ATRAPADA

Cuando las horas me atrapan como a una fugitiva, la vida se me encoge dentro de los pensamientos.
Anochece y la casa está en silencio.
Las horas pasan, pero el corazón cruje a cada paso que la angustia marca tras los temores de antaño.

Cuando cierro los ojos y los abro de nuevo, el sol ha transformado su cara, ya no es el que yo conozco, ya no me saluda gozoso…
Amanece y mi casa se levanta aterida de frío, de sueño y desasosiego.

Cuando ahogo un suspiro en mi garganta, escondiendo todo llanto de miradas extrañas, entonces la sangre se me agolpa y me late… fuerte, muy fuerte.
Grita el silencio dentro de mi cuerpo, arroja mi cabeza imágenes fuera de mi pensamiento y vomita mi ansia negros agujeros, allá, donde duerme el infierno.

Cuando despierto de mi viaje y me palpo, me siento, el temblor de la vida me recorre entera por todos mis adentros. Lloro y renazco, inocente, limpia, blanca y tranquila…


Pintura: Antonio Texto: Edurne