domingo, 25 de noviembre de 2007

EL FARO EN LA ORILLA


El faro de la orilla.
Me han regalado este faro. Viene desde Canarias, un viaje un poco peleagudo, tan grande él que creo que no cabía en la bodega del avión... pero el caso es que aquí está.
Me lo ha traído mi hermano.


Tengo un hermano que flipa sacando fotos, y tengo un novio que también se las trae... Y a mí me dejan en la mera categoría de simple aficionada.
Ya lo he dicho, pero lo vuelvo a repetir, lo de que sus fotos y sus pinturas son las que adornan los post de esta orilla, y yo, ya digo, me uno a la colección con pequeñas aportaciones (pero adorno sus trabajos con mis palabras).


Es bonito el faro, ¿verdad? Pero lo más importante es la función de un faro. Hay personas que también cumplen ese papel, y además a la perfección. Aunque seguro que están completamente ajenas a ello, a su condición de faros, de fareros y fareras de nuestras vidas...


Yo dejo aquí mi faro, por si alguien se pierde y necesita recabar en esta orillita, tomarse un algo, charlar y dejar sus sensaciones.
El faro en la orilla.

Foto: Aitor



2 comentarios:

Anónimo dijo...

ey!! qué bonita esa imagen de despistado farero-farera mayor. No es tan dificil "descubrirlos" llevan en su interior una luz potente nada facil de disimular.

post: me gusta tb. la imagen de brujula-brujulo despistado; más que nada que me ha venido a la cabeza.

Anónimo dijo...

Sí, sí... una profesión-afición-vocación y devoción muy arriesgada, pero también muy agradecida.
Uno se siente bien dando vueltas con la luz, con la aguja, la que señala el Norte, siempre el Norte, o a veces el Sur, incluso hasta el Este y el Oeste... qué más da!
Y también se divisan otros faros en la lejanía, hasta en la cercanía! Yentonces se reposta, se descansa, se turna y alivia la carga...