Se venden parcelas,
a duro la docena
-ya ven, bien baratas que están-.
Se venden trocitos de felicidad,
cachitos de amabilidad
-ya ven, de primera calidad-.
Se venden ventanas abiertas,
con vistas al azul celestial
-ya ven, vigías sin igual-.
Se venden miradas limpias,
sonrisas sinceras
-ya ven, de las que cuesta encontrar-.
Foto: Antonio Texto: Edurne
4 comentarios:
compro!!!!!
y pongo casas y hoteles!!! (ay, esto creo que no pega)
;-)
No importa, que también hay un monopoli especial del país de la felicidad... se puede, se puede!
hala!!! como las castañas a cinco euros la docena; ¿tienen opción de recompra tus parcelas? lo digo porque las castañas no, si te sale una mala, pues te aguantas.
Las parcelas son reciclables. No problem! Si alguna le sale mal, vamos y se la cambiamos...
Nada que ver con las castañas!
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