Decía el poeta:
"Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar..."
Cierto. Y para que esos caminos sean visibles a los ojos de los demás, no hace falta mucha cosa. Estos residuos, estos restos del naufargio, bien pueden ser caminos de aquí y de allá. Recortes de vidas que un día pasaron y dejaron su huella.
Nombres, fechas, lenguas desconocidas, países extraños. Vidas ocultas, vidas perdidas... Trozos de risas, de desamor, de miedos y alegrías. Buscando podemos encontrar de todo.
Dicen que estamos hechos de retales, de un poquito de esto y otro poquito de aquello. Seguro que aquí podríamos encontrar lo necesario para fabricarnos una vida a la medida. Pero primero habrá que planificarla bien, ¡no vaya a ser que escojamos el trozo equivocado!
Propongo: busquen y rebusquen, y ya luego me dicen...
Foto: Edurne
2 comentarios:
sí que estamos hechos de ondaquines, de los restos de todos los días y de todas las personas y cosas que nos pasan. No rechazo nada (ahora,porqueenepocaspasadasrenegabadetodoynoaceptabanada)todo es bienvenido, medido y aplicado en su justa medida. Lo acepto todo, no creo que haya trozos equivocados, sólo son distintos.
Me parece muy bien tu reflexión blondigemelaretucheteada; estamos hechos de tantas cosas, de tantas personas, de tantas experiencias...! Y no hay que renegar de nada.
También es cierto que con la edad, nos volvemos mucho más comprensivos, más tolerantes, más sabios...
Y en la diferencia está la sabiduría. Todos tenemos qué dar y qué recibir.
Yo tampoco rechazo nada!
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