domingo, 18 de marzo de 2007

Y DICEN QUE...

Es como un pequeño milagro: una pequeña flor en el camino, asomando tímida entre la tierra seca y hostil.
A veces pienso que somos como esta florecilla, pequeños, frágiles, pero duros e incombustibles.
Hay que serlo ¡ya lo creo!
Y dicen que vienen cambios. De momento el climático, el tan traído y llevado, ya está encima.
Y oigo la lluvia golpear los cristales.
Y oigo el viento ulular entre las rendijas.
Y me encojo...
Pero pienso en mi camita, en lo bien que se está arrebujada entre las cálidas sábanas, al abrigo de toda inclemencia, contando ovejitas para que Morfeo venga y me haga suya...
Y mañana, como la pequeña flor, vestiremos el traje de los fuertes, como si nada hubiera pasado, que la debilidad está mal vista.
Pero yo... yo reivindico la fuerza de los pequeños, como la de esta florecilla.
Foto: Edurne

1 comentario:

Edurne dijo...

Pobriña! Y es que aquí sigue, ella solita, en la orilla del camino, sin que nadie la mire, sin que nadie la sonría... pues no, que no se nos deprima la pobre florecilla, girasol en ciernes, que yo la miro, yo la sonrío, yo la comento...
Porque, vamos a ver, a quién no le tientan unas pipas, así, como quien no quiere la cosa? Que ya se sabe, todo es empezar y no parar! Y esta pobre ya está gestando cantidad de semillas, de tentadoras pipas de girasol. Y que a buen seguro ya nos habremos comido, uf, ya lo creo!
Pues eso, mi caricia para ella, que cuando le saqué esta foto, ella me alegró, me consoló, en aquella mañana gris y dura del Camino, antes de emprender la subida al Perdón.