Como la brisa del mar,
en calma unas veces,
furiosa, otras...
así transito por la vida.
No teman, que sigo.
Que sigo rumiando
penas y alegrías,
como cualquiera.
Que sigo el camino
que me han asignado;
sorteo los baches,
salto muros y me hundo
en charcos embarrados.
Total, ¿qué les cuento?
La vida misma.
Texto: Edurne. Imagen: Internet