lunes, 31 de diciembre de 2007

LAS UVAS DE LA IRA


¡Esperemos que sean las de la buena suerte!
El título me ha venido así, sin pensarlo, porque me ha recordado a la película de Jhon Ford con un soberbio Henry Fonda, y basada en la novela de otro Jhon... Steinbeck. Confieso que sólo he tenido acceso a la peli, y de eso hace muchísimo tiempo, peli en blanco y negro, de las que me gustan...
Bueno, pues estas uvas son las que nos "tragaremos" esta noche, ¡y ojalá que no se nos atraganten!
Con ellas, me uno a todos vosotr@s, que habéis seguido mis andanzas en estos meses, y os agradezco vuestras gotitas de espuma fresca.
Que el 2008 sea un año próspero de verdad, que venga cargado de todo lo bueno que se pueda desear, y que sigamos caminando juntos por la orilla y otros parajes...
¡Por vosotros, por nosotros, por todos!
Foto y manipulación: Edurne

domingo, 30 de diciembre de 2007

LA NAVIDAD ET LE CHOCOLAT


Todos los años por estas fechas, los renos de Santa salen a pasear por el mundo.
Y aquí los tienes ustedes, saludando a todo el que se acerque a visitarles.
Están contentos porque este año los han revestido de una gruesa capa de chocolate. De chocolate de todos los sabores y colores. Están dulces, dulcísimos.
¡Hasta la nieve y los árboles de su bosque son de chocolate!
No lo puedo remediar, se me ve el plumero... soy una chocolatera de pro.
Allá donde vaya busco el chocolate, y regalo chocolate. ¿Será por el deseo de endulzar un poquito las vidas propias y ajenas? ¡Será!
Pues un anticipo para el Fin de Año: que sea dulce el final, que sea dulce el comienzo...
Foto: Antonio

sábado, 29 de diciembre de 2007

HISTORIAS DE PARÍS (3)


Sabía que llegaba tarde. Claire miró el reloj de la estación, acababan de dar las doce. Tarde. Aunque con un poco de suerte, tal vez llegara con retraso de la estación de Austerlitz y podría coger el tren a tiempo.

En ese mismo momento, a bastantes kilómetros de distancia, Marcel esperaba en la oficina de Correos. Llevaba una carta certificada en la mano. No se le había ocurrido una manera mejor de terminar su relación: una carta certificada dando por muerta una historia de amor de ocho años. Era la última declaración, el sello y la rúbrica que así lo avalaba.

El único empleado de la Poste que estaba de servicio esa mañana trabajaba lentamente, su cabeza estaba en otra parte, no era un buen día para él; había recibido una mala noticia: su hijo Pierre tenía una grave afección coronaria y debía someterse a una operación a corazón abierto.

El tren anunciaba su salida justo cuando Claire bajaba las escaleras de acceso a los andenes. Tuvo que apurar su carrera para poder cogerlo.

Marcel volvió a mirar la dirección del sobre. Todavía tenía cuatro personas delante. Recordó los ocho años que iba a hacer desaparecer en unos minutos. Sonrió.

Pierre siempre había sido un muchacho muy sano, un deportista... incluso jugó en los juveniles del Olympique. ¡No era posible que le estuviera ocurriendo esto! El sueldo de funcionario de correos no alcanzaba para una consulta en un centro privado pero tenía que conseguir una segunda opinión... Miró por encima de las gafas mientras estampaba un sello de envío exprés. La mañana se le estaba haciendo eterna.

Claire había subido a ese tren, le esperaban unas cuantas horas de viaje. Tenía que llegar a tiempo... Tiempo, eso era justo lo que le faltaba, el maldito tiempo, ¡y encima la distancia! Desde París todo se veía tan lejos, tan borroso, tan olvidado... Sólo llevaba un año trabajando en la delegación de su periódico en París, pero le parecía que llevaba un siglo, y ahora su vida daba un vuelco. ¡Tenía que llegar a tiempo!

Marcel jugueteaba con la carta, la pasaba de una mano a otra, se abanicaba con ella... Todavía tres, tenía tiempo para pensarlo un poco más. Las cosas habían ocurrido tan de repente, tan sin darse cuenta de que ocurrían... Y sin embargo creía haberlo pensado bien, creía hacer lo correcto, lo que debía hacerse en semejantes circunstancias, por su bien, por el de ella... ¡O eso pensaba! Lo volvería a pensar un poco más, aún había tiempo.

Suspiró y se ajustó las gafas a la nariz. Al levantar la cabeza vio a Marcel, le pareció raro, porque normalmente pasaba por su casa y le daba las cartas a él. ¿Habría ocurrido algo inesperado? Y se dio cuenta de que todavía no le había contado lo de Pierre, lo haría ahora.

Sabía que su relación hacía aguas. Sabía que su hermano podía morir. Por eso estaba en ese tren, por eso necesitaba tiempo. Marcel lo era todo para ella, y Pierre era la parte de su vida que le recordaba de dónde venía... ¡Tenía que llegar a tiempo!

Era una paradoja querer terminar su relación con Claire a través de su padre. Podía pensarlo un poco más, todavía tenía tiempo.

