domingo, 30 de marzo de 2014

HISTORIAS DE LA RÍA XXXII y DESDE MADRID CON AMOR (Crónicas del Foro LIX). Y LA VIDA SIGUE...


Han pasado seis largos meses desde las últimas Crónicas del Foro e Historias de la Ría. Y se me hace cuesta arriba volver a hacer de cronista de las dos ciudades por las que transcurre mi vida.
Hoy me pongo a la tarea, breve,  pues he de coger “mano” de nuevo…


La vida sigue, sí, es cierto, nada puede pararse. Y nosotros, los que quedamos en pie después de una desgracia, hemos de seguir viviendo. Aunque te sientas vacío, aunque llores y llores cada dos por tres, también hay que reír de vez en cuando, hay que comer, beber, trabajar, salir adelante, como sea, como se pueda, pero hay que seguir.


El ritmo de las ciudades es imparable, ya llueva, nieve o brille el sol. Las estaciones pasan, el frío deja paso al calor, la lluvia sucede al viento, o al revés… Y aunque por dentro estemos rotos, por fuera hay que parecer enteros.


Por el Botxo, la Ría sabe de mi tristeza, y casi oigo cómo me habla cuando paso por su ribera. Aun así, paseo a su lado, me acerco al Guggenheim, me adentro en las tripas de ese gran buque varado y admiro sus formas sinuosas, disfruto con ellas. De vez en cuando viene exposiciones diferentes, como la de Ernesto Neto: “El cuerpo que me lleva”, una exposición para interactuar con ella, sorprendente y divertida, hasta olorosa…


Ahora está Yoko Ono, una jovencita de 81 años, con su retrospectiva: “Half-A-Wind-Show”, que todavía no he visto, pero que veré.


En Bilbao hay unos cuantos puentes, normal, la Ría nos permite que pisemos y paseemos la ciudad por ambas márgenes, la derecha y la izquierda, con carácter completamente diferente. Pasar puentes me recuerda al juego de La Oca, al “de puente a puente y tiro porque me lleva la corriente”…


En Bilbao también hay calles y rincones con solera, con historia, como en cualquier otro lugar, y hay bares donde picotear, y gente para todo, como en botica.


Se me olvidó algo importante
El Botxo se quedó el otro día sin su alcalde más emblemático: Iñaki Azkuna. Y no voy a entrar en glosas al Alkate Jauna, no, solo decir que "El mejor alcalde del mundo" (título que ostentaba desde enero de 2013), fue un alcalde con vocación de perejil, es decir, que estaba en todas las salsas, aun estando muy malito, él, iba a todo lo que podía, se dejaba ver. Yo he estrechado su mano en más de una ocasión, y aquí les traigo una de ellas. Siempre he presumido de escuela, de alumnado... Mis grupos han sido siempre muy creativos y nos ha tocado ir más de un año al Ayuntamiento, a ese precioso Salón Árabe, a recoger los Premios Mikoleta de cuentos en Euskera. Recepción y entrega de premios a los afortunados y también a los profes (que, algo tienen que ver en el asunto, jejejeje), más un pequeño ágape, ah, y las fotos de rigor. A Iñaki se le quería tanto como se le odiaba (me parece un poco fuerte la palabra, pero creo que su personalidad era del tipo "extremista", que acaparaba dardos y aplausos), porque ha sido un alcalde, digamos, bastante "populista", pero lo cierto es que sí ha hecho muchas cosas por Bilbao, y también podría discutirse lo que no ha hecho... Como muestra de esa querencia, el multitudinario funeral del lunes pasado en la Catedral de Santiago y bajo una lluvia pertinaz. Pues nada, aquí les dejo con esta foto.



Y hace dos fines de semana volví al Foro, seis meses después. Allí está, como siempre. No llovía, pero hoy creo que sí, que llueve sin parar… El Retiro siempre es un buen lugar para reencontrase con la ciudad. Además, los árboles recortando sus perfiles en el azul del cielo madrileño… ¡me encantan! Y los que florecen deleitándonos con sus colores tan delicados…


Hacía un año que no pisaba un cine. Confieso que nuestra intención era ver la rompedora “Ocho apellidos vascos”, que habían estrenado el día anterior. La cola descomunal, al final, no había entradas, así que… vimos “Philomena”, que tampoco estaba mal, las actuaciones muy buenas, y el tema de candente actualidad, los niños robados. Como se ve, eso ya ocurría…


Y cómo no, ¡Cézanne! La exposición del ThyssenCézanne, Site/Non-site”, merece muchísimo la pena. Los cuadros muy bien distribuidos, muy bien ordenada toda la retrospectiva. Y si te gusta Cézanne… hasta mayo, hay tiempo.


