Tengo los sentimientos revueltos,
en pie de guerra.
Han decidido no guardar las distancias de seguridad,
ni medidas de prevención alguna.
Salen a la hora que quieren y
les da la gana,
que ellos son muy suyos;
me hacen caceroladas
al mejor estilo “salmantino”,
¡ni medio metro los separa!
Niegan la evidencia:
que al día se me mueren más de mil ilusiones,
que tengo los sueños entubados,
el sistema colapsado
y la vida confinada “a perpetuis”.
Me dicen censora,
dictadora,
castradora…
La revuelta de los insumisos,
la llamo yo.
la llamo yo.
La conjura de los miedos,
dicen ellos.
Boceto: Antonio. Texto: Edurne