lunes, 30 de abril de 2007

LA MAÑANA


Perezosas despiertan las horas
tras pesada noche entre
helados caminos de ausencias
y muerte.
Sopla el frío viento del Norte.
Sopla a ras de mi sueño.
Rasga la mañana el grito
mudo de mi aliento.
Busca tu sombra entre mis cabellos.
Y tan sólo tu mano,
tu mano en mi pecho...
Foto y texto: Edurne

miércoles, 25 de abril de 2007

LÁGRIMAS



Son hijas del viento del Norte,

son hermanas de las estrellas

que alumbran tu cielo.

Son lágrimas de fuego,

son ríos de furia,

lágrimas de bruma y cieno...

Son el canto solitario de la Luna,

capitana sin ejército,

vigía de la noche sin almena.

Son el brillo de mis ojos,

son el eco de tu risa,

la estela de un sueño liberado...

Pintura: Antonio Texto: Edurne

domingo, 22 de abril de 2007

AZUL TITANIO


Buque insignia.
Aristas de titanio. Dureza en la mirada y tacto de azul cantábrico...
Te pasean, te paseas, ahí, anclado en la orilla que te acuna bajo la luz de la luna.
Arrogante levantas tu planta desafiando al mismísimo cielo, azul bilbaíno...
Buque fantasma, lleno de recuerdos, de sonidos de otros días, impregnado de gris, de humo y fuego...
Suave lluvia que acaricia tu lomo y destellos de rabia y furia dormida, azul marinero, venido de tierra adentro...
De secano son tus tripas, enorme ballena que traga absurdos miedos, humores y tierras a la vista. Azul sereno...
Buque de feria. De lejos te visitan, te alaban y maldicen, perforan tus entrañas con luces y sueños imposibles.
Azul de frío titanio...
Foto, manipulación y texto: Edurne

PRIMAVERA


Callan las trompetas
en el infinito
azul
de nuestro juego.
Y
arden las rosas rojas
de fuego
en el atardecer de
tu sueño.
Acaso...
¿No sientes el gozo
de la risa flotar
por entre las llamas
de esta verde colina?
Mira
cómo los pájaros
vuelan en círculo
sobre nuestras cabezas
persiguiendo mi risa.
Ya
vuelven las mariposas
inundando con sus colores
la noche de estrellada
presencia animada.
Escucha,
de nuestro juego,
azul,
en el infinito
callan las trompetas...

Foto: Carmen Texto: Edurne



sábado, 21 de abril de 2007

POR PURA GENEROSIDAD


Hoy me siento generosa.
Será por esa parte que me toca...
¿Alguien pedía barandillas?
Pues aquí las tiene.
Barandillas, baldosas...
Hoy me siento generosa.
Y eso que mi día ha estado sembrado de decepciones...
Pero mirar al mar apoyado en una de estas hermosas barandillas, reconforta.
Y pasearse por la ciudad de mis amores, pisando sus baldosas... alivia.
Un regalo, que ustedes lo disfruten.
Y ahora, me digan, me cuenten...


Foto: Edurne

viernes, 20 de abril de 2007

MADE IN BILBAO



Aquí está, la nuestra, la de siempre, la de Bilbao de toda la vida. La baldosa más famosa.

Ahora, a mas de pisarla, pasearla, correrla, vivirla, ensuciarla... también nos la podemos comer, a saber: baldosa-tarta, baldosa-chocolatina; también cabe la posibilidad de adornar alguna que otra solapa con la baldosa-pin, y hasta lavarnos con la baldosa-jabón .

¡Tan polifacética que se ha vuelto ella!

Pero mirándola bien, así como ahora, ahora que la tenemos desnuda ante nosotros, una propuesta: dejad que vuestros pasos, primero los virtuales y luego los reales, os lleven... ¿hasta dónde, por dónde, desde dónde...?

Puede ser la baldosa de cualquier otra ciudad, pueden ser nuestros pies o los de cualquier otra persona.

Muchas veces he caminado estas baldosas sin un rumbo fijo, o con una intención clara, sabiendo a dónde iba o tratanto de recordar hacia dónde iba... y así, baldosa a baldosa... ¡siempre llegas! No hay pérdida... ¿o sí?

Me digan, me cuenten...