Por supuesto que hay lecturas en todo este tiempo, mucho menos que en otras circunstancias, pero también he leído alguna cosa.

 “La joven del cascabel” de Andrea Camilleri. Un hermosa fábula, una historia de amor muy tierna. Historia a dos bandas, pero…. Sorprendente. Me encanta Camilleri, ya saben, pero esta novela no tiene nada que ver con el detective Montalvano. Este  libro tuve tiempo de leerlo en la clínica, o sea, les hablo de una lectura del mes de enero.


Esperando a los bárbaros” del premio Nobel J.M Coetzee. No voy a hacer ahora crítica literaria, pero sí decir que no había leído nada de este autor, y esta obra me ha parecido tan actual, a pesar de que es atemporal en su narración, que la recomiendo como lectura de autocrítica social.


Lo demás ha sido comprar libros, casi en plan compulsivo, así que ya les iré comentando según vaya dando cuenta de ellos.



Y bueno, creo que por hoy ya es suficiente.
Seguiremos.




Fotos: Antonio y Edurne.  Foto con Azkuna: de la memoria familiar. Folleto exposición y pintura de "La montaña Sainte-Victoire" de Cézanne: del Museo. Cartel película, imagen Yoko Ono, libros apilados y portadas libros: Internet.

domingo, 23 de marzo de 2014

BOLA DE FUEGO


Ese vómito negro,
viscoso,
que cobra vida propia
y libre ya,
echa a andar por los caminos de mis amarguras.
Ése,
el que paraliza los miembros de este cuerpo herido.
Esa nausea que se agolpa en el centro
del volcán de una tierra de nadie.
Y que explota,
y que todo lo cubre,
todo lo oculta,
para que nadie lo vea,
para cercenar esta pena
que muerde,
que mata y anega…
Esa bola de fuego
que ahora son mis adentros,
que arrasa campos y praderas
en busca de un regazo
que aplaque sus miedos.


Pintura. Antonio  Texto: Edurne

martes, 18 de marzo de 2014

SEPTIMUS


Anno Septimus de este humilde blog, Orilla de corrientes alternas, de espuma desbocada o mansa, quieta… Sí, hoy, y acabo de acordarme, cumplimos 7 años la Orilla y yo.

Bien mirado, y con los tiempos que nos/me gastamos/gasto, es demasiado tiempo, y encima sin ningún ERE, ya ven, mis olitas andan más o menos satisfechas con mi patronaje.

Y como habrá que sonreír en algún momento, levantar la copa de la vida, y celebrar que seguimos aquí… ahora les invito yo a que levanten la suya conmigo, a que hagamos “txin-txin”, a que respiremos un poco de esta brisa marina, cargada de yodo, de salitre, y a que dejemos que nos empape el espíritu marinero, tal vez aventurero, y nos dejemos llevar… Es fácil, bueno, no siempre, pero yo lo intento.

Anoche, al acostarme, de pronto caí en la cuenta de que ya era día 18 de marzo, y como yo soy muy de fechas, de acordarme de todo (una pesada a veces, pues ya les digo, tener tanta memoria es un castigo en ocasiones…), me dije a mí misma que este año tampoco iba a dejar de celebrar el séptimo año de esta Orilla.

Que sí, que lo pienso, y parece mucho, y por  otro lado, el tiempo ha pasado rápido. Y me mantengo aquí. Por supuesto que eso sería imposible sin ustedes. También es cierto que una puede soltar sus botellitas con mensaje las veces que quiera o necesite, al fin y al cabo, la Orilla me sirve de eso, de expansión, es un apéndice de mí misma, de mis adentros. Pero reflexionar sabiendo que alguien te escucha y te acompaña, pues, en fin, siempre es más llevadero, más agradable, ¿no?

Escribo de corrida, ni leo lo que he escrito la línea anterior, ya saben que yo soy así, más instantánea que el Cola-Cao (¡jejeje!), que me chifla. Y como además el 7 es mi número (siempre que hay que pensar un número, pienso en el 7, nací un día 7, es el que mejor y más pega conmigo, y encima dicen que es mágico), aquí estoy yo, haciéndole el homenaje que se merece.

