieran visto, y ya entonces, mi señora me advirtió: "Lucrecia, abre bien los ojos, que en aquesta venta acontecerán hechos de los que otros escribirán".
Perplejas las dos, arrogante ella y temblorosa yo, seguimos al mozo, seguramente uno de los muchos hijos del ventero, hasta una caja mágica que abría y cerraba sus puertas haciendo aparecer y desaparecer personajes extraños ante nuestros ojos.
Risas y más risas... Ojos que nos miraban. Mi señora Doña Dulcinea reafirmó sus sospechas: ¡Estábamos en el futuro! ¡Santa María, madre de Dios, habíamos sido víctimas de un encantamiento... tal vez con el Bálsamo de Fierabrás pudieramos deshacer semejante hechizo!
Entramos en una de esas cajas encantadas, y enseguida el estómago se nos disparó, ¿pues no volábamos acaso, como si aves fuéramos? Una musiquilla nos depositó de nuevo en tierra, la caja se abrió, y ante nosotras aparecieron unos seres parecidos a aquellos de las novelas que habían vuelto la cabeza casi del revés a mi noble señora Dulcinea. Ella era muy jóven aún, y todo lo quería ver, pero yo cansada ya de tanto trajinar, le pedía reposar...
Entramos en una gran habitación, ésta en la que ahora nos encontramos, y el mozo informó a mi señora de que al rato vendrían en nuestra busca.
Así fue, y dos mancebos de muy buen ver, tanto que alegraron nuestros ánimos, se presentaron al punto. ¿Y no pretendían que nos despojáramos de nuestras vestimentas? ¡Seguramente con intenciones de aprovecharse de nuestra inocencia e ignorancia, y hacer aquello que caballero no ha de hacer con dama, ni escudera, decente alguna!
Y mi señora montó en cólera, y yo ayudéla en lo que pude, aunque si he de ser sincera, de buen gusto y grado, hubiera probado aquel Bálsamo de Fierabrás en forma de fornido mancebo...
Y que una, aunque escudera, aún mantiene la buena planta que de moza tuvo. Pero escudera se debe a su señora, y así, entre gritos y empellones, logramos desalojar a los muy bellacos del aposento, mientras nos decían tontas, y que no sabíamos lo que nos perdíamos al rechazar sus masajes, y que hasta hablaron de baños turcos y...
Y hete aquí que mi señora seguía pensando que, con malas artes, algún mago envidioso nos había traído hasta este mundo en un aparato volador. Y ahí estábamos las dos, asustadas a más no poder, sin atrevernos a salir, esperando a que algo se le ocurriera a mi señora Dulcinea. 

Pero eso... eso ya es harina de otro costal.

Foto: Antonio Texto: Edurne (Entrada ya publicada en este blog el 11 de abril de 2007)

viernes, 18 de mayo de 2012

SUERTE DE DÍA




Suerte de día que no tiene horas ni comas ni reglas con las que frenar mi alocada carrera hacia ninguna parte solo con la meta de mis propias fuerzas arrancando desde el túnel de antiguas veredas un hálito de savia nueva que recorre mis venas buscando dónde posar el limo de llantos propios y ajenos sin dañar la orografía de las esperanzas de ese mañana que ya se vislumbra en el horizonte con un sol rojo y enorme alumbrando a los ciegos de espíritu a los huérfanos de alma y a esos otros nombrados torpes de caridad la caridad de apellido humana sin que nadie sepa muy bien la razón de tal nombre porque todo es de tamaño desatino que ya ni quien maneja los hilos tiene poder para hacer y deshacer que ya todo lo han trastocado fuerzas ajenas a nuestra voluntad la de todos los sencillos y es tal el revuelo que habita en los cuartos del fondo de nuestras conciencias que ni  la risa se atreve a salir a dar un paseo por el parque de la vida porque lleva sucio el traje y siente vergüenza y pena de esas criaturas del desasosiego huyendo lejos de la quema y pienso que yo también me iría si pudiera si supiera sí...

Foto: Aitor  Texto: Edurne

lunes, 14 de mayo de 2012

ESTABA EL SEÑOR DON GATO...


Estaba el Señor Don Gato
sentadito en su tejado,
marramiau, miau, miau,
sentadito en su tejado.

Ha recibido una carta
por si quiere ser casado,
marramiau, miau, miau, miau,
por si quiere ser casado.

Con una gatita blanca
sobrina de un gato pardo,
marramiau, miau, miau, miau,
sobrina de un gato pardo.

