domingo, 29 de septiembre de 2013

DESDE MADRID CON AMOR (Crónicas del Foro LVIII)


Hace una semana que estoy de vuelta del Foro. Septiembre toca a su fin y el otoño acaba de empujarnos un poquito hacia estancias más frescas y oscuras… Lo de frescas casi es un decir, pues los calores fuera de tiempo nos tienen un poco alborotados. El veranillo de San Miguel lo llaman.

Mis tiempos, ya saben ustedes que corren cual caballos desbocados y de aquella manera. Estoy prisionera dentro de mi propia vida. Es lo que ahora toca. Pero en lo poco que puedo asomar el morro y ver la luz del sol, o sea, constatar que el bullicio sigue vigente por todas partes, aprovecho y me cuelo un instante, tal vez dos…




Calor allí, por la capital, y por aquí, por el Botxo. Gente, mucha gente, ya se sabe, turistas ávidos de experiencias nuevas, de caras y costumbres diferentes. Y turistas no tan turistas, de aquellos que se sienten como si fueran visitantes en su propia ciudad, que de todo hay…

El Palacio Real. Nunca había traspasado las verjas, nunca. Yo asocio el Palacio Real de Madrid al viaje de novios de mis padres, dentro de un mes 55 años de aquellos días, y a una foto preciosa que se hicieron en el patio de armas (digo yo que se dirá así) con el imponente palacio detrás…




Pues resulta que hay una exposición en sus entrañas, llevada desde El Escorial, su espacio habitual, a este otro más céntrico. ”De El Bosco a Tiziano. Arte y maravilla en El Escorial”. Mucha gente haciendo cola, mucha gente dentro. Está bien, pero yo esperaba más cuadros, no sé… De cualquier forma, pasearse por los recargados aposentos que han pisado personajes de tan alta alcurnia… hace gracia (al menos a mí, que me los imagino todos empelucados y demás).



Los paseos siempre forman parte de mis visitas al Foro. Hoy les voy a enseñar un par de fotos de una casa que está construida en la misma muralla que rodeaba a Madrid tiempos ha… ¡Ya ven, cualquiera no puede decir que vive en la muralla!



Y también me encontré con unos cielos azulísimos, verdes ramajes y… con Mariano José de Larra, que me miraba así como sorprendido, o aburrido, que cualquiera sabe, ¡tanto tiempo lleva el hombre en semejante posición! “Vuelva usted mañana” creo que le oí murmurar. Siento no haber podido cumplir su deseo…



Y luego está esta moda de celebrar “el día de…” en este caso, debía ser el día sin coche, o el día probicicleta. La gente aprovecha cualquier evento para echarse a la calle y lucir palmito, en este caso, con eso de la bici y sus posibilidades, ya ven ustedes, un gimnasio en plena calle: música, bicis estáticas, ganas de pasarlo bien y de que te vean, te saquen fotos… ¡Ya, la diversión está asegurada! ¡Hasta los maniquís se apuntan!



Mientras mi trajinado cuerpo descansaba el pasado viernes en el asiento del bus de las 4 de la tarde camino del Foro, y a medida que avanzábamos, un precioso espectáculo se abría ante mis ojos: las nubes se iban despejando. Me dio por sacar unas pocas instantáneas desde mi atalaya. Y cuando me cansé, se lo imaginan ¿no? Sí, libro.



Llevaba yo recién compradito este libro de Seve Calleja: “El oso hormiguero de su majestad”.
A Seve Calleja solo le conocía de leer sus libros en Euskera en la escuela, pues es un escritor muy prolífico en literatura infantil y juvenil, pero yo desconocía esta parte de su producción para adultos. El libro está situado cronológicamente en la época del reinado de Carlos III (miren, de nuevo aparece el Palacio Real), la expulsión de los Jesuitas, los viajes a ultramar… Me ha gustado mucho, entretenido y curioso, porque el coprotagonista de la historia es ni más ni menos ¡que un oso hormiguero!


Otro libro que he leído, muy rapidito la verdad, pues se lee en un periquete, es este otro de Éric Faye, “La intrusa”. Tenía este libro por casa desde hacía un tiempo, pero no me había dado tiempo a leerlo en el momento en que lo compré, y… ¡Ya está! Autor francés, temática nipona. Vaya mezcla, ¿no? Escueta, directa, tremendamente íntima, con la soledad del individuo arrastrando por todas las páginas (107)… Si les gusta lo japonés, como a mí... lo pueden leer. Y si no, también.



De Madrid me traje “El guardián entre el centeno” de J.D. Salinger, un clásico. Lo leí hace casi mil años (una exageración, evidentemente), en la edad de piedra o así, allá por el instituto. Tiempo es de volver a leerlo.



Y también he comenzado la lectura de otro autor clásico, Henry James, con su novela “Los papeles de Aspern”. Promete.



Y mientras cambiamos de mes, de estación… ¡que la vida nos sonría!



