domingo, 27 de febrero de 2011

DESDE MADRID CON AMOR (Crónicas del Foro XXXV)


































Casi cuatro meses y medio que no pisaba el Foro. Y éste me recibió con los brazos abiertos, como siempre, sólo que el sábado me quiso homenajear y me dedicó un solo continuado de lluvia a discreción (maldita la gracia que me hizo…), menos mal que el domingo se permitió una sonrisa soleada, y aunque a las cinco y media ya tenía que estar en el bus de vuelta al Botxo, todavía hubo tiempo para bastantes cosas.

El fin de semana pasado me di una vuelta por la capital del reino, aprovechando que el Manzanares ya va recobrando su aspecto más natural y de que las ferias de arte se daban cita en la ciudad: ARCO y ART’11 MADRID.
Como el año pasado estuvimos en Arco, y, personalmente
, no creo que sea una maravilla como para volverse locos… este año, hemos cambiado la visita por ART’11 MADRID, en el Pabellón de Cristal de La Casa de Campo, donde tenía lugar ARCO antes de que pasara a las instalaciones del IFEMA.
Bueno, me parece que el arte, en todas sus expresiones tiene mucho de general y de particular, de inventado y de ya visto… A cada cual le sugiere algo distinto, o simplemente, no le “dice” nada. A mí me gustó lo que vi, tal vez porque la visita fue más tranquila, con menos agobio. La estructura de la feria digamos que es casi igual a la de ARCO, lo único que aquí las galerías son de la Península Ibérica, y predomina la pintura, sin dejar totalmente de lado la escultura, la fotografía, las perfomances…
Nos dedicamos a ver, observar, sacar fotos y más fotos, ya saben, divertimento que engancha la tira, y que luego permite que volvamos a recordar lo ya visto. Aquí les pongo unas cuantas, aunque si me dejara llevar por mi entusiasmo, las colgaría todas, ¡y son unas cuantas! Espero que las disfruten.

Y como el sábado fue un día así, tan soso y desgarbado, climatológicamente hablando, a la noche nos fuimos al cine, por aquello de matar el rato y ponernos al día en cuestiones cinéfilas (¿o será cinematográficas?). Elegimos, dentro de lo que había y las largas colas nos ofertaban… El discurso del rey”, que, al estar tan de moda su actor Colin Firth (que me encanta, pero desde antes), pues eso, que pasamos un rato agradable con el film. La recomiendo, no sólo por el papel de los protagonistas, muy buenos actores, sin duda, sino también por la otra forma de presentar a la corona británica.

El domingo, como ya he dicho, amaneció claro, azul, fresco pero soleado…. ¡Al Retiro con nuestros cuerpos! El Retiro un domingo por la mañana es un clásico, en mi vida madrileña, al menos siempre ha sido así. Me chifla El Retiro. Gente, gente y más gente. Los pasos te llevan por aquí y por allá, y los árboles, y los cielos de Madrid y los patos del Lago Grande y del lago del Palacio de Cristal. Por cierto, los cisnes negros (imagino que serán los de casi siempre, yo creo recordar un par de ellos desde hace veinte años por lo menos) que seguro que son pareja, y que van juntitos a todas partes, decidieron darse una vueltita, porque, vamos a ver, también tienen derecho a deambular por sus dominios como un paseante cualquiera, ¿o no?
Así que fotos, respirar airecito dominguero, tomarse una cervecita mirando al lago, que estaba atiborrado de barquitas y remadores aficionados.

Y La Cuesta de Moyano, ¡cómo no! ¿Cómo salir ilesa de los ataques de las saetas literarias de Moyano? ¡Imposible! Así que, sí, como ustedes mismos ya se pueden imaginar, sucumbí en la batalla. Ya comentaremos de mis “heridas” en otra entrada.
Y ahora mismo, hablando de Moyano, de ART’11 Madrid… me ha venido a la cabeza un reportaje que vi en La 2 hace no mucho, acerca de una artista plástica (Alicia… no recuerdo su apellido, creo que es Martín, pero que vi alguna de sus obras en la feria), que trabajaba con libros. Iba a la Cuesta, compraba cantidades ingentes de libros, claro, viejos, muy viejos e imagino que no primeras ediciones y descatalogados… y luego trabajaba con ellos. Una de las fotos que he dejado aquí es de ella.