El tiempo era importante para la operación de Pierre. Claire llegaría esa noche y entonces decidirían qué hacer, ahora tenía que contarle a Marcel lo que ocurría, no quedaba mucho tiempo...

Habían dado las doce en el reloj de la estación D'Orsay. Habían dado las doce y cuatro vidas comenzaban a caminar a la vez, hacia el mismo destino desde distintos puntos. El tiempo, encerrado en la gran esfera, había saltado y todos corrían tras él. Las doce...

Foto: Antonio Texto: Edurne

COMO SIEMPRE


Siempre
tras la mirada del deseo.
Siempre,
sueños imposibles
en manos imposibles.

Carrera desbocada
y aquí
no ha pasado nada.
Suena la lluvia
entre los cristales
rotos
del corazón...

Una lágrima perdida
entre el pliegue de tu
risa.
Una lágrima perdida
entre los retazos de mi
vida.


Pintura: Antonio Texto: Edurne

jueves, 27 de diciembre de 2007

PEQUEÑO CUENTO DE NAVIDAD


Está claro, más que claro... ¡han perdido el norte!
Y ahora ahí están, en medio de la nada, frente a ese muro interminable que los separa del mundo. Se han perdido.
¿Pero cómo ha sucedido, quién ha tenido la culpa?
No lo entienden.
Ellos venían tan tranquilos, montados en sus camellos, contando sus chistes de todos los años, repasando las cartas que les habían escrito, buscando y rebuscando en sus enormes sacos... por si faltaba algo.
No, decididamente no lo entienden.
De acuerdo que Melchor ya está muy mayor, que empieza a chochear y que con ese afán suyo de dirigirlo todo... pues claro, siempre dan más rodeo: que si por aquí, que si por allá, que si este oasis no es el de siempre, que si aquí había menos dunas, que si...
Y Gaspar, que casi siempre va dando cabezadas al ritmo de su camello, que con tal de llegar, le da igual por dónde... que discutir no va con él, que para eso ya están Melchor y Baltasar.
Y Baltasar, que como es el más joven y el que tiene un Master en Estrellas... pues eso, que se enzarza en discusiones interminables con Melchor acerca de las rutas que marcan los astros, y que como sigan así, un año de estos, van a perder de vista La Estrella que les guía desde siempre hasta el Portal.
¡Ay, Señor, qué paciencia hay que tener con estos tres abueletes!
Y ahora ahí andan, intentando descubrir el camino correcto, porque claro, parece que han topado con algo muy duro y muy largo. No hay duda (y en eso están los tres de acuerdo) de que ese muro no estaba ahí el año pasado.
Pero, ¿quién lo habrá levantado? Eso es lo que intentan averiguar.
De lo que no se han dado cuenta es de que ese muro ha ido creciendo año tras año hasta hacerse así de largo, así de alto...
Es el muro de la incomprensión, del odio, de la insolidaridad; el muro del hambre, del egoísmo, de la guerra y la crueldad. El muro de la soledad.
Que nuestros tres Magos van a necesitar unas gafas de ver por dentro, que por eso tienen que dar más rodeos cada año. Que esa es la causa de que tengan que buscar pequeños caminos y veredas por donde poder llegar... porque todo está enmarañado, revuelto, sucio, oculto y enmascarado.
Que ellos siguen utilizando el mapa de antaño, pero que no, que las fronteras de la verdad y del amor cada vez son más difusas, que cada vez es más difícil saber el terreno que pisamos...
Habrá que regalarles un buen GPS para que no vuelvan a perderse, que los pobres ya no están para semejantes trotes.
Esperemos hasta la noche del 5 de enero para ver cómo resuelven tamaño problema, aunque como son tres y son magos... seguro que salen airosos de la situación.
¡Más les vale porque yo estoy esperando a mis regalos, que no me vayan a fallar!


Postal: Internet Texto: Edurne

jueves, 20 de diciembre de 2007

GABONAK


"Olentzero joan zaigu, mendira lanera...."
Mentira, que ayer lo cacé yo de semejante guisa, intentando entrar en una casa del Casco Viejo, así, con el saco lleno de Regalos, de Buenos deseos, de Paz, de Amor, de Risas, de Solidaridad, de Comprensión, de Buena vista, de Mejor salud, de Sueños reparadores, de Amigos del alma, de... De todo eso que, desde esta orilla, os deseo yo también!
ZORIONAK!
Por si no me da tiempo, por si Internet nos juega una mala pasada, por si nieva, por si se me olvida, por si las moscas...
Y un gran abrazo, y un montón de besos, y aplausos y muchas, muchas risas!


Foto: Edurne

sábado, 15 de diciembre de 2007

HISTORIAS DE PARÍS (2)



Violet et son petit chat Faustino.

Esta es la historia de la pequeña Violet, de su gato Faustino y del chocolate...

"El chocolate hace que olvide todas mis preocupaciones", decía Violet. Y por eso había decidido alimentarse única y exclusivamente de chocolate.

Desayunaba con chocolate; para comer, potaje de chocolate y laminillas de chocolate a la salsa del mismo, pero con menos intensidad... De merienda chocolate a la taza y para cenar un delicioso mousse del chocolate más negro.