Fotos: Antonio y Edurne Folleto y entrada: de la exposición.  Imagen caballos y Carlos III: Internet. Escaneado libros: Edurne

domingo, 15 de septiembre de 2013

HISTORIAS DE LA RÍA XXXI y VUELTA A CLASE


La humedad produce herrumbre. Ya, eso me parece a mí. Debo de estar algo oxidada. En los adentros, por las autopistas del alma…



Las aguas por mi Ría fluyen a su aire, vamos, un poco como yo. Hoy rápidas, cantarinas… Mañana, pesadas, tristonas, oscuras y plomizas. Y luego está el sirimiri. Y el sol que nos hace burla un día sí y dos también. Hoy, por ejemplo, estábamos preparados para un domingo infernal, y… ¿? Pues nada,  que en la terraza tengo la sombrilla abierta. El reloj marca las 19:05 y el mercurio 24 graditos septembrinos.

Estoy como el tiempo, unos días lo veo todo con optimismo, y otros, me abato solo de pensar en el futuro. Y miro hacia ese horizonte incierto un poco despeinada, lo reconozco, pero es que soy como una madeja desmadejada, se me escapan los hilos, los cabos se me enganchan por las esquinas inciertas de esta vida… Necesito un noray donde amarrar mis muchos miedos y angustias.




Bilbao ha vuelto a la normalidad, y yo sigo sin poder respirar con tranquilidad, muy al contrario.
Al volver septiembre–porque siempre vuelve–se disparan las alarmas del comienzo de curso, muchas alarmas. Desde el día 2, más cargas. Había que elegir curso, como yo terminé con los de sexto en junio, pues me tocaba elegir grupo nuevo. Soy la primera para elegir, no hay problemas, puedo escoger lo que quiera… Y ejerciendo mi derecho, me he lanzado a la piscina y he escogido a un grupo de 6ºB que quedaban huérfanos al haberse jubilado su profesora, y que llevaban desde junio pidiéndome que los eligiera, que eran los más guapos, y que yo, evidentemente, también era la más guapa… ¡pelotas! No es un grupo bueno, para nada, pero, son diez. Ahora sí, una decena muy DECENA, ya me entienden. De esos diez, siete son mercheros, y los otros tres, de ese tipo de familias… también me entienden, ¿verdad? Un reto, oigan, un reto. Además, la mitad es repetidora de algún curso de primaria, es decir, que ya tenían que estar en la ESO. Pero ellos encantados de estar conmigo. Ya ha pasado una semana y el viernes sí, el viernes ya acucié el cansancio. Nada, a por todas, a las barricadas si hace falta. Una es maestra por vocación, y eso, reconozco que es una gran ventaja.



Me hizo gracia que el otro día me comentaran mis compas del equipo directivo: “Edurne, tú siempre has estado con los de la élite, ahora verás…” Pues sí, es cierto, esto es como un aprendizaje mútuo.


A Bilbao le están afianzando los pilares, los cimientos acuáticos. Cerca del Arriaga ya están de cambios. Lo mismo, pero reforzado. Es igual que con las personas: renovarse para no morir.



En agosto todavía sacaba algo de tiempo para leer, pero ahora llevo unas semanas a barbecho total, y me fastidia muchísimo, porque, entre otras cosas, no dejo de agenciarme libros, así que iré por partes, primero les enseñaré los que leí el mes pasado, y el resto, para otra ocasión… Y bueno, ya aprovecho para comentar que el miércoles 18 a las 7 de la tarde será la presentación de nuestro libro “Al hilo de la trama”, en La Casa del Libro en Urquijo; ya saben que si hay alguien de estos lares que esté interesado… puede presentarse y disfrutar un ratillo con nosotros, yo allí estaré leyendo, como siempre. ¡Y tenemos hasta cuentacuentos particular!




Vuelvo a las lecturas pendientes de comentar:

INTEMPERIE de Jesús Carrasco.
Según las críticas, un boom literario. Yo lo he leído por recomendación del profesor Pedro Ojeda, del blog LA ACEQUIA. Ya saben quienes me siguen asiduamente, que el blog de Pedro es una pequeña joyita en este inmenso mar bloguero. Pues bien, el profesor Ojeda, tiene un renombrado y exitoso club de lectura en dos versiones, a saber: una presencial, una vez al mes en la propia Universidad de Burgos, donde él imparte sus clases, y la otra, virtual, a través de su Acequia, y en la que, buenamente, los colaboradores más entusiastas (yo también lo soy pero carezco de tiempo) y rigurosos, hacen unas estupendas aportaciones. QUEDE AQUÍ MI RECOMENDACIÓN. Pues bien, el primer libro para este comienzo de curso, será esta novedad literaria. Suelo seguir los consejos de Pedro, todos los que puedo, y éste en concreto, fue uno de los que yo ya tenía en mi categoría de “curiosidades”, porque me lo encontraba en casi todas las librerías. No me lo pensé. Zis-zas, al bolso, previo paso por caja, ¡cómo no, no vayan a pensarse que los dedos se me hicieron huéspedes…! Lo que dicen de esta novela, novela corta, es muy cierto, aunque yo, he de confesar que tardé en entrar en el ambiente tan desolado de ese lugar incierto, pero terriblemente familiar, pues es el de la soledad más angustiosa. Y si el protagonista es un niño que huye… entonces ya ni les digo. Y no les digo más porque yo creo que es una obra para leerla, para volver a leerla (en ese pensamiento y decisión quedé yo…), acongojarse y reflexionar sobre tantas cosas que aún hoy en día están vigentes. La huida hacia adelante, el paso de la infancia a la adolescencia, a la edad adulta, los miedos, los secretos, las humillaciones, los silencios, los consentimientos…