El bus de vuelta me dejó el tiempo suficiente para reposar lo visto, lo hecho… Y de paso, seguir con mis lecturas.
Bilbao está de lluvia hoy, aunque hemos tenido días de sol, muy buenos. Lo que si tengo es mucho trabajo, por eso esta Crónica se ha retrasado, pero bueno, como dice el refrán: “Más vale tarde que nunca”.
Que se entretengan un ratito con esta Crónica y que hayan disfrutado de su fin de semana.
Un abrazo para todo el mundo que pasa por esta Orilla.


Fotos: Antonio y Edurne. Obras, todas de la feria ART’11 MADRID. Siento no saber los nombres de la mayoría de los autores… pero allí estaban Chillida, Eloy Morales, Pellicer, Calatrava, Los hermanos Roscubas (tíos de unos cuantos alumnos míos, por cierto...), Teresa Correa, Alicia Martín... Cartel de la película: Internet

sábado, 26 de febrero de 2011

ENTRESUEÑOS (VI)



Estoy cansada del eco
de estos pensamientos que
se pierden entre nieblas
y suspiros de noches eternas.

Cansada de las voces
que me llaman desde
el lejano olvido de
los sueños imposibles.

Estoy cansada de la misma cara
en la otra moneda,
siempre encerrada
en la mano del destino.

Cansada de caminar
la misma vereda,
ayer, hoy, mañana,
nunca, algún día…

Estoy cansada de la insolidaridad
de las miradas
que pueblan mis días,
robando una sonrisa.

Cansada de tanto cansancio,
del sueño,
del miedo a cerrar los ojos y
no encontrar nada en el otro lado.

Estoy cansada de gritar y no ser oída,
de llorar y no sentir
el consuelo del alma perdida.
Estoy cansada, cansada…





Foto: Edurne, de una pintura vista en la presente edición de ART’11 MADRID (disculpas por no saber el nombre del autor) Texto: Edurne

viernes, 18 de febrero de 2011

DIARIO DE UNA MUJER (VI)



Lunes 1 de noviembre de 2010

23:07
Lo prometido es deuda, cuaderno, así que aquí me tienes. Lo que pasa es que voy a echar un vistazo a todo lo que tengo escrito desde que empecé. ¿Me esperas?
¡Vaya, pues he escrito bastante más de lo que pensaba!

Y el caso es que hoy llevo un día un poco “arrastrado”, no me siento como muy bien de cuerpo, o sea, que me da la ligera sensación de que estoy medio queriendo agarrar una gripecilla otoñal o catarro o… Me duele todo, hasta las pestañas postizas que no uso, y eso, ya es mucho decir, vamos, ¡que estoy como para tirarme al suelo! Cuando digo esto en casa, todos se ponen en plan alerta, porque quiere decir que estoy… ¡que ya no puedo más!
Me he tomado una infusión de Echinacea, que es muy buena para las defensas (aunque si las mías ya están soterradas…) y un paracetamol. Algo hará, digo yo. Lo que no sé es si voy a aguantar mucho escribiendo. Lo voy a intentar, sí, que me he propuesto ser disciplinada con esta historia, y además, aunque el otro día dijera que estaba abriendo la Caja de Pandora de mi vida, sé que es necesario y que a la larga me voy a sentir mejor.
Yo creo que hoy estoy así, de tanta emoción, de tanto sentimiento extraño pululando y pujando por salir, de tantas preguntas a las que estoy buscando respuesta… He leído por ahí, que el cuerpo enferma cuando el alma enferma. Psicosomatizar. ¡A ver si ahora me va a dar a mí por manifestar mis angustias y mis miedos así! También he aprendido otra palabra: catarsis. Y como todo esto es nuevo para mí, por un lado, estoy encantada de ir descubriendo tantas cosas que desconocía, y por otro, estoy asustada, mejor dicho, ¡acojonada!

