— Oye, Merche, ¿qué zapatos me pongo para lo de hoy?
— Pues no sé, Pepe, yo creo que los negros de la boda de tu sobrina irían bien, son un poco más elegantes y creo recordar que no te hacían daño, ¿no?
— Sí, yo también lo había pensado, porque claro, a estas cosas seguro que el personal irá acicalado como pinceles, vamos, como si lo viera… Y tú, cari, ponte esa falda gris oscura con la blusa que te regaló la niña, que te hace un tipito que… ¡ya quisieran otras! Además, con el aire tanguero que te marcas… la envidia, que vamos a ser la envidia esta noche. ¡Tú por guapa, y yo por suertudo!
— Exagerado, que eres un exagerado, pero sí, tienes razón, esa faldita me mete tripa, me deja así, lisita, y hasta parezco más alta y espigada. Y con estos zapatos que tienen tacón de media caña… ¡hala, bailones a mí, ja!
— Al final nos ha resultado esto del baile, y mira que yo siempre me he tenido por un patoso, pues no lo hago tan mal, ¿a que no? Con lo que me lío un poco más es con los pasos del rock and roll, que tanta vuelta, tanto giro y uno, dos, tres... ¡Jesús, parece uno una peonza mal bailada!
— Tuviste muy buena idea, Pepe, pero que muy buena. ¿Tú no te encuentras como más ágil, con más ganas de todo, no sé, diferente? Porque lo que es yo, me da la sensación de que soy una pluma, ya no me duele la espalda como antes, y hasta tengo el cutis más fino y resplandeciente. ¿Te das cuenta, Pepe, cómo son las cosas, cómo tenemos que llegar a veces al límite de una situación para reaccionar, y con un leve cambio… ya está, es como si todo fuera distinto?
— A ver Merche, peíname este remolino de la cocorota, que no hago carrera con él… y sí, tienes mucha razón, pero mira que me lo pusiste crudo, eh, canalla… ¡que me diste un susto de muerte! Ya me veía yo cornudo, solo en el mundo, sin ti, sin los chicos, sin casa, sin nada… ¡te juro que lo pasé muy pero que muy mal!
— Ya, pero para que llegaras a darte cuenta de todo, la que llevaba "enferma" mucho tiempo era yo. Nunca se me había pasado por la cabeza dejarte, pero sí quería que abrieras los ojos, que te espabilaras… Anda, trae ese peine y agacha un poco la cabeza, que no llego al remolino dichoso.
— ¿Me das un beso, reina?
— Y dos, y hasta tres, si te estás quieto…
Boceto: Antonio Texto: Edurne
— Pues no sé, Pepe, yo creo que los negros de la boda de tu sobrina irían bien, son un poco más elegantes y creo recordar que no te hacían daño, ¿no?
— Sí, yo también lo había pensado, porque claro, a estas cosas seguro que el personal irá acicalado como pinceles, vamos, como si lo viera… Y tú, cari, ponte esa falda gris oscura con la blusa que te regaló la niña, que te hace un tipito que… ¡ya quisieran otras! Además, con el aire tanguero que te marcas… la envidia, que vamos a ser la envidia esta noche. ¡Tú por guapa, y yo por suertudo!
— Exagerado, que eres un exagerado, pero sí, tienes razón, esa faldita me mete tripa, me deja así, lisita, y hasta parezco más alta y espigada. Y con estos zapatos que tienen tacón de media caña… ¡hala, bailones a mí, ja!
— Al final nos ha resultado esto del baile, y mira que yo siempre me he tenido por un patoso, pues no lo hago tan mal, ¿a que no? Con lo que me lío un poco más es con los pasos del rock and roll, que tanta vuelta, tanto giro y uno, dos, tres... ¡Jesús, parece uno una peonza mal bailada!
— Tuviste muy buena idea, Pepe, pero que muy buena. ¿Tú no te encuentras como más ágil, con más ganas de todo, no sé, diferente? Porque lo que es yo, me da la sensación de que soy una pluma, ya no me duele la espalda como antes, y hasta tengo el cutis más fino y resplandeciente. ¿Te das cuenta, Pepe, cómo son las cosas, cómo tenemos que llegar a veces al límite de una situación para reaccionar, y con un leve cambio… ya está, es como si todo fuera distinto?
— A ver Merche, peíname este remolino de la cocorota, que no hago carrera con él… y sí, tienes mucha razón, pero mira que me lo pusiste crudo, eh, canalla… ¡que me diste un susto de muerte! Ya me veía yo cornudo, solo en el mundo, sin ti, sin los chicos, sin casa, sin nada… ¡te juro que lo pasé muy pero que muy mal!
— Ya, pero para que llegaras a darte cuenta de todo, la que llevaba "enferma" mucho tiempo era yo. Nunca se me había pasado por la cabeza dejarte, pero sí quería que abrieras los ojos, que te espabilaras… Anda, trae ese peine y agacha un poco la cabeza, que no llego al remolino dichoso.
— ¿Me das un beso, reina?
— Y dos, y hasta tres, si te estás quieto…
Boceto: Antonio Texto: Edurne
9 comentarios:
Bueno para compensar ahora llego la primera. Me han encantado estas vidas parelelas. Parece que se han arreglado eh? y es que nada mejor que un buen susto para espabilar al personal.
Muxu bat
LUNA AZUL:
Gracias por hacer los honores. Sí, ha sido usted la primera y la única de momento...
Al final parece que se han arreglado estos dos, que ya hora!
Muxus y bienvenida de nuevo!
Nunca se sabe... conoozco el caso de un buen susto que hizo recapacitar y salir corriendo a disfrutar de la vida.
Muxu bat
Pero mira como se me han puestos esta parejita, asi mimosones y bien por ello, renovarse es darle un poquito de sal a la vida.
Y que el baile ayuda, por supuesto que si.
Me encanta.
Orillera de mi alma, te dejo un fuerte abrazote.
Estare de familia unos dias, asi que nos encontramos a chapotear prontito.
Felicidades.
Y se feliz!!!!!
Vaya, ya se han acabado las vidas paralelas, ahora que se habían acicalado de esa forma y parecía marcharles sobre ruedas ;-)
Espero que encuentros pronto otros incautos a los que retratar
MÁXIMO:
Salir corriendo...
Bueno, todo depende del calibre del problema, del susto, de la solución o no solución.
En cualquier caso, de la vida, siempre hay que disfrutar!
Muxu bat!
CECY:
Tods los buenos deseos van para ti también.
Aprovecha estos días en familia y disfruta de cada instante, que la vida sólo es una!
Besitos orilleros!
MIGUEL:
No te preocupes, "incautos", haberlos haílos... así que seguramente los encontraré (si se dejan!) ;)
Un abrazote!
FE DE ERRATAS:
"Haylos", en vez del "haílos" que se me había colado !
Disculpas!
:( glup!
Edurne querida, qué suerte que el baile alcanzó para arreglar esta historia!! y que haya alli unos tangos...
este ha sido mi cuento de navidad!!!
gracias!
MIRALUNAS:
Feliz yo de que te haya gustado!
Besitos!
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