UN LARGO SILENCIO de Ángeles Caso.
Ángeles Caso me cae bien. Y no es porque seamos de la  misma quinta, de la cosecha del 59, ni porque sea una apasionada del Arte como yo, de hecho es licenciada en Historia del Arte, y yo estudié Historia… Ni tampoco porque compartamos un mar bravío y de raza como es este Cantábrico nuestro de cada día… No. Ángeles me cae bien así, porque sí, porque son de esas cosas que una las sabe desde el principio. Me parece una persona honesta. Recuerdo su paso por la tele, donde adquirió notoriedad por su buen hacer y también, porqué no decirlo, por esa negra y ondulada melena… Y ahora, como escritora, me parece seria, discreta y constante. Este libro que les presento hoy, ganó un premio en el año 2000. Claro, que eso de los premios, para mí, no tienen ninguna importancia. Cuántos premiados no merecen haberlo sido, y sí, escritores magníficos, que, por el contrario, nadie sabe ni cómo se llaman están condenados al más oscuro de los ostracismos literarios, en la trastienda… Cosas del marketing, supongo, pero bueno, no voy a meterme en esos berenjenales. UN LARGO SILENCIO también tiene niños entre sus páginas. Páginas escritas con mucho dolor, donde casi todo se ve gris, negro, con cenizas que cubren hasta el mismo olvido. Pero es una historia de lucha, de superación, de valentía, y de mujeres. Oigan, léanlo si pueden, también merece la pena.




EL SEÑOR IBRAHIM Y LAS FLORES DEL CORÁN de Eric-Emmanuel Schmitt.
De este librito hay una película que recuerdo haber visto, protagonizada por Omar Sharif, que es como un comodín en esto de interpretar personajes tan variados… Bueno, pues la historia es como una pequeña fábula donde se mezclan ternura y soledad a partes iguales. Donde se nos enseña que no todo es lo que parece, y que…la vida te pone en el camino correcto sin que nos demos cuenta. Se lee rápido y bien. Y se piensa. Apunten… ¡y no, nada de fuego!




NO TENGO MIEDO de Niccolò Ammaniti.
Esta novela es una de las que tenemos programadas para las tertulias de nuestro taller. También hay niños, unos pocos. Niños que viven en la atmósfera asfixiante de una aldea remota en la Italia más profunda. Niños que tienen que despertar bruscamente a la llamada de la vida, con el espanto de una realidad nada amable. Y el protagonista más que ninguno, ya que descubre por casualidad un terrible secreto que tiene a todos los habitantes, todos y escasos a la vez, de  la aldea, prisioneros de sus hechos. También se lee bien, con avidez me atrevería a decir yo. A mí me costó pasarme a la siguiente historia, y así me ando desde entonces, que he empezado cuatro libros y los cuatro he dejado reposar… Por supuesto que recomiendo su lectura. Hay que abrir nuevos horizontes dentro de la narrativa de hoy en día.




El Botxo, como todas las ciudades en estas épocas, se transforma, y en ese travestismo urbano, una se despista.  ¡Fíjense ustedes que hasta los perros tiene aparcamientos propios! Ya, ya sé, que en los últimos tiempos, me despisto más de lo habitual, aunque nunca en lo esencial.



No sé cómo bajarán las aguas de aquí a diciembre. Nada, no sé nada, y creo que es mejor no saberlo. Me dicen: ”Edurne, el día a día…” Y sí, así ha de ser, porque de lo contrario me podría/nos podríamos volver loca/locos. Ustedes no se vuelvan locos, ¿eh?




Fotos: Edurne (la mía, Antonio). Escaneado libros: Edurne. Imágenes: Internet (pintura de “La joven maestra de escuela” de J.S Chardin).


viernes, 6 de septiembre de 2013

LAS DEUDAS DE LA VIDA

Lamen mis costados
penas y quebrantos.
Vienen de ocho en ocho,
o de siete en siete,
da igual,
pues nunca se los siente…
Camino en silencio,
levantando con cuidado las puntillas
de mis viejas enaguas raídas,
y canto con voz prestada
para espantar los terrores
que se acercan veloces.
Echo cuentas de deudas con la vida:
siempre fui buena pagadora,
pero es ella la que me cobra ahora.
No, no me salen esas cuentas.
Y me manda a sus sicarios
enmascarados como si fueran relicarios,
para confundirme,
para vencerme…
Yo les saco la lengua,
les burlo y me alejo,
–corriendo–
por lo menos,  más de una legua.
Sé que me acechan muy de cerca,
que me han visto.
Pero no saben que soy muy terca.
Que vengan,
que vengan…

Pintura: Antonio.  Texto: Edurne.