Nieves me ha llamado para preguntarme cómo estaba. ¿Y qué hago yo ahora con este nuevo sentimiento de “hermandad” que nos ha nacido a las dos de repente? Creo que lo mejor es dejarse llevar, fluir… Mari Puri, me tienes asombrada, tú tan suelta, utilizando estas palabras que antes te eran totalmente ajenas, aprendiendo a hablarte, a mirarte al espejo y decirte cosas… Es que eso del espejo me lo dijo Mamen, pero Nieves también habló el otro día de espejos. Yo nunca me he mirado, así, de mirarme y verme, encontrarme. No sé cómo explicarlo, pero es algo muy curioso. Bueno, yo sé cómo soy, cómo es mi cara, mis rasgos, mis expresiones, mis ojos… todo, perooooo, me faltaba descubrirme más allá de la piel, del envoltorio, detrás de esas pequeñas arruguitas, de esos ojos que a veces brillan y otras, parecen apagados, de esa sonrisa casi forzada… Y entonces es cuando tu cara parece que no es tu cara, que te apareces, te desapareces y te encuentras con otra Puri. Huy, parece como de peli de miedo, pero es así. De esto, a Alfredo, nada de nada, claro, porque, conociéndole, con lo miedica que es, seguro que empieza a pensar que se me está yendo la cabeza, y se asustaría… ¡ni te digo lo que se asustaría!

Bueno, pues yo ahora, me miro todas las mañanas. Me planto delante del espejo y espero a que salga la de verdad. Y cuando la encuentro, la saludo, la recibo tal cual. Que si viene desgreñada y triste, pues intento animarla…. Que si viene alegre, más guapa y con brillito en los ojos, pues nada, la festejo, le echo piropos y me pongo de fiesta con ella. Es un ejercicio, ya lo sé, pero a mí me está empezando a gustar.

23:30
Si había empezado yo con poquitas ganas y mira qué pasa, ¡a ver si me va a enganchar este lío de la escritura! Me acuerdo que de pequeña, bueno, con doce, trece años y así, me gustaba mucho hacer redacciones, me chiflaba, y hasta soñaba con escribir cuentos y esas cosas. A mi hermana Blanca le escribía historias cortitas, y ella, como era una cría, se las creía todas. ¡Y yo, tan feliz, claro! ¿Por qué dejaría de estudiar? Si total sólo tenía que haber hecho la Selectividad y haber escogido algo, pues como Mamen por ejemplo, Magisterio, y luego igual otra cosa, Otra vez como Mamen, Historia… Qué rabia, ¿no? Mis dos hermanas, universitarias, mi mejor amiga, universitaria… ¡y yo, ama de casa!

¡Heyyyyy, alto ahí, guapita de cara! Mari Puri, Mari Puri, no me cabrees, que tú eres el alma mater de esta familia, que no se te olvide, y ser ama de casa, o “Directora de Hogar”, como dice tu/mi madre, es algo importantísimo, o si no, mira alrededor, empezando por ella, por la madre…
Y tú, ¿qué piensas, que has estado perdiendo el tiempo todo este "idem"? Pues echa cuentas, bonita, echa cuentas, pero bien echadas. Cuentas de tiempo, de amor, de sacrificio, de trabajo, de preocupaciones, de apoyo, de acompañamiento, de estar, de ir, de venir, de hacer deberes y solucionar todo tipo de problemas, de arreglar bajos de pantalones, de estrechar faldas y blusas, de remendar calcetines, de planchar, comprar y cocinar, de escuchar, consolar, de curar heridas del cuerpo y del alma, de acunar, amamantar, limpiar, barrer y fregar, de… Por Dios, ¡si la lista sería interminable! ¡Si tú solita cubres todos los oficios!
¿Todavía sigues pensando que has perdido el tiempo?