Faustino se había aficionado a la misma dieta chocolatera de su dueña. ¡Y los dos eran felices! Aquí no vale decir lo de "fueron felices y comieron perdices..."

Violet compraba el chocolate en la petite chocolaterie del barrio, un barrio tranquilo a las faldas de Montmartre.

Monsieur Mignon le preparaba sus encargos con un mimo especial. Violet era una niña encantadora, dulce, amable... Sería por el chocolate, pensaba él, además la fama de su chocolaterie, gracias a Violet, se iba haciendo cada vez mayor.

Todo el mundo quería saber el secreto de la felicidad de Violet y de la tranquilidad de su gatito Faustino. No había secreto alguno, la respuesta estaba en el chocolate de Monsieur Mignon. Así es que el negocio del buen hombre pronto empezó a llenarse de gente venida de todas partes en busca de su famoso chocolate.

El viejo Mignon no daba abasto, estaba desbordado. En el pequeño obrador situado en la trastienda de la chocolaterie, tan sólo trabajaban Madame Mignon y él, y ya eran mayores... Además trabajaban como antaño, con las viejas recetas de sus abuelos, artesanalmente y con mucho cariño, sobre todo eso, mucho cariño.

Visto el ejemplo de Violet y Faustino, todo el mundo quería olvidar "ses tracas", sus preocupaciones; y allí acudían políticos de renombre, artistas famosos, amas de casa abrumadas por sus responsabilidades, escolares desbordados de tanta actividad... Todo el mundo necesitaba del chocolat de los Mignon.

Así es que Monsieur et Madame Mignon decidieron "emplear" a Violet y sus amigos, sólo ellos podrían ayudarles en la dulce tarea de elaborar chocolate para tantísimas personas preocupadas. ¡Y Violet y Faustino pasaron a ser la imagen de la felicité et le chocolat!

Como ahora el chocolate era más concentrado, tan sólo se necesitaba una onza diaria para sentir los efectos benefactores de tan delicioso alimento, el alimento de los dioses, dicen...

Si pasan por París, no dejen de buscar a la petite Violet y a su gato Faustino... ellos les guiarán hasta la chocolaterie del viejo Mignon.

Et bon appetit mes amis!


Postal: parisina Texto: Edurne

viernes, 14 de diciembre de 2007

HISTORIAS DE PARÍS (1)


Pardon, êtes-vous Mademoiselle La Tour?
Oui, oui, c'est moi!
Ahhhh, París, París! Oh, lalá!
Ya ven, aquí me tienen, impertérrita, aguantando el tipo, contra viento y marea. Haga frío, sol, nieve, lluvia... invierno o verano, y por los siglos de los siglos... ¡Amén!
No se crean, que a mis cien años más que pasados (nací en 1889), estoy de muy buen ver todavía. Que una es alta y delgada, morena (más bien rubia) y salada, como su madre (más bien padre, monsieur Gustave Eiffel), y que lo de la autoestima lo llevo muy bien, ya saben, esto de tantas fotografías, tantas alabanzas a mi belleza, a mi estilo... ¡Y es que no en vano soy el monumento más visitado y fotografiado de toute la France! ¡El símbolo de todo un país, ahí es nada!
De día luzco austera y magnífica, pero de noche, más que lucir lo mío es relucir. Que me adorno con doradas luces que lanzan guiños al cielo, a todo París entero, que aparezco en majestad y sin rival alguna en el esplendor de la noche parisina.
La edad es una ventaja, ya saben: la experiencia, la madurez, el sabor, el "corpus" asentado... Aunque también tiene sus contras, en este caso la humedad y la postura, los problemas de reuma, cervicales y artrosis... Y que aunque lo disimulo la mar de bien, ahí está. Que cuando, leve y sutilmente, me estiro un poco, así, sin que nadie se entere, en esas oscilaciones desde mi tercer piso... los huesos me crujen, la columna se resiente y los riñones se me encogen.
No se crean, que aunque una ya haya visto de casi todo, sigue sorprendiéndose con la vida que pasa a sus pies, con la que se ve desde lo alto de mi azotea... que el paisaje es el mismo pero distinto cada día.
¡Y que ya me gustaría a mí darme una escapadita y echarme una carrerita por El Campo de Marte, o remojarme los pies en las aguas del Sena, y sacarme alguna foto con Notre-Dame de fondo, o visitar el Louvre y saludar a mi amiga la Gioconda, callejear por Le Quartier Latin... o subir hasta Montmartre!
Y ya ven, aquí estoy... Mucha Liberté, Egalité et Fraternité, pero yo, presa de mi propia fama, de mi legado histórico y cultural. Aquí, sin poder sonreír, sin poder estornudar o tapar mi cabeza para protegerla del sol y la lluvia.
No, esto no era lo acordado, que no sé yo si hice buen negocio, que tal vez vendí mi alma al diablo y ahora estoy condenada a vivir eternamente...
Foto: Antonio Texto: Edurne

