Suele ocurrir.
Cuando una es nueva en una plaza, los pormenores, se le escapan... y hay que salir en su busca.
Pero trasteando, hemos solucionado casi todo lo solucionable. Así que desde ya, quien quiera podrá colgar su comentario en esta orilla, dejar su granito y su gramito de arena para poder ir construyendo un castillo con muchas estancias. Pero no uno de los que viene una ola y zas... va y se lo lleva. Noooo, uno de los que duren, y duren, y durennnnnn...! Porque la cosa consiste en compartir, en decir, en contar, en reír, en ver, en aprender, en traer y llevar, dejar, mojar y secar, hacer y deshacer, en... sí, en todo eso que están ustedes pensando: en un divertimento sano y productivo.
Y que no se me olviden los agradecimientos: a Silvia por haberme acogido en su cotidiano rinconcito y haber conseguido que me animara a blogear yo también (sin que ninguna de las dos tuvieramos consciencia de ello), así que la podemos considerar como mi maestra bloggera; y gracias por sus kilikilis literarias, las primeras que adornan esta playa. A Lourdes, porque lo está intentando, pero que seguro que sus olitas me llegarán enseguida. A Mari Kruz por haber lanzado el aviso de: "orilla a la vista!"... Bueno, y a todos aquellos y aquellas que me han leído pero que no se atreven a poner su huella marina. Y a los que lo harán... Y para Ana, que nos ha dado la brújula para poder navegar sin miedo! Gracias! Eskerrik asko!
A recordar: ya no hay problema para dejar una sonrisa desde cualquier cuenta de correo electrónico.
Ya se sabe, estas cosas suelen ocurrir...
Foto: Aitor
4 comentarios:
Me autocomento:
Como se ha podido comprobar, aún me quedan cosas que afinar, cabos por atar y velas por izar...
Aún no soy de esta nao, capitana, más bien grumete en txalupa chipironera...jajaja!
Pero prometo esmerarme en lo de los nudos marinos, para que no se me escape ningún remo.
Y: "Ego me absolvo de la mía culpa". Amén!
Me encanta lo de autocomentarse y autoabsolverse, yo también voy a practicar de ello, que me ha dado envidia (y empiezo ya mismo por haber sentido envidia que es pecado capital, como bien nos lo han recordado hace poco).
Qué bonito es tener casa y que se use (que los amigos entren y salgan con soltura), a mí me gusta vaya. Así que absolviéndome de antemano, haré de este blog como Pedro por su casa. Y como efectivamente hemos aprendido algunos trucos para escribir con cuento, creo que lo de castillo queda ya...im-presionante, así que yo me pido el ala oeste, porfa.
Y ahora que se subsanaron las restricciones anteriores, amosallá con nuestra identidad habitual...
llegando a la gomera, eh naveganta?
ummm, vacaciones...qué bueno...
el filetito de letras también tendrás que mirarlo, no?
jejjej
abrazossss
El filetito me lo pienso comer a la plancha, pero bien hecho, que ya he vislumbrado el cómo hacerlo.
Lo de escoger el ala oeste, sin problemas, oiga, que hay mucho espacio, podrá usted entrar y salir cuando quiera, que le dejaré la llave debajo del felpudo.
Pues quien llegaba a la Gomera era mi querido hermano, al que le he tomado la foto en régimen de usufructo, así, aludiendo derechos de primogenitura... jajajaja!
Pues hala, una ráfaga de viento fresquito y sabatino, con más abrazos............ :-)
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