El gato por ir a verla
se ha caído del tejado,
marramiau, miau, miau, miau,
se ha caído del tejado.

Se ha roto seis costillas
el espinazo y el rabo,
marramiau, miau, miau, miau,
el espinazo y el rabo.

Ya lo llevan a enterrar
por la calle del pescado,
marramiau, miau, miau, miau,
por la calle del pescado.

Al olor de las sardinas
el gato ha resucitado,
marramiau, miau, miau, miau,
el gato ha resucitado.

Por eso dice la gente
siete vidas tiene un gato,
marramiau, miau, miau, miau,
siete vidas tiene un gato.




 LUKAS

Aquí estoy, como el gato de la cancioncilla, aunque no sé si me llegará la ocasión de ser casado con alguna gatita blanca, parda, negra o colorada…

Les cuento. Me llamo Lukas, bueno, me llaman Lukas, y soy un superagente secreto de la RIGA (Red Internacional Gatuna). Esto, que quede entre nosotros, así, en petit comité, porque aquí, donde me he establecido desde hace un tiempo ya, nadie sabe de dónde vengo, y mucho menos a dónde voy; estoy aquí y aquí seguiré por… no sé muy bien cuánto  más, así que mejor  dejémoslo estar.

Llegué hace tiempo, como ya les he dicho, haciéndome un poco el longuis. También es cierto que yo era más joven e inexperto en esto de vivir bajo la custodia de alguien, por lo que me dejé “atrapar” por el cariño, la compañía y la buena vida.
Y es que han de saber ustedes que en este sitio, un paraíso para mí, la vida se entiende de diferente forma, es más, la vida viene a rendirte cuentas y tú, le cobras las rentas. Soy libre de entrar, salir, maullar o estar en silencio todo lo que me dé la gana. Nadie pone cortapisas a mis ganas de esparcimiento, a mis escapadas, a mis refunfuñes… soy feliz. Sí, tal vez ésa sea la mejor definición que se me puede aplicar en estos momentos, dulces momentos de mi vida.

Soy un gato joven, estoy bien alimentado, me mantengo fuerte porque hago ejercicio y, además en este lugar el aire es puro y sin contaminación. El verdor y la calma del entorno invitan a no marcharse.

Cuando aparecí, cautivé desde el primer momento a mi dueño, bueno, amo, dueño no son acepciones que me gusten especialmente, así que diremos a mi amigo, a mi protector, mi mecenas —ésas serían las palabras más adecuadas—, y yo, sinceramente, también me dejé querer, para qué vamos a contar otra cosa. Venía cansado, desorientado…

Al nacer con las características de gato superagente como yo, la vida ya te pone obligaciones muy serias desde los primeros días. Y yo no fui una excepción. Me separaron enseguida de la camada y de mi madre, lo cual sentí infinitamente (estuve maullando desconsoladamente durante muchos días y muchas noches) pues mi madre era una gata de lo más maternal, nos lamía constantemente y no ponía obstáculo alguno a que quisiéramos mamar cada dos por tres, y eso que nos peleábamos sin cesar entre nosotros… Pero a los pocos días, como ya digo, me apartaron de la que podía haber sido una vida tranquila y sin problema alguno, para llevarme a la Central de Inteligencia de la RIGA.

Baby Cat 007”. Ése es mi verdadero nombre, y sí, ya sé que le buscarán similitudes con otro famoso 007 que anda por ahí, pero no, el auténtico 007, el de los gatos, soy yo. Es más, les diré que llevar el sobrenombre de 007 es signo de excelencia, muy pocos gatos han podido presumir de ser 007. Nosotros, los elegidos, aprendemos muy rápido todos los recovecos de esta vida de riesgo gatuno; y como consecuencia de ser poseedores de una inteligencia especial nos encomiendan misiones por todo el planeta en menos que canta un gallo, tan espabilados somos…

Como seguramente habrán supuesto, aterricé por aquí en una de esas misiones. No sé exactamente qué es lo que ocurrió pero uno de mis contactos no se presentó a la cita y claro, al encontrarme en un lugar extraño, donde no conocía la lengua —ahora sí—, y con el hambre que tenía después de horas y horas de trotar de acá para allá… pues eso, que me vieron, debí de inspirar lástima, ternura, no sé, porque, está mal que lo diga, pero soy un gato muy cariñoso, sé poner ojitos de camelador, maullar dulcemente, acercarme con cautela, echar miraditas tímidas… El caso es que fue un flechazo “humano-gatuno”, y como no tenía nada mejor que hacer en ese momento, necesitaba reponer fuerzas, comer, descansar y después pensar… vamos, ¡que me dejé llevar!