viernes, 30 de noviembre de 2007

LA VIDA OCIOSA


No sé si será cierto, pero algo me dice que sí...
Dicen que la vida tranquila, sin problemas ni alteraciones, alarga la misma, es decir: la vida ociosa.
Que si una merienda, que si un paseo a caballo, que si una tertulia, un concierto, una sesión de ópera, una charla frívola, recibir a los amigos, organizar alguna fiesta, salir de compras, un cafelito por aquí, un aperitivo por allá... y risas, eso sí, muchas risas.
¿Problemas, qué es eso? Nada, ¡a vivir la vida!
Les dejo a ustedes para que reflexionen y me digan si es cierto o no. Y les dejo este cuadro que se expone en estos días en el Guggenheim. El cuadro desprende tranquilidad, ¡no me dirán que no!
Pues eso... ¿qué sería si todo el mundo nos dedicáramos a la vida ociosoa?


Foto: Información Guggenheim

domingo, 25 de noviembre de 2007

LA CENTURIA


Zorionak!
Y es que acabamos de llegar al número 100, a la centena, y eso, ¡eso hay que celebrarlo!
Así que ya ven, me he metido en la cocina y he hecho este delicioso bizcochito centenario, con sus velitas y todo... ¡qué mono él! (que diría alguna).
Y ya de paso podemos celebrar todo lo celebrable que se nos ocurra, lo que tengamos más a mano, da igual.
Yo celebro el estar aquí, el seguir aquí y el compartir con todos ustedes...
Así que nada, si gustan...
Foto y bizcocho: Edurne

EL FARO EN LA ORILLA


El faro de la orilla.
Me han regalado este faro. Viene desde Canarias, un viaje un poco peleagudo, tan grande él que creo que no cabía en la bodega del avión... pero el caso es que aquí está.
Me lo ha traído mi hermano.


Tengo un hermano que flipa sacando fotos, y tengo un novio que también se las trae... Y a mí me dejan en la mera categoría de simple aficionada.
Ya lo he dicho, pero lo vuelvo a repetir, lo de que sus fotos y sus pinturas son las que adornan los post de esta orilla, y yo, ya digo, me uno a la colección con pequeñas aportaciones (pero adorno sus trabajos con mis palabras).


Es bonito el faro, ¿verdad? Pero lo más importante es la función de un faro. Hay personas que también cumplen ese papel, y además a la perfección. Aunque seguro que están completamente ajenas a ello, a su condición de faros, de fareros y fareras de nuestras vidas...


Yo dejo aquí mi faro, por si alguien se pierde y necesita recabar en esta orillita, tomarse un algo, charlar y dejar sus sensaciones.
El faro en la orilla.

Foto: Aitor



PALABRAS PARA UNA ESPERA


Hoy tengo hambre.
Hambre de palabras que socorran
la espera de tus días,
ésas que nunca acuden cuando las llaman.
Hoy tengo hambre.
Hoy ando mendiga de palabras,
llamando a las puertas
de la necesidad...
¡Que alguien me socorra,
por caridad!
Castigo de la vida que me
abandona en este cruce de caminos,
sola,
sin tus letras en mi bolsillo,
sola,
sin un mendrugo de amor
que llevarme al corazón,
perdido...
Hoy tengo hambre.
Hambre de soledades acompañadas,
de manos que hablan
con sólo ser tocadas.
Hambre de tu ausencia,
de tu presencia...
Foto: Antonio Manipulación y Texto: Edurne

VAYA, VAYA... AQUÍ NO HAY PLAYA


¿Recuerdan la canción? Seguro que sí, y es que era tan pegadiza que aquel verano del 89 todos andábamos con la canción de Los Refrescos en la boca... "Vaya, vaya, aquí no hay playa".
Pues a estos pobres los han dejado más tiesos que la mojama, como una bacalada ¡y encima les han quitado la playa!
Y ahí están, mirando de reojo al viandante desde su escaparate, llamando la atención de algún ama de casa caritativa que se fije en ellos y los lleve a casa para librarles de la vergüenza de estar expuestos en toda su desnudez, mostrando su último gesto... ni esa intimidad les dejan.
¡Pobres pescaditos, ateridos de frío, sin nadie que tape sus partes, ni sus entrañas, proclamando el precio de lo que valen ("tanto tienes, tanto vales")!
Una vez me dijo una gitana que me leyó la mano (a regañadientes de ella, y no porque yo insistiera) que me habían vendido como carne en la carnicería, bien valdría como pescadilla en la pescadería...
¿Y a quién no le han vendido alguna vez, quién no se ha sentido vendido (vendido y "vendido") en alguna ocasión?
Seguro que en multitud de ocasiones nos hemos visto como estos pescaditos, expuestos, sin saber muy bien por qué, a las miradas, a las críticas y ataques de los demás, esperando que alguien viniera a rescatarnos... ¡Pero nada como echar mano de nuestros propios recursos para salvar las situaciones comprometidas!
Y lo dicho: aquí no hay playa, que nos tenemos que desplazar una docena de kilómetros al menos... ¡Vaya, vaya!
Foto: Antonio