En estos siete años han pasado muchas cosas. Todo ha ido cambiando. Y lo más fuerte que me ha pasado ha sido la marcha de mi aita. Ahora mi cuerpo y mi alma están heridos, mucho, pero sé que he de seguir adelante. Cada cual sabe cuáles son los recursos de que dispone para poder lograr salir del agujero en que se cae después de un proceso como el que yo he vivido. Sabemos que todos los casos son distintos, como diferentes somos las personas y nuestros caracteres, nuestras relaciones con los seres queridos, y mucho más. De todo eso, estoy más que al tanto, y mi plan para seguir caminando incluye valles y montañas, serenos lagos y bravos ríos, soles y brumas…Todo ello necesario para que yo pueda crecer, aprender de esta etapa de la vida.

Ella, la vida, nos trae y nos lleva a su antojo, o sea, que no siempre se cumple nuestra voluntad. Saber navegar tanto en mares encrespados como en quietas bahías es un arte, un arte que se va aprendiendo conforme las tormentas te van azotando. Ahí, cada uno tiene su manual de navegación propio. Todos son válidos. Para mí esta Orilla es uno de esos capítulos que viene en mi manual. Y no pienso saltarme su aprendizaje. Aquí sigo, con mis altos y mis bajos. Así que solo por eso, porque quienes están tras la pantalla, aquí cerca, un poquito más lejos, o lejísimos, se merecen mi respeto, sigo. Y les agradezco esta compañía de tantos años, que no es moco de pavo.

Cuando tenía siete años, me parecía que eso de los siete era la repera, me sentía importantísima, ¡había hecho hasta la Primera Comunión y todo! Ilusa de mí, era un niña (muchas veces sigo viéndome así, tal cual era hace tantos años), pero todavía podía sonreír sin amargura, mi única pena era no tener ningún hermano (me quedaba algo más de un año para ser feliz del todo). A mi aita le gustaba llamar de vez en cuando a su amigo Óscar el fotógrafo, para que sacara alguna foto, y en esta que acompaña a mis reflexiones de hoy tengo siete años y estamos en una de esas “sesiones fotográficas”. Pues bien, a ver si recupero mi sonrisa tranquila, lo necesito. Mientras tanto, felicidades a ustedes por su constancia, por seguir con el chapoteo y ayudar a soportar esta Orilla.

¡Un beso y un abrazo enormes, vamos, que les hago la ola!


Foto: De la memoria familiar  Texto: Edurne

jueves, 13 de marzo de 2014

ME CUESTA


Me cuesta cada paso que doy,
cada bocanada de aire que respiro.
Me cuesta pensar en el camino
que aún he de recorrer,
en el vacío que tira de mí
como un lastre que,
—no recuerdo haber escogido—
me pide que le rinda cuentas.
Me cuesta mirar hacia ese horizonte
azul,
inmenso,
cargado de enigmas,
que cada vez me intimida más y más.
Me cuesta sostenerme la vida,
la risa,
el llanto,
las ganas de seguir hacia no se sabe dónde…
Me cuestan las letras que me bullen,
que me lloran por dentro,
que aprisiono con mi pena,
que dejo huérfanas de otros ojos,
de otros padres,
de otras madres
que las acunen
y las hagan suyas.
Me cuesta ver esta primavera que viene empujando,
como si nada hubiera pasado,
cuando mi campo está yermo,
y mi pozo seco…
Me cuesta levantarme cada mañana
y ver que las sábanas llevan
entre sus pliegues mis malas noches.
Pero sigo.
Me cuesta, pero sigo.
Me cuesta.
Y sigo.
Me cuesta.
Y sigo.
Me cuesta…

Foto: Antonio  Texto: Edurne


sábado, 8 de marzo de 2014

HOY TAMBIÉN


Mujer que danzas con las estrellas,
que juegas con los sueños de todas nosotras.
Sueños unidos con la misma esperanza
convertida en fina seda,
la que nos hermana y a la vez nos aleja
de un mundo que nos pertenece
pero no es nuestro.
Mujer-Piel.
Mujer-Alma.
Mujer-Deseo.
Mujer-Vida.
Mujer-Sueño.
Mujer-Risa
Mujer-Llanto.
Y también placer,
también corazón.
También
AMOR.

Imagen: Internet  Texto: Edurne