¿Sabes? Creo que voy a hablar un ratito con la del espejo…
Hasta… cuando sea, cuaderno, pero espero no tardar mucho, lo prometo.

Puri

Imagen: Internet Texto: Edurne

miércoles, 16 de febrero de 2011

¡VAYA CIELOS!




Dicen que "A quien madruga, Dios le ayuda", y seguro que no les falta razón.
Andaba yo presurosa esta mañana, con la hora pegada a salvo sea el lugar, cuando, caramba, todo ha sido uno: asombro, móvil al canto, gafas encajadas de aquella manera y ¡clic!
Estos cielos me estaban saludando y yo casi sin enterarme. Una pena, habría sido una verdadera pena el que me hubiera perdido semejante visión.
Yo es que miro mucho hacia las alturas celestiales (alguien tal vez le buscaría otras explicaciones más... divinas), y las nubes me fascinan.
Ando muy de corridas con todo, muchas cosas, mucho trabajo, mucho de todo...
Pero quería compartir con ustedes estos cielos de primera hora.
Los de esta tarde (son las 17:02) tienen un sol juguetón, envuelto entre jirones de nubes de "vienenyvan". Pero Eolo sopla un poco furioso, no sé... alguien le habrá enfadado. A mí que me registren, yo no he sido...
Tengo a Puri esperando a que la ponga a escribir, vamos a ver cuándo puede ser. Mientras tanto, me tengan paciencia. Además hoy es el cumpleaños del progenitor, y hay que agasajarle como se merece después de tan mal año.
Les dejo un abrazo de Orilla con espuma chispeante y brisa traviesa.
Que febrero esté transitando con calma, por aquí y por allí...
;-)

sábado, 12 de febrero de 2011

DIARIO DE UNA MUJER (V)



Domingo 31 de octubre de 2010

21:34
Sí, ya sé, hace demasiados días que no me pongo en la tarea de hablarme. Lo sé, pero es que yo creo que no estoy bien. Lo intuyo. Y también me da la sensación de que he abierto una caja de Pandora, que estoy dejando que demasiadas cosas salgan a la superficie. No sé…

Durante estos días he estado hablando con muchas personas, y he de confesar que me he llevado más de una sorpresa. Sorpresas que me han dejado muy pensativa, algunas porque me han sorprendido gratamente y otras porque me han hecho mirar hacia adentro y hacia atrás. Yo sé lo que me digo.
Hablé con Mamen, hablé con mi hermana Nieves, hablé con mi prima Marian, con mi tía Pura, y también hablé con Alfredo. No es que se me hayan solucionado los problemas ya digo, pero sí que estas charlas me han hecho cambiar algunas percepciones.

Mamen me llamó la semana pasada. Quedamos una tarde, la única que ella está más o menos libre. Primero nos fuimos de compras, que sí, que al final compramos. Y después nos sentamos frente a un café y un bollo, nos miramos a los ojos y hala… Mamen empezó con uno de sus famosos interrogatorios. Cuando te mira así, sabes que no hay escapatoria, que tienes que hablar y pobre de ti si no sueltas la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad. Siempre ha sido así, desde que era una niña ha tenido ese poder sobre las personas. Pero lo curioso es que la suya no es una mirada intimidatoria, más bien al contrario, es una mirada acogedora, y sabes que puedes contarle lo que sea, que ella te va a comprender y a ayudar.
Hablé, ya lo creo que hablé, y lloré y moqueé y también me reí, cómo no reírse con las salidas de Mamen, siempre listas para apaciguar los momentos más tensos. Esta mujer es genial, no, ¡si en el fondo soy una suertuda, y va a ser que me quejo de vicio!
Ahora no voy a contarme toda la conversación con Mamen, porque ya me la sé, pero sí me voy a extender, porque tal vez así la entienda mejor, en la conversación que tuve con mi hermana Nieves.

