miércoles, 15 de octubre de 2014

NO HAY TIEMPO


No hay tiempo para guardarlo en la maleta de los olvidos.
No.
No hay porque la pena me robó la risa,
porque las noches se amigaron con las angustias.
No hay tiempo.
No.
No hay porque mientras llega el alba,
y el día se presenta desnudo,
como un bebé hambriento de caricias,
los ojos se me nublaron de tanta noche oscura.
No hay tiempo.
No.
El mío partió para el más recóndito de los exilios,
dejándome huérfana y dolida,
sin noticias,
sin esperanza ni un hálito de vida.
No hay tiempo.
No.
No hay porque mis tardes lloran lágrimas de segundos eternos,
porque el viento escupe pequeños retales de mi vida
—malditos los recuerdos—,
y porque el remiendo que zurzo una y otra vez con estas torpes manos,
se va cayendo a cachos, cuando no lo veo, por el abismo del alma mía.
No hay tiempo.
No.



Imagen: Internet. Texto: Edurne