Foto: Aitor

martes, 17 de abril de 2007

EXCOMUNIÓN


¿Y a quién no le ha ocurrido alguna vez?
Eso de maldecir la hora en que dejó tal o cual libro... ¿a quién?
Seguro que hasta hemos perdido más de un amigo, de un compañero... en el camino, a cuenta de un libro.
Y no es ninguna tontería.
Libros. Letras. Historias. Nuestra propia historia.
Sí, con cada libro que compramos, con cada libro que nos regalan, vamos escribiendo nuestra propia vida.
Momentos felices, recuerdos de otros tiempos. Días que mejor no hubieramos vivido, personas que quisimos, amigos que se fueron, sorpresas que nos encontramos...
Lo dicho: toda una vida.
Recorrer los estantes de tu librería, grande o chica, es recorrer los estantes de tus risas, de tus llantos y tus prisas.
Aquéllos porque sí, porque había que leer, los otros, por puro placer, y éstos por solidaridad, por saber, por no desentonar... y ésos, ¡sin estrenar!
Páginas y páginas de frescura, de miedo, de intriga, de pasión, de espesa filosofía...
Clásicos y postmodernos, poetas malditos, sonetos de Violante y requiebros románticos, verso libre y prosa de mágico realismo.
Paisajes y mundos nuevos, viejos, galácticos, inauditos y oníricos...
Todo, todo cabe en un libro.
¿Y si nos dejan sin ese tesoro? ¡Excomunión!
"Al César lo que es del César".
¿Y... a quién no le ha ocurrido alguna vez?
Foto: Edurne

EN LA FRONTERA





Lindan las fronteras de la distancia
con altivos arrayanes
y verdes lagos de aguas frescas.
Amanece a deshora en tu recuerdo.
Amanece, cuando en el mío ya duerme.
Y presurosos, los habitantes del bosque,
te recuerdan que en otra selva,
te esperan.

Hoy vinieron a despertarme
pequeñas ardillas,
inquietos roedores de tierna mirada,
que desbarataron
las sábanas de mi pereza
y alborotaron
la estancia de mis sueños.

Pintura y texto: Edurne

domingo, 15 de abril de 2007

AGRADECIMIENTOS


Dicen que:
"Ser agradecidos, es de bien nacidos".
Así reza el refrán, y además: "Al que madruga, Dios le ayuda".
Y como no quiero dejar en el olvido los buenos modales...
Todas las fotografías y pinturas que aparecen en esta pequeña orilla son producto del buen ojo y la buena mano, a más de la inspiración, tanto del mío fratello, de mi marinero de tierra adentro y de una servidora...
Dicen, digo:
¡Gracias mil y más de mil!
Foto: Edurne

OSCURIDAD

Es desde la oscura bóveda
de esta noche sin tregua,
que me duele tu ausencia.
Es desde la crueldad
de la memoria olvidada,
que me muerde
con infinita dulzura,
que hurga con tino en la llaga
de mi amor herido...

¡Oh, musas de la dulzura!
¿Adónde lleváis la escarcha
de mis besos,
adónde el frío
de mis lamentos?
Devolvedme el aliento,
la vida y la sonrisa.

Es desde este rincón
del alma dormida
que mis ojos te miran.
Es desde este instante
suspendido en el viento
de las almenas de mi sueño,
que mis manos te buscan,
y mi corazón te llama
con voz de serena calma.



Pintura: Aitor Texto: Edurne

LA VUELTA


Mañana vuelvo. ¡Socorro!
No sé si he tenido tiempo para reponerme del último envite.
Mañana vuelvo. ¡Jesús, qué susto!
Dos meses y medio y listo, otro curso despachado, otro curso archivado, otro curso en la maleta.
Y después, el olvido, también la añoranza... que no, que no les miento.
Mañana vuelvo. Y ellos, ¿tendrán ganas de volver? Seguro que no, o tal vez sí...
Mañana vuelvo, mañana volvemos a la normalidad.
¡Feliz regreso!
Dibujo: Internet

COQUETEOS QUIJOTESCOS (II) Don Quijote y Sancho en toda la salsa...