A Nieves la llamé yo. En un principio fue una conversación trivial, la telefónica, sin implicación alguna, pero según hablábamos, me armé de valor y le dije que quería, que necesitaba, hablar con ella. Se sorprendió pero no puso ninguna pega, es más, estaba dispuesta a quedar al día siguiente cuando ella saliera del trabajo…
Mi hermana Nieves es casi dos años mayor que yo, nada, un breve espacio de tiempo que nos mantiene dentro de una misma generación, y sin embargo siempre me he sentido más unida a Blanca, a la que llevo seis años, que a ella. Ahora lo lamento infinitamente. Por mí y por Nieves, que ha tenido que sentirse muy sola. Ahora lo sé. Ahora entiendo que tuviera que recurrir a un cuaderno, entre otras cosas por eso precisamente, porque en casa tenía una hermana que no se tomaba la molestia de escucharla ni media hora. He sido una egoísta, está claro. Y me temo que soy culpable de muchas más cosas. En mi descargo tengo que alegar que era completamente ajena a las consecuencias que mis actitudes producían en los demás.

Yo era una niña feliz, una adolescente feliz, una joven feliz, una mujer adulta feliz… y ahora, la vida me viene a presentar la factura. He vivido demasiado tiempo pidiendo crédito y llegó el momento de pagar los intereses. Así lo veo.

Nieves, mi hermana (tengo que escribirlo y leerlo para que se me meta bien en la cabeza y en el corazón: Nieves, mi hermana, Nieves, mi hermana…) siempre fue la más callada y tímida de las tres. Era la niña seria, la que parecía más mayor, la estudiosa, la constante, la niña modelo. Recuerdo que me fastidiaba, y por eso, cuando descubrí que escribía cuadernos, mi reacción no fue la más adecuada, está claro: me reí de ella, y encima la llamé cursi y repipi, le dije que los leería y se lo contaría a todo el mundo. De verdad, mirándolo fríamente, yo era un poco puñetera, ¿no? Pero es que nunca he “visto” esta parte de mi vida así, la parte en la que implico a mi hermana, o ella me implica a mí en su vida…

Nieves es bióloga, y un cerebrito además. Se la veía venir, siempre estudia que te estudia, siempre sacando sobresalientes y hasta matrículas de honor. Trabajaba, estudiaba, vamos, ¡un mirlo! Sacó una oposición y entró en la Universidad a dar clases, ahora es jefa del Departamento de Biología Celular. ¡Ahí es nada! Pues esa es mi hermana, sí señor, y parece que acabara de descubrirla.
Está casada, pero se casó muy tarde, a los cuarenta y cuatro años, con Iñaki, un encanto de hombre, la verdad. Un colega suyo, claro, mi hermana tenía que encontrar al hombre de su vida cerca, nunca ha tenido tiempo para nada más, así que se ve que estaba esperando muy cerquita de ella, en la Uni. Iñaki es muy distinto a mi hermana, es alegre y socarrón, muy abierto, un bromista de tomo y lomo. Además tiene una pinta así como de profesor chifladus que le hace más entrañable aún. Pero ahora, después de hablar con Nieves, creo que Iñaki y ella se complementan totalmente. No tienen hijos, ya les pilló mayores lo de contribuir a la repoblación del planeta. Creo que voy a tener que hablar también con él. Necesito hablar con mi cuñado, y darle las gracias por haber llenado un poquito ese hueco que le dejamos al descubierto tanto Blanca como yo.

Mañana sigo, que ahora estoy cansada, se me ha echado encima la hora de la cena. Tengo hambre y empiezo a oír un concierto de solo para tripa hambrienta en Fa mayor que…
Hasta mañana, cuaderno, lo prometo, mañana vuelvo.

