viernes, 30 de marzo de 2007

LA SOLEDAD DEL AULA


La soledad del aula vacía.
Miro esta foto, el espacio vacío, la ausencia de ruido, de risas, de esas voces infantiles que la pueblan todos los días...
Miro esta foto y me asombro de que tan sólo hayan pasado tres horas y media desde que la vi.
Pero ahí está, el aula y su soledad. La soledad del aula vacía.
Seguro que se siente como abandonada, triste, tal vez hasta algo angustiada.
¿Qué hará tantos días ahí, sola, sintiendo el frío, el silencio ensordecedor... sin sentirse tocada, amada, odiada...? ¿Tendrá miedo, o se sentirá aliviada?
Miro esa foto y me vienen muchas cosas a la cabeza. Muchos sentimientos, sensaciones, y ahora también, para qué engañarnos, ¡un gran alivio!
No, no tengo remordimientos. Llevo dando todo lo mejor de mí a ésta y a otras parecidas a ella. Ya he cumplido mis bodas de plata con ellas, con las aulas, con ellos, con los escolares...
Y si miro en el espejo, ya llevo más de una centena de surcos labrados a golpe de sumas y esdrújulas...
Creo que, y aunque muchos y muchas no nos entiendan, hoy recibimos este descanso, este abandono de las aulas, como merecido regalo.
Volveremos, eso sí, que una no quiere abandonar ese olor a tiza, a papel, a niño...
Pero mientras tanto, cantaremos la Traviata sólo en la ducha y no ante un público tan poco entendido como alborotado. Que nuestros gorgoritos reposen unos días, nuestra gorge nos lo agradecerá.
¡Y que viva la Santa Infancia! (Algunos me llamarán incauta, pero...)
Foto: Edurne

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aulas vacias y oficinas igual de llenas. Seguro que se encuentran tristes y frias, como abandonadas, mi oficina no, aquí estamos todos, al pie del cañon con la cale a tope(tres días más y a la calle). Sigo entendiendo, y te deseo un buen descanso bien merecido.

Edurne dijo...

No sé si le habrá entrado escalofríos y todo de verse así, en semejante trance...
A la que sí le dieron escalofríos, y hasta 38 graditos de ná de calentura, fue a moi même, que se ve que me afectó la separación... Una, tan sensible ella!
Pues nada, a seguir llenando los espacios laborales, a consumir calefacción, que todavía hace falta, y a esperar con ansia recogida la llegada de los cinco días de receso!
Unos besitos desde los madriles!