miércoles, 21 de noviembre de 2007

SE MUEVE


"Todos a una", como Fuenteovejuna.
Como una única conciencia, como un único corazón, una sola alma...
Vidas que se amontonan unas sobre otras, unas a costa de otras.
Risas y llantos. Miserias y riquezas, desvaríos y locuras varias.
Vidas que se estiran hasta el infinito, buscando una salida, tal vez la solución a tanta agonía.
Cada casa es un mundo, un universo repleto de secretos, de sorpresas, engaños y también de alegrías.
Caminos que se tuercen entre laberintos y mapas erróneos llenos de lugares perdidos en nuestra fantasía.
Uno más uno, dos... o veintidós, o mil veces dos más dos...
No importa. Nada importa. Crecer, crecer, avanzar sin parar. Arriba, cada vez más arriba, hasta tocar el techo del mundo, el cielo de la Tierra Prometida.
Allá vamos, "todos a una".
Pintura: Antonio

SE VENDEN PARCELAS


Se venden parcelas,
a duro la docena
-ya ven, bien baratas que están-.
Se venden trocitos de felicidad,
cachitos de amabilidad
-ya ven, de primera calidad-.
Se venden ventanas abiertas,
con vistas al azul celestial
-ya ven, vigías sin igual-.
Se venden miradas limpias,
sonrisas sinceras
-ya ven, de las que cuesta encontrar-.
Foto: Antonio Texto: Edurne

PASEN Y VEAN


Pues sí, suele suceder...
Suele suceder que quieras una cosa y te resulte imposible conseguirla. Que lo intentes una y otra vez y nada, que no haya nada que hacer.
Yo también he probado de esa medicina. La última vez ahora mismo.
Esta foto no era la que quería poner (la tenía reservada para otro momento) pero... se ve que se me ha resistido la que tenía pensada ¡y esto es lo que hay!
Pasen y vean. Observen. ¿Qué ven en esta imagen?
Sí, ya sé, son zanahorias. Zanahorias un poco especiales en la forma, será porque son zanahorias canarias... pero en el fondo: zanahorias.
La zanahoria, o Daucus Carota, según la definición que de ella da la Enciclopedia libre Wikipedia es la que sigue:
"Una zanahoria es una raíz vegetal, típicamente anaranjada, con una textura leñosa. La parte comestible de una zanahoria es un tubérculo, aunque los tallos también pueden consumirse, cosa que muy raramente ocurre. Tiene muchas cualidades y su consumo es muy beneficioso para el ser humano."
Como ven, tenemos una joyita en nuestro huerto, en nuestras tiendas, en nuestra cocina, en definitiva, en nuestras manos. A veces, como se ve en esta fotografía, presenta un aspecto ciertamente... lamentable (?), más bien por la higiene personal de los elementos expuestos. No parece que estén muy limpias ni brillantes, pero ya saben: lo que importa es el interior, en este caso, su valía, su beneficio...
Con las personas ocurre lo mismo. Estamos de acuerdo en que un aspecto externo cuidado y saludable, agradable a la vista, hace mucho, pero también es cierto que pocas veces nos paramos a descubrir lo que hay de verdad en el interior de todos los que nos rodean, de aquellos con los que tenemos algún tipo de relación.
Habrá que "mirar" bien, y miren... para eso de la vista, ¡nada como la zanahoria!
Foto: Aitor

martes, 13 de noviembre de 2007

PODEROSO CABALLERO


Poderoso caballero es Don Dinero.
Afirmativo. Cierto, completamente cierto. Siempre se ha dicho, se ha comentado, que el dinero no hace la felicidad, pero que ayuda a conseguirla.
Y para comprar todo aquello que se nos ocurra. No sólo lo material, sino también lo que no se ve, lo abstracto, lo etéreo, los sentimientos, el silencio, la lealtad, la amistad, hasta el amor...
Por supuesto, para quien se deje comprar, para quien trafique con todo esto.
¿No valen nada? ¿Ninguno de estos valores valen nada (y perdón por la redundancia), acaso no cotizan en Bolsa?
Yo, a este señor, a Mister George Washington, al dueño del dólar, no le conozco de nada, no he tenido el gusto, ni tampoco el disgusto... Pero me consta que son muchos y muchas los que han caído rendidos a sus encantos, los que han hecho cualquier cosa por sus favores.
Prefiero mis modestos euros, ¿qué quieren que les diga?
Pintura: Aitor

domingo, 11 de noviembre de 2007

COMO ELLAS


Sólo una reflexión: ¿Nos parecemos a ellas?
Y lo digo por lo de mirar hacia otro lado, por lo de no mover ni un dedo, por lo de hacer como que la cosa no va con nosotros...
¿Nos estaremos pareciendo?
¿Alguien sabe algo, alguien ha oído algo...?
Foto: Antonio

PASEO DOMINICAL




Dicen que :
"A quien madruga, Dios le ayuda".
También dicen que:
"No por mucho madrugar, amanece más temprano".