Puri

Foto: Edurne (parte de mis cuadernos) Texto: Edurne
Aclaración: Creo que no tendría que ser necesario puesto que ya lo he aclarado las otras veces, pero, me parece que todavía hay quien se piensa que estos diarios son los míos, que este personaje, Puri, soy yo...
NO.
Puri es producto de mi imaginación y en ella reflejo parte de lo que somos las mujeres, de las cosas que nos pasan, de lo que sentimos... En ella estoy presente yo, sí, pero también están todas las mujeres que conozco y que no conozco. Seguro que muchas de vosotras, mujeres que me leéis, os sentiréis identificadas en algo. Pero que quede claro que lo que le pasa a Puri, no es lo que me pasa a mí. Aunque me chifle el Colacao y también escriba en cuadernos... ;)
Lo digo por si acaso...

HOY


Hoy no traigo mariposas revoloteando mi mirada,
y no llueven margaritas en mi jardín.
Hoy no hay algodón en mis sueños
ni oigo las risas de mi infancia.

Hoy, miro y nada veo…

Hoy me rodean nubes gruñonas,
y el viento me empuja y me empuja.
Hoy mi sombra tiembla, mi boca llora
y me pesa el aire, y me sobran las voces.

Hoy, tan sólo me escondo y corro, corro…


Pintura: Antonio Texto: Edurne

lunes, 7 de febrero de 2011

BBB


Maremagnum en el tubo de escape.
Escapa la vida,
la del sueño.
La buena,
la bonita,
la barata.
Aquélla que tú me regalaste.
La que yo acepté.
La que al final
tú mismo me robaste.

Imagen: Internet. Texto: Edurne, año 1977

domingo, 6 de febrero de 2011

POR UN BESO



Caricias de saldo,

besos en rebajas.

Amor para pobres.


Foto: “Le baisier de l’Hôtel de Ville” de Robert Doisneau. Texto: Edurne, año 1977

jueves, 3 de febrero de 2011

DIARIO DE UNA MUJER (IV)



Martes 19 de octubre de 2010

23:06
Pues hoy no tengo mucho ánimo para ponerme con esto de escribir. Hace días que no lo hago y si no es porque me he obligado, no habría empezado, pero ya que estoy aquí…

La verdad es que me siento un poco triste estos días, más exactamente desde el viernes pasado. ¿Que cuál es el problema? El problema es la cita del otro día con el psiquiatra. A ver, sé que tengo que hablar de ello, que mejor sería empezar por el principio, más que nada por ordenar mis ideas, mis sentimientos. ¡Pero me cuesta tanto! Me cuesta no romper a llorar, que es lo que más fácilmente me sale últimamente. Estoy tan sensible… Todo lo tengo a flor de piel, todo. Algún simple diría que claro, con mi edad, seguro que ya estoy menopaúsica y que es normal, que mejor no hacerme caso, que ya se me pasará. ¡Ja! Si todo fuera así de sencillo, esperar un poco y ¡listo!

El caso es que es la segunda vez que paso consulta con este hombre. Será muy bueno o qué sé yo, pero no, a mí no me sirve absolutamente para nada. Yo necesito hablar, que me escuchen, sentirme apoyada, comprendida, y no que me miren con cara de búho, que asientan todo el rato con la cabeza, y que acto seguido saque el talonario de recetas y zis-zas… ¡antidepresivos y ansiolíticos al canto! Pues no, no los tomo, paso de sentirme abotargada todo el día, de ir por la vida como un zombi, y ¿para qué? Para que mis problemas sigan ahí, en el mismo sitio, sin moverse ni cambiar un ápice. Esa solución no es válida para mí. Yo quiero ser consciente de todo lo que ocurre a mi alrededor, bueno o malo, pero necesito las herramientas que me ayuden en el trabajo de solucionar los problemas que se me van presentando.