Horario Prime Time de la franja nocturna.
Habían anunciado por medio de flashes informativos a lo largo de la semana, la presencia de dos personajes cuya fama no era de esas efímeras, dos personajes que habían traspasado la barrera del tiempo y de la ficción para estar allí esa noche, sábado 23 de abril, y relatar lo que nadie antes había podido contar, a excepción de su propio hacedor...
El país entero estaba pendiente de la televisión, y la cadena que emitía el programa, esperaba batir todos los records de audiencia. Además, la noche se prometía llena de primicias, ya que los dos personajes en cuestión habían irrumpido en el mundo del papel couché antes de que la prensa del corazón existiera. Había rumores, jugosos rumores a los que era necesario atender.
- ¡Acabad presto ya, Sancho, de aviar el jumento, y venid a ayudarme con la armadura!
- Calma, mi señor Don Quijote, que al punto estoy con vuesa merced, es sólo que Rocinante está
inquieto y no se deja aparejar...
- ¿Y qué te parece, mi fiel Sancho, la empresa que vamos a acometer esta noche? Pues yo, he de
confesarte, que mis inquietudes tengo...
- Tranquilo mi señor, a mí me pareció muy de fiar aquel joven escribano que nos encontró cuando ya
desesperábamos por saber dónde nos hallábamos.
- Ya Sancho, ya, pero... ¿y si todo fuera un invento para llevarnos a una trampa y terminar, como
otras tantas veces, molidos a palos?
- Pero Don Quijote, vos sois el caballero, el que no ve los peligros, y yo quien os frena a causa de mi
poca sapiencia...
- Dijeron que tan sólo tendríamos que contar nuestra vida como caballero andante y escudero.
- Y a cambio nos concederían el derecho sobre la Ínsula Barataria...
- Sí, sí mi noble Sancho, la que yo dejaré después bajo tu gobierno, y así poder partir en busca de la
dama de mis sueños, la bella Dulcinea...
- La más noble de las damas... Ellos han prometido deciros cuál es su paradero. Tranquilizaos mi
señor Don Quijote.
- Estará en poder de algún malvado hechicero, presa de un encantamiento... ¡Vamos, vamos Sancho,
no puedo esperar más!
Luz roja. Aplausos. Estruendo. Cascada de aplausos. Música y... ¡Dentro!
- ¡KETCHUP PARA TODOS! Buenas noches señoras y señores, amables televidentes, gracias por estar
aquí, por estar ahí...
Aplausos. Risas y luces de neón. Don Quijote y Sancho creen estar muertos, el infierno debe de ser algo parecido a lo que están viendo. Alguien les conduce a unos asientos frente a una hilera de personajes vestidos tan estridentemente como el maestro de ceremonias de semejante circo...
Y enseguida empiezan las voces, las preguntas ininteligibles...
- ¿Reconoce en esta foto, Don Quijote, a su amada Dulcinea?
- ¿Y este hombre no es acaso su fiel servidor Sancho Panza?
- ¿Y no es cierto que usted pensaba que su escudero estaba atendiendo a su mujer y su hija durante
la enfermedad de Sanchica...?
- ¿Sancho, qué tiene que decir a todo esto?
- ¿No es cierto que estas fotos ya estaban pactadas con la revista "TODA SU MANCHA"?
- ¡Sancho!
- Mi señor...
- ¡Esperen, no contesten, todavía no! Este entuerto tendrá solución después de... ¡la publicidad!
Luz roja. Aplausos. Música y... ¡KETCHUP PARA TODOS!
Foto: Antonio Texto: Edurne

sábado, 14 de abril de 2007

DESPERTAR

Sonríe la mañana tras blanca cortina
de nubes.
Despierta la vida en cantos encontrados
y perezosas luces.

Arrogantes colinas que elevan su majestad
entre las ruinas de mi vida.
Tibias cenizas, con rescoldo de ciego amor
y alocada pasión.

Miro en derredor y verde me inunda,
verde me envuelve y acuna.
Aspiro el calor de las llamas aún encendidas
de tu clamor y mi premura.

Y quieta, muda, con aleteante mirada,
mi alma que te escruta.
Y quieto, mudo, con tintineante llamada,
tu deseo que me reclama.

Me levanto grande, hermosa... y entre
la maraña de silencios
te busco con mi canto, con mi cuerpo
te llamo y en ti me instalo.

Consulto los arcanos, mi destino huido
por la senda de los besos, mi destino
que pierde su centro y llora su
desconsuelo...

¿Dónde estás amor, dónde que no te veo?
Mira que mi mariposa aletea temerosa.
Mira que mi vida se escapa en pos
de tus pasos y tu risa hermosa.

Rubios querubines me socorren.
"Allá, allá donde termina la prisa,
donde se instala el sueño,
allá te espera la dicha..."

Despierta la mañana, y también mi vida.
Despierta la luz de tu sonrisa,
la calma de tu caricia, y...
respiro tranquila.

