sábado, 15 de diciembre de 2007

HISTORIAS DE PARÍS (2)



Violet et son petit chat Faustino.

Esta es la historia de la pequeña Violet, de su gato Faustino y del chocolate...

"El chocolate hace que olvide todas mis preocupaciones", decía Violet. Y por eso había decidido alimentarse única y exclusivamente de chocolate.

Desayunaba con chocolate; para comer, potaje de chocolate y laminillas de chocolate a la salsa del mismo, pero con menos intensidad... De merienda chocolate a la taza y para cenar un delicioso mousse del chocolate más negro.

Faustino se había aficionado a la misma dieta chocolatera de su dueña. ¡Y los dos eran felices! Aquí no vale decir lo de "fueron felices y comieron perdices..."

Violet compraba el chocolate en la petite chocolaterie del barrio, un barrio tranquilo a las faldas de Montmartre.

Monsieur Mignon le preparaba sus encargos con un mimo especial. Violet era una niña encantadora, dulce, amable... Sería por el chocolate, pensaba él, además la fama de su chocolaterie, gracias a Violet, se iba haciendo cada vez mayor.

Todo el mundo quería saber el secreto de la felicidad de Violet y de la tranquilidad de su gatito Faustino. No había secreto alguno, la respuesta estaba en el chocolate de Monsieur Mignon. Así es que el negocio del buen hombre pronto empezó a llenarse de gente venida de todas partes en busca de su famoso chocolate.

El viejo Mignon no daba abasto, estaba desbordado. En el pequeño obrador situado en la trastienda de la chocolaterie, tan sólo trabajaban Madame Mignon y él, y ya eran mayores... Además trabajaban como antaño, con las viejas recetas de sus abuelos, artesanalmente y con mucho cariño, sobre todo eso, mucho cariño.

Visto el ejemplo de Violet y Faustino, todo el mundo quería olvidar "ses tracas", sus preocupaciones; y allí acudían políticos de renombre, artistas famosos, amas de casa abrumadas por sus responsabilidades, escolares desbordados de tanta actividad... Todo el mundo necesitaba del chocolat de los Mignon.

Así es que Monsieur et Madame Mignon decidieron "emplear" a Violet y sus amigos, sólo ellos podrían ayudarles en la dulce tarea de elaborar chocolate para tantísimas personas preocupadas. ¡Y Violet y Faustino pasaron a ser la imagen de la felicité et le chocolat!

Como ahora el chocolate era más concentrado, tan sólo se necesitaba una onza diaria para sentir los efectos benefactores de tan delicioso alimento, el alimento de los dioses, dicen...

Si pasan por París, no dejen de buscar a la petite Violet y a su gato Faustino... ellos les guiarán hasta la chocolaterie del viejo Mignon.

Et bon appetit mes amis!


Postal: parisina Texto: Edurne

6 comentarios:

María dijo...

Historias parisinas con sabor a chocolate ... ¡qué bueno!!
Luego te leo
Es que voy tardeeeee

Anónimo dijo...

Qué bueno que pasate por aquí, Lady! Sí, sí... vuelve en otro rato que te gustará el chocolatito que tengo preparado para esta tarde fría de diciembre, con música de Edith Piaf de fondo...

Anónimo dijo...

Muy buenas Mon Cherie,

París, oh París. Nunca tuve el placer de visitarlo; y ya hace años que preparo un viaje hasta ahora siempre pospuesto. Si todo va bien esta semana santa adelantada a marzo que nos espera me verá viendo la torre Eiffel; o sobre todo disfrutando en el Louvre(tengo tantas ganas de ir que igual hasta me desencanto). Intentaré encontrar esa chocolaterie de monsier Mignon.
Llevo los dos últimos meses entre mi breve tiempo libre poniéndome al día en tu blog. Hace tiempo me quede atrás y contigo es dificil recuperarse ( uno se da la vuelta y hay 6 textos nuevos). He hecho honor a mi nombre y he dejado de visitarte por falta de tiempo ( aunque suene a excusa; siempre hay tiempo si uno quiere). Releyendo tus textos y los comentarios me arrepiento de no haber tomado parte en más de un cruce de estos. Ahora no lo he hecho por que ya no tiene sentido; pero me sirve para prometerme a mi mismo que no volverá a ocurrir. A partir de hoy prometo ser un habitual de lectura y comentario. Por cierto dentro de cibeles; poesías, fresas y démás he confirmado que estoy ante la gran poetisa que atisbe en su momento ( que talento neska) y ante una alegre y y sagaz notaria de la actualidad ( cómo decía el inclito aquel de cuyo nombre no quiero acordarme). También ante la pupas blogera number one (espero que ahora estes entera de tu espalda y etc.). Agradezco que periódicamente te hayas acordado de darte una vuelta por mi blog para animarme a darle a la tecla. Se agradece y mucho. He pasado por una época de mucha densidad laboral (horarios maratonianos de 7 a 22); peor el panorama parece ahora algo más despejado. No me creas martir; disfruto en el trabajo; pero el descanso no viene mal de vez en cuando. Ya sabes que ando conectado al planeta ALFA. Estoy aprendiendo mucho de la gran gurú de las letras; aunque creo que hay cosas que me faltan que no se enseñan (sic). De todas formas disfruto, que no es poco. Espero publicar con cierta asiduidad con el nuevo año. He dejado alguna cosita colgada ahora para ir abriendo boca. Un muxu; y por si no se tercia GABON ZORIONTZUAK PASA ETA URTE BERRI ON.

Edurne dijo...

Vayaaaa, vayaaaa! Albrícias amigo Sancho, que Don Sinvergüenza nos ha visitado y con discurso largo y fluído!

Muy bien, Don Sinver, que ya se le echaba de menos. Me ha gustado encontralo de nuevo por esta orilla, y "colorá" me han puesto sus elogios, se los agradezco, pero ya sabe que estoy en el mismo barco que vos, es decir, en lo de soltar todo lo que llevo dentro sin intenciones de nada más allá que no sea compartir con los demás y aprender de todo y todos...
Grazzie tante por su visitita, y eso... que espero verlo más a menudo!
Y que lo mismo, que ZORIONAK ETA URTE BERRI ON!

Anónimo dijo...

pasaremos por Paris y buscaremos los buenos y recomendados chocolates. ohlala

Violet... ¿suena a música?

Anónimo dijo...

Para pasarse y pasearse por París, porfa, escojan ustedes una época más primaveral, que la de ahora... malo, malo! La pluie lo desluce y deslaba todo, aunque bueno, lo importante es la compañía, que ya se sabe: "Las penas con pan..."