Pero yo digo que todo esto nos lo perederíamos de no levantarnos.
Esta mañana fresquita de noviembre (11 del 11), cogí mi... parece que la canción nos marca lo siguiente: "...cogí mi caballo y me fuí a pasear." Pero no, en este caso cogí mi camarita y sí, me fuí a pasear.
Un día precioso, un regalo.
Hoy he subido hasta la Pasarela Arrupe y desde allí he observado el panorama, decidiendo que mis pasos se encaminaran hacia el otro lado de la Ría, hacia la Avenida de las Universidades.
Desde allí se apreciaba muy bien la obra de Daniel Buren: "Arcs rouges", que no es que sea de mi total aprobación... pero que lucía orgullosa y reflejando su imagen en las aguas de nuestra Ría.
Mi paseo ha estado acompañado del más típico color del otoño, y como muestra los árboles rojizos que están de mudanza en su vestimenta, preciosa la imagen, ¿verdad?

Dicen que pasear estimula. Que estimula muchas cosas además de la vista, las sensaciones por ejemplo. Dicen que hace pensar; que la sangre fluye más rápida, más alegre diría yo...
El viento y el sol nos acarician, nos animan, infundiéndonos energía y ganas renovadas.
Un paseo que he querido compartir.
¡Feliz domingo!

Fotos: Edurne




jueves, 8 de noviembre de 2007

STOP


¡Alto, que paren ya!
Que la vida se me va,
que la negra pena acecha tras la puerta,
escondida,
lamiendo su venganza
con lengua rebosante de asperezas
y mirada de frío invierno...

¡Basta, que callen ya!
Que mi cabeza estalla
en mil llantos,
rompiendo el rojo de mi furia
entrecortada.
Que mis uñas arañan el aliento
de tus entrañas...

¡Quietos, que los sueños
despiertan de su viaje
sin retorno
para pedir cuentas de tu olvido!
Que se escapa el aire entre mis besos,
susurrando tu nombre
en silencio...


Pintura: Aitor Texto: Edurne

martes, 6 de noviembre de 2007

ARTILLERO, DALE FUEGO




"... ezkontzen zaigula pastelero.
Eta zeinekin, eta norekin..."
Y con el permiso de Astondoa, hagamos un poco de Pum, Pum y más Pum.
Hoy hemos estado de excursión, como niños, así es como nos hemos sentido. Además llevábamos maixu y todo, por si alguien se desmadraba...
Arratia. Arratiako Arana. Verde, profundo... vestido con los colores del otoño.
Y el Gorbea en sus alturas, guardando las idas y venidas de todo aquello que tenga vida.
Hemos hecho unas risas, hemos aprendido cosas nuevas, que ya se sabe, ya lo dice el refrán: "Nunca te acostarás sin saber una cosa más".
¡Y que nos pregunten ahora sobre carcasas y bolanderak, candelas romanas y demás petardos!
La vuelta... ¡Huy, ni les hablo de la vuelta! Al llegar a Usansolo, unos trabajadores talaban árboles; y los coches, buses y camiones, renegábamos de nuestra suerte. Pero las que más protestaban eran nuestras tripas, que se han puesto en pie de guerra y han organizado un motin, tan sólo comparable al de La Bounty. Ya, ya sé que me dirán ustedes "exagerada" y esas cosas, pero ya ya... ¡que daban las cuatro cuando traspasaba el umbral de mi casa sin saber si lo que me acuciaba era el hambre, el sueño, el cabreo (con perdón), el cansancio o...!
En fin, estos "susedidos", aconteceres varios, son los que ponen la chispa de la vida (y que nadie quiera ver aquí ningún guiño publicitario...)
Mañana, a clase de nuevo.
¡Cada vez entiendo más a nuestros alumnos!
Fotos: Edurne

lunes, 5 de noviembre de 2007

SURCOS


Surcos en el corazón.
Surcos en la palma de mi mano,
mano que acaricia tu recuerdo,
que añora tu sonrisa.
Surcos en la vereda
tapizada de rocío, de escarcha fría.

Surcos en el camino
de la noche oscura,
extensa y perdida.
Surcos que traen aromas,
cantos y lluvia de tierra mojada
con las lágrimas de mi sueño.

Surcos en mis besos,
en mi risa...
Surcos en el cielo de la mañana
que cruza tu vista.
Surcos que pisan las hojas caídas
después del soplo de la vida.


Foto: Antonio Texto: Edurne

viernes, 2 de noviembre de 2007

DESDE MADRID CON AMOR (Crónicas del Foro III)


Acontece, casi como amanece...
Suele acontecer que a veces amanecemos como el día, soleados, despiertos, pizpiretos...

Y entonces nos da por eso de fijarnos en todo lo que nos rodea: en la Naturaleza viva, reclamando atención, regalando sus dones a todo aquel que los quiera...
Y entonces, ante semejante derroche de generosidad, el corazón se nos ensancha y el ojo se nos aviva...
Y entonces los colores se congelan, se paralizan en la retina y el recuerdo guarda hasta la sensación que nos envuelve, que nos rodea...

Color, olor de madre Tierra. Sonidos de criaturas casi invisibles, ruidos de brisa y sol reposando en una brizna de hierba.
Verdes, marrones y rojizos, azules y grises, agua y cristal, hierro y frío, sol, calor... Otoño entre atajos de estío.


