Tal cual...
Hoy toca hablar del temporal, de esa furia desatada del dios Neptuno.
Hoy toca asombrarse y también preguntarse.
Está claro, más que claro, contra las fuerzas de la Naturaleza no hay nada que hacer.
Suele suceder que, cada vez más a menudo, la Madre Tierra se cabree con nosotros sus hijos, y nos mande sus castigos (no sé si divinos...) bajo apariencias diversas, pero siempre con tremendo susto para el personal.
Ayer fue atacada la costa cantábrica como muchos viejos del lugar ni recordaban. Olas de hasta diecisiete metros de altura, aguas desmadradas y furiosas entrando a saco en calles y locales, viviendas... destrozando todo cuanto se interponía en su loca carrera.
Y es que ya se sabe, el mar, de vez en cuando reclama lo que es suyo, lo que le hemos arrebatado. De vez en cuando nos recuerda quién es, y lo que puede hacer con todos nosotros...
Ruje, ruje...
Claro que también es una forma de echarnos la regañina por cómo le tratamos, cómo vertemos en él toda clase de residuos y deshechos...
¡Parece que no tenemos enmienda!
Hoy toca reflexionar un poco.
La foto la he encontrado buscando en la web de EITB24. Si quieren ustedes más, pinchen aquí y busquen en Fotogalerías... http://www.eitb24.com/
Foto: Agencia EFE
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14 comentarios:
Que caña de temporal, cuando lo ví por la tele, se me quedaron los ojos como platos.
Y unos cuantos sustos de esos de vez en cuanto, sin que a nadie le pase nada va bien, que nos creemos los reyes de todo y no es así
Pues eso, como si fuéramos los reyes del mambo!
Hoy, calma chicha.
Saluditos.
Tampoco vamos a espantarnos por esto, creo que hace unos treinta años ocurrió algo igual; el mar con grandes olas, tan grandes como las de ahora. entonces no había cambio climático, igual fue un OVNI, quien sabe; lo cierto es que el mar, como siempre, de vez en cuando, asusta; aun estando en tierra.
Un saludo.
Y ya lo creo que asusta, pero seguro que desde entonces anda tras de lo suyo, queriendo cobrar una antigua deuda...
Saluditos.
Ahhh, ya están usted y su caleidoscopio enlazados desde esta orilla!
Lo vi por la tele... terrible, pasmoso. Uno se siente en su lugar cuando ve el poder de la naturaleza. Una cosita ínfima( y bastante molesta).
Beso desde lejos, y gracias por tus amables palabras en mi blog.
Adri.
Pues fíjate, Adri, que hoy brila el sol, todo está primaveral, temperaturas agradables... vamos, como si no hubiera pasado nada! Pero ya lo creo que ha pasado!
En fin, que somos eso, una cosita ínfima...? Ni dudarlo!
Besitos para tí también!
No supe del temporal, olas de 17 metros dices??? Que miedo...
Menos mal que por llegar tarde me entero de que ya tienen buen tiempo otra vez... pero no hay que olvidarse de que no tenemos nada seguro... la tierra se encarga de recordarnoslo de diversas maneras...
Pues sí, así es la Naturaleza!
Yo dije olas de hasta 17 metros, pero en galicia creo que una ola llegó a alacanzar los 20! Un susto!
Ahora estamos entre los 20º y el cambio de que sí, de que no... que viene la primavera, que vuelve el imvierno; y dentro del mismo día zas, cambio va y cambio viene! Y a mí este tiempo me tiene totalmente loca!
Sí que estuve en Bakio, pero cuando el temporal había pasado y vi las consecuencias. Qué pena. Y pensar que en Bilbao, a menos de 30 km. si no hubiera sido por el viento casi ni nos habríamos enterado...
Ya estoy de vuelta.
En otro momento ya di mi opinión sobre lo de nuestra relación tan especial con la madre naturaleza. Lo que si te diré es que, sobre todo si no se sufre, estos acontecimientos climáticos son realmente impresionantes de ver. En algunas ocasiones resultan hasta hermosos. Hermosos y terribles, sin duda.
Tiene usted razón, Don Sinver... si no fuera por los estragos que causa, como espectáculo,es magnífico ese despliegue de fuerzas desatadas...
ya sabes el juego infantil de ¿susto o muerte?, por ahora el aitatxu neptuno y la amatxu tierra eligen susto pero ya veremos...
Ayyys, gewmelilla, qué terrible es ese juego! Yo, la verdad, que ni susto, ni muerte... por si las flys!
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