miércoles, 8 de julio de 2009

SIN ELLAS


Ya no soy nadie sin ellas.
Cambio las tinieblas de mi noche inconsciente por estas pequeñas ventanitas que me alisan el camino.
—Aquí una mísera pulguita, aquí unos amigos—. Y la pulguita que hace de gran diva.
¡Es fabulosa la vida!
Sonríe mi cara cuando la miro por encima, a la vida… ¡si hasta parezco mi abuelita!
A tientas me sorprenden los precios en el súper, pero ellas me rescatan de tanta maraña ilegible. ¡Por Dios, qué susto!
¿Y cómo fue que ocurrió, cómo que estas dos lupitas pasaron a formar parte inseparable de mi anatomía facial, a ser la máscara de ver la vida en blue, en rose…?
Muchas veces me las descalzo para no estropear los sueños, que así, en pequeñito, los problemas no son tan entendibles, que casi se hacen invisibles…
Pero si quiero vivir otras vidas y pasearme por mares profundos y abismales, ¡al rescate mis gafitas!

Foto y Texto: Edurne

8 comentarios:

Cecy dijo...

Y si se vuelven una compañia.
jijiji
Yo ya tengo unas que pasan el día entero conmigo.
Estaba pensando hasta en ponerle algun nombre.

Besos Orillera.

miralunas dijo...

Sabés, Edurne querida? me emocioné con ese homenaje a tus lupitas, que con el paso del tiempo se ponen generosas y solidarias y van de ojos en ojos, prestadas, para que otra/o corrija el olvido de las suyas.
acá había una publicidad de galletas que decía: la felicidad está en las cosas simples de la vida.
gracias por éso!
abrazos!

Edurne dijo...

CECY:
Las mías van siempre colgadas de mí, jajajaja!

Pues mira, no es mala idea la de ponerles unnombre, bautizarlas,total, son de la familia!

Besitos, linda!

MIRALUNAS:
Sí, también es cierto, ellas no tienen reparo en asentarse en otra nariz para que ojillos perdidos recuperen, aunque sea por unos instantes, la claridad de antaño...

"L felicidad está en las cosas simp`les de la vida." Qué verdad tan grande!

Besitos orilleros, guapa!

Fernando dijo...

bueno, y qué vamos a hacer. Lo malo es que yo las uso para cerca y cuando estoy trabajando, tan pornto he de ver de cerca como de lejos, así que miro por las gafas... sin las gafas... ¡Vaya mareo!


Muxus.

Fermín Gámez dijo...

¡¡¡Es que forman parte de nuestra anatomía facial!!! Aunque si te soy sincero, adoro ese momento de la noche en que me quito las gafas y mi cara recupera todo aquello que fue en mi niñez.

Edurne dijo...

FERNANDO:
Pues yo también las usos para lo mismo, y como me paso la vida mirando todo de cerca...
Ahora, de lejos, veo lal repera limonera, vamos, que estoy en Madrid, y casi te veo a tii en Bilbao! Así que ojo
Jajajajaja!
Muxus!

FERMÍN:
Las gafas ya forman parte de nosotros, de unos más que de otros, evidente, pero yo ya no puedo andar todo el rato sacando las gafas, poniendo y quitando, como es más que contínua mi necesidad de ellas para leer o escribir... pues eso, que se han abonado a ir colgadas de mi cuello!
un abrazo!

Luna Azul dijo...

Pues nada Edurne me apunto al club de las gafitas, sin ellas no veo nada de cerca.
Besitos

Edurne dijo...

LUNA AZUL:
Lo mismo, lo mismo, no me las puedo quitar de encima, siempre colgadas, y es que como me paso el día leyendo cosas y escribiendo... nada, que me bailan las letras, se me difuminan...
Ayyyssss!
Muxu!