Pintura: Antonio Texto: Edurne





CONNAN EL BÁRBARO


Dicen que la cara es el espejo del alma.
También dicen que las apariencias engañan...
En este caso, es el nombre el que engaña.
Hago las presentaciones: aquí Connan, aquí unos amigos.
Os cuento:
Este hermoso can me tiene robado el corazón. Y quien me conozca bien, se extrañará, pues famoso es el miedo que les tengo a los de su especie, pero...
Este perro es diferente, tan tierno, tan cariñoso, tan miedoso él...
Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Seguro.
Con un amigo así nunca estás solo, sola...
Aunque te dé la lata para que le saques a trotar, marcar y olisquear todas las esquinas, aunque te pida carantoñas y mimos a cada rato.
Aunque se asuste por cualquier ruidito y te quede la duda de que en caso de necesidad... ¡vaya un defensor!
Pero a una se le cae la baba cuando te pone carita, cuando se te arrima y se roza con tu pierna, se tira al suelo patas arriba y te sonríe, porque... sí, sí, ¡este perro sonríe!
Luego se levanta, salta, brinca, te habla, y se sacude... ¡horror! dejando la casa llena de sus rubios pelos, ¡mechones de pelo canino del más genuino Golden Retriever!
Dicen que los de su clase nunca piden explicaciones (aunque yo creo que sí, que a veces te regañan, se deprimen porque no les haces caso, te persiguen de un lado a otro de la casa, golpean con su hermosa cola-plumero para que les saques al jardín, a la calle o a donde sea, para que les dés de comer...), que son los únicos que se alegran cuando llegas a casa, a la hora que sea o en el estado que sea.
Dicen que el roce engendra cariño. Cierto.
Y Connan pide cariño a cada callado ladrido... porque ladrar, ladra poco pero contundentemente, vamos, lo justo y necesario, para que te enteres, nada de alborotos y dar espectáculos gratuitos, que él es muy fino.
Cuando llegas, te huele y ya está, ¡a saltar de alegría! Y para ti es todo un triunfo que un perro te conozca y te quiera, ¡y hasta que se ponga celoso!
Pero también tengo otros animalillos amigos, de los que en otro momento haré las presentaciones. Otros canes y unas felinas que viven por allí abajo, cerca del Mediterráneo, en el jardín de Carmen, libres como el viento...
¡Quién me iba a decir a mí! Guau, guau, guauuuuuu...
Foto: Edurne

jueves, 12 de abril de 2007

ODA AL CALCETÍN


Degradado a los bajos fondos,
como Pedro Botero
en la caldera,
ahí sufres tú,
callado,
sumiso,
sofocado y
resignado.
Soportando pesos y pasos,
olores que te acompañan
todo el día,
y hasta pequeñas huertas
sembradas de tomates...
Ahí,
aguantando la ausencia
de tu pareja,
que trasiega
en otra galera,
sube-baja,
suda y resopla...
Y todo por un mísero
sueldo de obrero
no cualificado.
Pero tú proteges
los pasos que van
unidos a la piel
más lejana de la vista.
Llevas la vida de
una a otra orilla.
De vez en cuando,
jabonada y suavizante,
frescor marino
y aire de respiro.
¡Ay, amigo, cuán bajo has caído!
Pero, tranquilo,
yo te rescato
del olvido, te pinto
florecillas y lunares,
te tiño de rojo,
de magenta
y amarillo...
¡Y de nuevo al camino!
Foto y texto: Edurne