Aparecí en la consulta de este hombre por la insistencia de Marina, mi médico de familia. Marina es un encanto y nos conoce a todos desde hace muchos años. Ella lo hace de buena fe, pero no ha acertado mandándome al psiquiatra. Claro, seguro que se sentía un poco desbordada conmigo y ha creído conveniente la intervención de un especialista…
Y este buen hombre, el psiquiatra, porque vamos a dar por sentado que es un buen hombre, que ha estudiado tanto porque quiere ayudar a sus semejantes… Pues eso, que este buen hombre, se enfadó mucho conmigo el otro día cuando le dije que no, que no estaba tomando la medicación. Y que entonces para qué iba donde él. ¡Otra vez JA! Pues para que me ayudara a curar las heridas del alma, para que me escuchara y me orientara… ¡Poco menos que me mandó a ver a un cura!
Agarré una llorera allí mismo…
Y porque una es educada, que ganas no me faltaron de decirle cuatro cosas bien dichas, en serio. Hay algo que se llama “EMPATÍA”, y las personas que se dedican a estos menesteres deberían tenerla de forma natural. Y humanidad, compasión, en el buen sentido de la palabra, y paciencia, y…
Total, que me marché de la consulta peor de lo que había ido. O sea, en mi caso, peor el remedio que la enfermedad.

Salí y no sabía muy bien qué hacer. El rapapolvos que me echó fue de los de órdago, y eso me hizo pensar en muchas cosas. Decidí “jugar” un papel con él, y en la próxima consulta, al mes que viene, lo pondré en práctica. Pero como necesitaba calmarme y no quería llegar a casa de mi madre en semejante estado, la pobre está sufriendo mucho conmigo, sabe lo mal que lo estoy pasando y no sabe cómo ayudarme, ¡pues me fui de tiendas! Menos mal que soy prudente porque sino… de la rabia que tenía, ¡me habría dedicado a las compras compulsivas!
¡Uf, qué habría sido eso, mamma mía! ¡Había tantas cosas bonitas y atractivas en los escaparates! A mí siempre me ocurre lo mismo, cuando se acaba el verano y ya estamos en otoño, me apetece muchísimo la ropa de calor, los colores de la tierra… Y ahora, con este rollo de la crisis, que ya no sé yo si va a ser un invento de los de siempre, pues eso, que las tiendas están echando todo lo que tienen, poniendo toda la carne en el asador para atraer a los pobres incautos, o sea, a nosotros, para que gastemos, consumamos y generemos… ¡no sé el qué!

Y sí, me animé, me calmé primero, y después me animé, así que me presenté en casa de mi madre con unos guantes preciosos de cuero marrón y gamuza de esa calentita por dentro para ella, y una bufanda de pura lana virgen para mi señor padre, que el hombre me quiere muchísimo y a veces tengo la sensación de que le debo algo, no sé, agradecimiento, cariño… Y como ahora estoy así de sensiblona, veo que me estoy acercando más a él, que le veo de otra forma.
¡Hala, y a llorar otra vez!

Cuando llegué a mi casa de toda la vida, porque la casa de mis padres, siempre será mi casa de toda la vida, mi madre me había preparado la merienda, siempre que voy me prepara la merienda, la de toda la vida también, mi Colacao calentito con seis galletas Chiquilín con mantequilla. Me chifla, no lo puedo remediar. Y de pronto es como si el mundo se parara y todos mis problemas desaparecieran de un plumazo. Mis padres me miran con tanto cariño que no puedo dejar de sentirme la niña que fui…
¡Caramba, ya estoy con el nudito en la garganta! ¡Ay!

A Patricia también le gusta el Colacao con galletas Chiquilín, ¿será eso lo único que ha heredado de mí? Tengo que merendar con ella, tengo que hablar con ella, saber qué le pasa…
Y es que está claro que algo le pasa, y que yo estoy muerta del miedo.

Cuaderno, ya seguiremos, ¿vale? Ahora estoy en stanbay (¿se escribirá así?), me tengo que recuperar…

Puri

Pintura: “Mujer escribiendo” de Picasso Texto: Edurne

miércoles, 2 de febrero de 2011

TÚ ME MIRAS




TODOS Y TÚ,

QUE ME VES Y ME MIRAS

CON OJOS DE AMOR.


Foto: Antonio Texto: Edurne