sábado, 20 de agosto de 2016

LA INCREÍBLE HISTORIA DE LA BELLA FLORENTINA (II) (Replay)




Nadie supo cómo Florentina pudo criarse tan hermosa con la madre muerta, y al cuidado de un padre alunado y una vieja criada sin capacidad para amamantar. Don Lázaro, el deán de la catedral, confesor de la pobre Eulalia y la única persona en la que podía confiar el desgraciado matrimonio, tomó las riendas; y a falta de madre, y de un padre que estuviera en sus cabales, él mismo se erigió en protector de la niña .

En vano buscó el buen hombre amas de cría por la región, pero nadie quiso prestar sus pechos a la pequeña, decían que aquella casa estaba maldita, que el fantasma del viejo Ancheta vagaba por sus estancias.
María Rosa, la vieja criada, decidió entonces hacerse cargo de la alimentación de la pobre niña con sopas de ajo en sustitución de la leche materna; y por extraño que pareciera, la criatura las tomaba con gusto y una agradecida sonrisa. Lo cierto era que a tres meses de su nacimiento, y a la vista estaba, Florentina parecía una niña sana.

Todo en aquella ciudad era decadente. La vida seguía su curso sin espíritu alguno de superación. Los días pasaban uno tras otro como mansas ovejas entrando en el redil. Tan solo el nacimiento de la pequeña Florentina había alterado el monocorde ritmo de sus horas. Los paisanos murmuraban por las esquinas, apostaban sobre cuánto viviría la heredera, hacían cábalas acerca de lo que sucedía en la casona, contaban historias de fantasmas, de antiguas venganzas…

 
Y no andaban descaminados los lugareños cuando hablaban de fantasmas… Eulalia de Ancheta se presentaba todas las noches junto a la cuna de su niña para cumplir con sus funciones de madre: amamantaba a su tan deseado retoño, le cantaba nanas, la besaba y abrazaba, le contaba todas esas historias que llevaba guardadas para ella desde antes que naciera… Y Florentina alzaba los bracitos hacia su madre dejándose querer. Madre e hija eran felices en esas horas que les pertenecían solo a ellas, a ellas y a la luna que las protegía…

(Continuará)

Entrada ya publicada en esta Orilla el 11/5/14, continuación de la entrada de hace tres días. Pueden leer AQUÍ los comentarios de entonces.



Foto: Internet   Texto: Edurne (el comienzo, ya saben, más abajo...)

1 comentario:

Edurne dijo...

GRACIAS por pasar y leer.
;)