miércoles, 11 de abril de 2007

COQUETEOS QUIJOTESCOS (I) Si caballero y escudero féminas fueran

Aconteció entonces que mi señora Doña Dulcinea despertó alterada del sueño. A fe mía que aquel frugal almuerzo no sentó bien a su sesera. Y en profiriendo atronadores gritos, despertóme a mí también del dulce reposo en que me hallaba.
No sin aturdimiento, corrí a su lado por ver de qué se trataba. Y cuál no fue mi sorpresa al ver que toda ella se encontraba empapada de pies a cabeza en aquel habitáculo, que dijeron era el dedicado al aseo personal, donde manaba el agua de un cable terminado en extraño artilugio por mí nunca antes visto.
En verdad, extraña era la venta, pero tan cansadas nos encontrábamos mi señora y yo después de la larga cabalgata del día, que no reparamos en todo lo misterioso del lugar.
Mi señora Dulcinea, que había dedicado toda su vida a estudiar, ya se había percatado de que entrábamos en un lugar singular. Por sus muchas lecturas tuvo la sospecha, y yo fiel escudera no osara jamás dudar, de que algo sobrenatural tal vez nos sucediera.
En llegando a la venta, ya nos miraron raro, pero más raro hubimos de mirarlos nosotras, pues pareciónos que sus vestes no eran apropiadas para venteros...
Era casi de noche y no podíamos saber dónde habíamos recalado con nuestros molidos cuerpos. Caballera y escudera, rocín y pollino, no pedían, por merced, sino un lugar para reposar y viandas con que reponernos.
Entramos, así pues, en la venta más enorme que jamás ojos humanos hubieran visto, y ya entonces, mi señora me advirtió: "Lucrecia, abre bien los ojos, que en aquesta venta acontecerán hechos de los que otros escribirán".
Perplejas las dos, arrogante ella y temblorosa yo, seguimos al mozo, seguramente uno de los muchos hijos del ventero, hasta una caja mágica que abría y cerraba sus puertas haciendo aparecer y desaparecer personajes extraños ante nuestros ojos.
Risas y más risas... Ojos que nos miraban. Mi señora Doña Dulcinea reafirmó sus sospechas: ¡Estábamos en el futuro! ¡Santa María, madre de Dios, habíamos sido víctimas de un encantamiento... tal vez con el Bálsamo de Fierabrás pudieramos deshacer semejante hechizo!
Entramos en una de esas cajas encantadas, y enseguida el estómago se nos disparó, ¿pues no volábamos acaso, como si aves fuéramos? Una musiquilla nos depositó de nuevo en tierra, la caja se abrió, y ante nosotras aparecieron unos seres parecidos a aquellos de las novelas que habían vuelto la cabeza casi del revés a mi noble señora Dulcinea. Ella era muy jóven aún, y todo lo quería ver, pero yo cansada ya de tanto trajinar, le pedía reposar...
Entramos en una gran habitación, ésta en la que ahora nos encontramos, y el mozo informó a mi señora de que al rato vendrían en nuestra busca.
Así fue, y dos mancebos de muy buen ver, tanto que alegraron nuestros ánimos, se presentaron al punto. ¿Y no pretendían que nos despojáramos de nuestras vestimentas? ¡Seguramente con intenciones de aprovecharse de nuestra inocencia e ignorancia, y hacer aquello que caballero no ha de hacer con dama, ni escudera, decente alguna!
Y mi señora montó en cólera, y yo ayudéla en lo que pude, aunque si he de ser sincera, de buen gusto y grado, hubiera probado aquel Bálsamo de Fierabrás en forma de fornido mancebo...
Y que una, aunque escudera, aún mantiene la buena planta que de moza tuvo. Pero escudera se debe a su señora, y así, entre gritos y empellones, logramos desalojar a los muy bellacos del aposento, mientras nos decían tontas, y que no sabíamos lo que nos perdíamos al rechazar sus masajes, y que hasta hablaron de baños turcos y...
Y héte aquí que mi señora siguía pensando que, con malas artes, algún mago envidioso nos había traído hasta este mundo en un aparato volador. Y ahí estábamos las dos, asustadas a más no poder, sin atrevernos a salir, esperando a que algo se le ocurriera a mi señora Dulcinea. Pero eso... ya es harina de otro costal.

Foto: Antonio Texto: Edurne





ATARDECER


Rompe el horizonte en rojos y naranjas,
allá en la tierra del olvido.
Se acerca la última luz de la atardecida...
Y en ese suave crepúsculo de trémula calma,
florece la primera flor de la noche.
Tímida se asoma a la vida...
Envuelta en dorada y liviana gasa,
recorro las estancias de mi cabaña.
Ya la claridad todo lo ilumina...
Alumbran mis pasos los pequeños y
oscuros rincones que olvidados tenía.
Aquí un beso, allá una caricia...
Y, sigilosamente, como en puntillas,
ungida de sonoro silencio, despido el día.
En la noche, despierta mi vida...
Foto: Aitor Texto: Edurne

lunes, 9 de abril de 2007

DONDE LAS AGUAS TRANQUILAS


Donde las aguas corren mansas,
tranquilas...
Donde nace la esperanza y corre la vida.
Aguas libres de pecado,
sin capa ni manto.
Aguas recién nacidas, que lloran y cantan
a igual partida.
Donde las aguas respiran
con verde pulmón.
Donde Natura brota juguetona.
Donde el alma te salta,
te brinca, y sale
presurosa tras la brisa...
Foto: Antonio Texto: Edurne