Foto: Antonio

martes, 30 de octubre de 2007

VAMOS DE BODA


No me resisto.
Ya estamos a martes 30 de octubre...
No me resisto.
Hoy es el 49 aniversario de mis queridos padres, de los míos y de los de mi hermano (es que los tenemos en régimen de fraternal "compartida").
Hoy hace cuarenta y nueve años que yo empecé a ser un proyecto, aunque todavía tardaría un año y treinta y ocho días en aparecer por aquí.
No me resisto.
Son muchos años juntos, toda una vida que se dice...
Y la próxima, el premio gordo, ¡la medalla de oro!
No me resisto.
Me siento orgullosa de ellos, de ser su hija... y desde aquí va mi pequeño homenaje, para que todo el mundo sepa que soy hija de Julián y de Edurne.
Y ¡que viva los novios!


Postal: Serie de Anne Geddes

domingo, 28 de octubre de 2007

GRRRRRRRR!!!


Esto también suele suceder.
Gruñidos varios, rabia contenida.
Así estoy yo esta mañana fresquita de octubre. Y es que no me he levantado con buen pie; no sé si ha sido con el izquierdo, con el derecho o...
El caso es que despistada... ¡un rato largo! El cambio de hora, le echaremos la culpa al cambio de hora.
Pues nada, les cuento, les digo... que estaba yo en el baño, y me ha sobrevenido, así sin avisar, un estornudo incontenible.... atchisssss! ¡Y zas, estornudar y quedarme "tóa contracturá", todo uno!
Maldigo la hora, el momento del dichoso picorcito en la pituitaria, y el estronudo descarado que ha salido con toda su fuerza, quedando libre de su prisión, pero dejándome a mí en esta otra que me tiene renegando y gruñendo desde hace unas horas. ¡Grrrrrrrrrrrr!
Ya saben, calorcito, pomadita, antiinflamatorio y mucha calma; aunque he de reconocer que también me ha dado llorona, por lo de la impotencia y la rabia. ¡Con todo lo que yo tenía que hacer!
Y miro, así como si fuera un robot y con mucho cuidadito, por la ventana y veo el día maravilloso y espléndido que nos ha tocado en suerte, y yo aquí, que hasta respirar me duele, que hasta caminar por el pasillo me produce mareo.
Ya, ya sé, me dirán que se me irá pasando, que para la noche estaré mejor, seguro... ¿seguro? Pues a ver si es verdad y la siguiente va más alegre y dicharachera, que ahora, sólo me queda gruñir: Grrrrrrrrrrrrrrr!!!
Foto: Información del Guggenheim

miércoles, 24 de octubre de 2007

HONDAKINAK


Decía el poeta:
"Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar..."

Cierto. Y para que esos caminos sean visibles a los ojos de los demás, no hace falta mucha cosa. Estos residuos, estos restos del naufargio, bien pueden ser caminos de aquí y de allá. Recortes de vidas que un día pasaron y dejaron su huella.

Nombres, fechas, lenguas desconocidas, países extraños. Vidas ocultas, vidas perdidas... Trozos de risas, de desamor, de miedos y alegrías. Buscando podemos encontrar de todo.

Dicen que estamos hechos de retales, de un poquito de esto y otro poquito de aquello. Seguro que aquí podríamos encontrar lo necesario para fabricarnos una vida a la medida. Pero primero habrá que planificarla bien, ¡no vaya a ser que escojamos el trozo equivocado!

Propongo: busquen y rebusquen, y ya luego me dicen...

Foto: Edurne

domingo, 21 de octubre de 2007

PALABRAS


Palabras de sal entre la bruma
de la mar.
Calor que evapora la magia,
y la eleva hasta el raso
del cielo eterno,
donde vigila el juego de
nuestros encuentros.
Palabras de espuma entre los minúsculos
granos de arena.
Calor que enciende la hoguera
de la casa dormida,
desde donde llama la voz
de la vida.
Palabras que se enredan entre la madeja
de tus besos.
Besos trenzados con prisa
de tarde encendida.
Palabras.
Calor en mi cuerpo,
calor en mi sueño...
Calor que busca el agua
del manatial de tu risa.
Pintura: Aitor Texto: Edurne

martes, 16 de octubre de 2007

DULCE DE FRESA (IV)


Dulce de fresa.
Fresas.
Jugosas.
Dulces.
Ácidas,
fresas...
Dulce de fresa.
Foto y texto: Edurne

DULCE DE FRESA (III)


Dulce de fresa.
Dulce como mis besos.
Foto, manipulación y texto: Edurne

DULCE DE FRESA (II)


Dulce de fresa.
Dulce como tus besos.
Foto, manipulación y texto: Edurne

DULCE DE FRESA (I)


Dulce de fresa.
Dulce como los besos.
Foto, manipulación y texto: Edurne

¡ACÉRCATE!