Ya les digo, “jaun ta jabe”, o lo que es lo mismo, dueño y señor de todo este entorno. Hago y deshago a mi antojo. Hay más felinos por los alrededores y que tienen su domicilio fiscal en este caserío, pero el jefe, el favorito, el valido, soy yo. No tengo miedo a que me derroque nadie, los demás gatos son más..., cómo diría yo, más primarios, lo único que necesitan es satisfacer sus necesidades más perentorias y listo. En cambio yo, que soy un gato inteligente, que tengo formación, que derrocho astucia y simpatía, que me intereso por el mundo… tengo un don especial, y eso es lo que conquista a las personas y a los animales que me rodean.

Sin ir más lejos, les diré que tengo estudios universitarios y  porque no admitían gatos en el examen, pero me estudié todo el temario de la oposición de mi mentor, y habría sacado el número uno de la promoción de no haber sido discriminado a causa de mi raza, segurísimo. Es más, me atrevería a afirmar que sin mí, él no las habría aprobado. Me subía en su hombro y le iba repitiendo, con suaves maullidos, todos los temas, para que se le quedaran mejor grabados, y de paso, al que se le incrustaron en el cerebro fue a mí.

Y es que, claro, a estos humanos hay que entenderlos, hay que saber tratarlos, ellos piensan que es al revés, pero no… Y con este amigo mío, la verdad es que tenemos unos momentos muy nuestros, de esos que sin hablar, te entiendes, aquí los dos, después de cenar, con un purito, un pacharán, un runrún… ¡Como Dios, que se vive como Dios!

Yo estaba muy tranquilo en este “dolce far niente” hasta que el otro día me llevé un susto de muerte. Nosotros, los 007 tenemos como misión observar e informar de los movimientos de nuestros congéneres por todo el mundo, reportar cada poco para saber cómo se desarrolla nuestra vida en general en cada sitio y la nuestra propia como agentes secretos… Evidentemente, a mí se me olvidó lo de reportar. ¡Me dirán ustedes si no se me iba a olvidar con semejante vida relajada que estaba disfrutando! Pero, me encontraron, ¡el otro día me encontraron!

Los Supergatos, nuestros altos mandos, tienen la facultad de transformarse por unas horas en otros, en este caso, una de esas gatas súper (lo digo por dos razones, porque la gata en cuestión está súper y porque además es Supergata…) dio conmigo, aquí, dentro mi hábitat cotidiano. Se presentó transformada en una humana más o menos agraciada, de melena rubia y ojos verdes cantarines, por eso la reconocí, por los ojos… ¡y porque no callaba! Pasada la primera impresión y como noté su alegría al verme (la muy ladina hacía como que me acababa de conocer, muy contenta ella…) me acerqué y di unas cuantas vueltas a su alrededor emitiendo maullidos en clave, no había problema con nuestro amigo, porque la Supergata se presentó allí como amiga de él también, así que no podía entender nada de lo que maullaba-hablaba yo y ella me contestaba con sus caricias, también en clave, en mi lomo…

Tenía que reportar. Tenía que hacerlo o caería en desgracia, eso me dijo. Le conté, con la premura del momento, la confusión al encontrarla allí y con todo el disimulo del que fui capaz, mi aventura y mi nueva vida, y que no me consideraran un traidor, pero que había perdido un poco el norte, trastornado por la vida plácida y sin responsabilidades…

Ya sospechaba yo que a esta Supergata le caía bien. Lo digo por lo que me propuso. Se prestó a hablar en mi favor al Alto Mando de la Inteligencia Gatuna, y comentarles que sí, que me había encontrado pero que no había podido dar señales de vida pues pasé una larguísima temporada en un tris de agotar mi séptima y última vida —y que no era plan de perderla—, que me había rescatado un humano, el cual ignoraba todo sobre mí, y que todavía no estaba en condiciones de investigar ni hacer trabajo de campo alguno… Pero que ella, me había facilitado unas nuevas coordenadas para poder contactar con la Central, para que, en cuanto estuviera listo, pudiera dar mi reporte. 


Al poco, aludiendo un compromiso en otro lado, se despidió con un “Agur, txikito, ya volveremos a vernos!” (me di cuenta de que también había asimilado la lengua de los lugareños, es que los gatos especiales tenemos una capacidad innata para los idiomas), y se marchó dejándome con un par de narices, mareado por el susto y por su verbo incesante. ¡Me guiñó un ojo y todo, así que me quedé más confundido todavía! Imaginé que tenía prisa por llegar a algún lugar apartado y volver a su ser natural de gata, el tiempo se le estaba agotando…

Y mi amigo, que es un buen tío, sí, pero que no se entera de mucho, la verdad, porque sino… digo yo que algo raro tendría que haber notado entre la Supergata (claro que para él no era una Supergata, era una amiga suya), y yo, su Lukas, compañero de pacharanes… ¡No, decididamente, estos humanos tienen otras cosas en la cabeza!

Dejo escrita mi historia por si las moscas, que nunca se sabe lo que puede ocurrir. Yo esperaré un tiempo prudencial y después de cerciorarme bien, pero bien bien, de cómo funciona y piensa toda la comunidad gatuna de estas tierras (aunque una idea ya tengo), entonces, ya veré si reporto o no reporto. De momento, yo a lo mío, ¡a la buena vida! Y no me importaría que volviera por aquí la Supergata, ya le contaría otra milonga… terminaría creyéndosela, ¡seguro!



Fotos: Asier  Gato: Lukas, el amigo de Asier  texto: Edurne  (Dedicado a Lukas y Asier). Canción: Popular infantil.


miércoles, 9 de mayo de 2012

¿EXAGERADA?




No lo puedo remediar: hoy corre desmadrada mi sangre rojiblanca.

Ser de Bilbao es ser del Athletic, se nace así, lo mismo que se nace rubio, moreno, con los ojos azules o marrones… Va incluido en el lote, hay un gen específico de color rojo y blanco, y que ruge igual que un león cuando se le molesta.
Aunque, también hay que decir que este gen suele explorar otros territorios y dejar marcados a más de uno y de una que suspiran por nuestros leones. ¡Mérito el suyo, no ser de Bilbao y ser del Athletic! Vaya mi aplauso para todos ellos.

Lo mío, que sin ser futbolera, pero sí soy del Athletic, me viene de lejossss, muy lejos, de mi aitite (abuelo); y podría contar mil anécdotas de él , pero voy a contar la última.
A mi aitite, los últimos tres meses o así de su vida, se le fue un poquito la cabeza, pero en plan muy casero, quiero decir que le daba por cantar bilbaínadas en la cama, por guardar billetitos planchados debajo de los libros para ir a Zumaia, nos decía, a destrozar las diez mil pesetas que había ahorrado y visitar a la familia de allí… En fin, esas cosas. Pero, un día, se le escapó a mi amama, sin que ella se diera cuenta, y bajó a la calle con su famoso pijama verde, ¡y en el bolsillo de la chaqueta el carné del Athletic!
Menos mal que lo vio el del bar de abajo, y le llamó:  
— Eh, Xalbador, ¿pero a dónde vas?
— ¡Pues a dónde voy a ir, a San Mamés, al partido!
 Se dio cuenta de la situación, claro, lo retuvo allí con otros parroquianos y mientras, avisaron a mi amama.
Ya ven ustedes, la cabeza un poco p’allá, pero el Athletic
Así que siempre que juega el Athletic y lo dan por la tele, yo pongo una foto suya delante del televisor.

Seguro que de estas dos finales, una copa viene para casa, y seguro que volvemos a ver la gabarra por la Ría.
Lo siento por los del Atlético de Madrid hoy, y por los del Barça, el día veinticinco (soñar es libre), pero estos leones, jóvenes y nuestros, van a hacer historia, ya la están haciendo…

¡Va por él, por mi aitite!



Foto: Moi même

domingo, 6 de mayo de 2012

TENGO UNA MUÑECA VESTIDA DE AZUL... (Replay)




Te doy las gracias

porque un día,

tus carnes se abrieron

para darme a mí la vida.

Porque sufriste

con paciente espera

a que mi llanto cesara.

Porque dejaste

tu piel en mi piel.

Porque tu sudor

fue formando mi sangre.

Porque tu corazón

de madre, se hizo

corazón de niña.

Porque me pariste

un lluvioso día,

con todo el amor y

con todo el dolor…

¡Te doy las gracias,

madre mía!

Foto: De la memoria familiar Texto: Edurne, año 1977

jueves, 3 de mayo de 2012

SOPLAN MALOS VIENTOS


                                   
                                     I

VIENTO DEL NORTE


QUE TRAES FRÍO EN EL ALMA,


SOPLA Y AVANZA.


                   II


LLEVA CONTIGO


CENIZAS Y EL OLVIDO.


VIENE EL ESTÍO.




Foto: Posiblemente Elena  Texto: Edurne