Acércate a mí.
Deja que te envuelva
con mi abrazo maternal,
con mis brazos de metal.
Acércate a mí.
Que yo comeré por ti,
dormiré por ti,
soñaré por ti...
Acércate a mí.
Mi abrazo es frío,
mi alma es dura,
tu cuerpo me lo agradecerá.
Acércate a mí.
Vienes por caminos ajenos,
por senderos de dudas.
Vienes y ya no te irás.
Foto y texto: Edurne

lunes, 8 de octubre de 2007

NARANJAS DE LA CHINA


Todo ocurrió sin motivo alguno. Tal vez de noche, mientras dormía. No lo sé.
Aquella mañana, al despertarme, noté un fuerte olor que inundaba la habitación.
Mi pituitaria estaba saturada, no podía respirar. Intenté abrir los ojos pero una intensa luz naranja me cegó.
Me sentí como si estuviera inmersa dentro de una gran naranja, una gigantesca...
Tardé un rato en reaccionar, y cuando lo conseguí, intenté poner en orden mis pensamientos, los últimos recuerdos. Pero más allá de la malla de tres kilos de naranjas de zumo Torres... no lograba recordar nada.
Sé que estuve en el súper por la tarde, nada más salir del trabajo, porque había recordado que me faltaban las naranjas para el zumo del desayuno.
Sé que entré, que compré la malla y que volví a casa. Esto último no lo recuerdo con exactitud, pero seguro que fue así pues sino no habría podido despertar en mi cama. Cama que ahora es como un enorme gajo naranja. Una dulce cama de zumo de naranja.
Sí, creo que todo sucedió durante la noche, no pudo ser de otro modo.
Seguro que de la malla de naranjas escapó una, ésta que ahora llena toda mi vida, que se ha convertido en mi casa, mi aliento, mi todo...
Seguro que mi naranja, en su metamorfosis, me engulló y me hizo el único motivo de su existencia. No me quejo. Una vez habituada, ya no hay problema.
Veo en naranja, duermo y sueño en naranja, siento en naranja, como, bebo, río y lloro en naranja...
Lo tengo todo. Mi naranja me protege; en ella encuentro ese dulzor que necesito en determinados momentos, y también ese puntito de acidez que hace que ningún día, aunque lo parezca, sea igual a otro.
Nadie me había hablado antes de fenómenos semejantes. Sí que había leído a Kafka y su "Metamorfosis", pero nada que ver con la de una naranja valenciana, o de la China, ¡quién sabe, lo mismo es de Marruecos!
Me parece que yo no he sufrido metamorfosis alguna. Sigo siendo la misma, aunque, eso sí, verme, me veo en naranja... pero sé que no lo soy.
Tal vez sea un sueño. No lo sé. Creo que ya dura demasiado, por eso estoy casi segura de que no lo es.
En todo este tiempo, casi cuatro meses, he podido pensar mucho, siempre pensamientos naranjas, ¡por supuesto!
Además, la biblioteca, mi magnífica biblioteca, y todo lo demás, sigue estando en su sitio. He encontrado, con gran sorpresa, nuevos ejemplares en mis baldas. Libros con títulos de lo más interesantes, tales como: "Mme. Bovary, la mecánica", "Ratones perdidos", "Hombres y naranjas", "La metamorfosis de las naranjas"...
Libros que he leído con avidez y sumo interés, creyendo encontrar en cada uno de ellos, alguna respuesta a todas mis preguntas, una explicación a lo que está pasando desde que todo esto comenzó.
Y la verdad es que no hay que preocuparse por nada.
Estar, ser, vivir, en el corazón de una naranja, es estar en el mismísimo centro del mundo, en el corazón de todos los sentimientos.
Sólo hay que dejarse llevar, querer estar... ¡Y yo he encontrado la fórmula!
También puedo comunicarme con el exterior y hacer llegar mis ideas, mis sentimientos, a través del dulce, del ácido zumo de mi naranja. Puedo llegar a todo el mundo.
En realidad, es como si fuera un ser inmortal, el único habitante de este mundo naranja...
Sólo una pregunta: ¿Habría alguien ahí fuera dispuest@ a acompañarme?


Foto, manipulación y texto: Edurne

domingo, 7 de octubre de 2007

DUETO


I

Antes de todo, antes de nada,
Nunca pierdo la quietud.
Torna el viento
Ofuscando mi ansia en
Noche cerrada, presta para
Inundar mi alma
O devolverme a la calma.

II

Escenas de tierna algarabía
Donde se confunden tu alma y la mía.
Un instante, tan sólo uno,
Ronda tu aliento, desbordando
Noches de pasión
En el verde de tu abismo y mi callado alborozo.


Pintura: Antonio Texto: Edurne

sábado, 6 de octubre de 2007

PASOS


Tacatatacatatacatatatatacata...
Pasos de la vida. Pasos con eco.
Ecos perdidos en el pasado.
Tacatatacatatacatatatatacata...
Y una, y dos, y vuelta a empezar.
Pasos que vienen y van.
Tacatatacatatacatatatatacata...
Pisan alfombra de falsa dureza,
rellena de verdades ocultas.
Tacatatacatatacatatatatacata...
Tocata y fuga. Pasos que escapan,
Ecos que vuelven.
Tacatatacatatacatatatatacata...
Vientos de allá y de acá.
Recuerdos con olor a mar.
Tacatatacatatacatatatatacata...
Postal: Regalo de Lourdes Manipulación y texto: Edurne