lunes, 19 de octubre de 2009

VIDAS PARALELAS (IV)


— Pepe…
— ¿Qué?
— Oye, ¿tú te acuerdas de la conversación que tuvimos hace unos días?
— ¡Como para olvidarla, claro que me acuerdo, si desde entonces estoy acojonado, Merche, acojonado!
— Bueno, no exageres, hombre, que sólo era una pregunta que generó en algo más… así, más profundo, que seguro que nos ha hecho pensar, a mí al menos sí.
— Mira, Merche, esa tarde salí de casa totalmente confundido, con la cabeza vuelta del revés, con una angustia en el estómago que para qué te cuento, sin saber qué es lo que había hecho mal para que tú me preguntaras, después de treinta años, si te quería. Y así sigo. No duermo, trabajando estoy más a darle al coco que a lo que tengo que hacer, que ya me han llamado la atención una vez, algo que jamás en la vida había ocurrido… Cómo crees que estoy, ¿eh? Pero como fuiste tú la que decidió dejar la conversación para otro momento… no he querido importunarte, no fuera a ser que…
—¡Bueno, si ahora resulta que yo soy la mala de la película, la que te tiene sin dormir durante diez días, sin poder concentrarte en el trabajo… y todo por una simple preguntita!
— ¡Venga, al grano, Merche, que esto hay que solucionarlo pero ya!
— ¡Sí, a sus órdenes, mi dueño y señor!
— Menos cachondeo, que no está el horno para bollos. ¿Vas a decirme qué es lo que pretendes de mí, qué quieres que haga, o que no haga? Que ya, cualquiera sabe… Además no tengo mucho tiempo, he quedado con Manolo para un asunto.
— ¡Ah, el señor ha quedado y tiene prisa! Mira, Pepe, no pensé que fueras a ponerte así de borde, a la defensiva y tirándome pullazos. Me estás decepcionando. Me dices que has estado mal, pensando, sin dormir, angustiado, y seguro que hasta has llorado a escondidas, y ahora, te pones en este plan conmigo… Pues esto es lo que no quiero, lo que no quería, que en el momento en el que yo planteara la más mínima duda, tú te revolvieras así, te pusieras en la parte del ofendido y me trataras, maltrataras, de esta forma. Dices que me quieres, que claro que me quieres, que cómo no me vas a querer, y yo no tenía duda de ello, pero quería algo más, que habláramos, que reinventáramos nuestro matrimonio… pero veo que eres incapaz, que no te atreves a salir del camino marcado, que no te entra en la cabeza que la otra persona, yo, quiera algo más, que sienta necesidad de cambiar. ¿Pepe, no te das cuenta? Porque, ¿no se te habrá ocurrido pensar en que yo esté pasándolo mal estos días, en que esté muerta del miedo, temblando y sin dormir, sin atinar en las comidas… no me ves cómo estoy, qué ojeras tengo, qué cara se me ha quedado… no te has fijado? No, no me has mirado, no te has atrevido a mirarme.
— Merche…

Continuará…

Boceto: Antonio Texto: Edurne

12 comentarios:

Una ET en Euskadi dijo...

Me está enganchando las vidas paralelas (voy por la II):
Muy buena descripción de lo que es una ama de casa, pero ¡Cuánta frustración para muchas mujeres de la época ¡Qué lamentable!
Y el...¡cómo no te voy a querer si estamos casados! también es una respuesta que identifica otra época..(te has informado muy bien entre las mujeres de tu familia por lo visto, porque no se si llegó a nuestra época lo de la mujer TAN sojuzgada y fracasada)
Muxus

Cecy dijo...

Lindo, este preguntarse y preguntar al otro, despejar, abrir camino y permitirse hasta enojarse, llorar o esas cosas...

Seguiremos aguardando.

Besotes mi querida Orillera.

Edurne dijo...

BIBI:
Bueno, lamentablemente este tipo de relación matrimonial se da mucho. Parejas acomodadas a una rutina que no satisface a ninguno de los dos miembros pero que dejan estar por si las flys!

Afortunadamente yo no me he inspirado en mi entorno cercano, porque mi ama ni está sojuzgada ni frustrada, pero una sabe lo que hay por ahí... en generaciones anteriores y hasta en la nuestra!

Seguiré con estas "Vidas Paralelas"!

Muxus!

CECY:
El diálogo es la base de todo, creo yo.
Aunque es cierto que la mayoría de las veces nos da miedo preguntar, preguntarnos, porque, claro, el piso se mueve y podemos caernos!

Besitos!

Fernando dijo...

Pues es verdad, muchas veces la pareja, pasado el tiempo, se acostumbra a la rutina y se olvida de lo que el otro puede querer; y quién sabe, a veces se olvidan ambos de si mismos..

Bonitas vidas paralelas, a ver qué pasa.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

enganchado ando yo también a este blog, no hay muchos apetecibles..

Edurne dijo...

FERNANDO:
Renovarse o morir! That's the question!

Muxuak!

L.E.LINSAY:
Muy agradecida por la propuesta. Estoy pasando por vuestro blog desde anoche, y creo que me parece un buen trabajo.
Contestaré por allí.
Un saludo!

JORDIM:
Lo mismo, muchas gracias!

Ya sabes que la orilla tiene horario ininterrumpido, se puede visitar en cualquier momento!

Un saludito!

La sonrisa de Hiperion dijo...

Pasé a echar un ratito de lectura, y me voy encantado.

Saludos y un abrazo!

Edurne dijo...

LA SONRISA DE HIPERIÓN:
Pues ya sabe usted, para seguir "encantado", siga pasando y siga echando ratitos de lectura orilleros" Jejejeje!

Muchas gracias!
Un fuerte abrazo!

Dovhdovh dijo...

Edurne:

Sabes que tengo poco tiempo leyendo tus escritos. No sé si esa manera de hacer una historia en varias entradas ya la hayas manejado pero para mí en este momento me parece algo muy creativo. Vidas paralelas es una pregunta profunda, que muy pocas veces se hace, sobre la realidad del matrimonio. A mí me ha hecho reflexionar.

Disfruto venir a pasear por esta orilla.

Edurne dijo...

DOVHDOVH:
Gracias por haberte enganchado a esta orilla, muchas gracias!

Mira lo de las "Vidas paralelas", se me ocurrió así, de repente, y voy haciéndo entradas diferentes, dando voces íntimas, los monólogos, a cada uno de los personajes, y las de diálogo,a veces casi diálogo de sordos, para plantear una realidad de vida en pareja bastante común.
Seguiré con ello.

Y bueno, alguna vez he hecho entradas de historias pelín largas en dos o tres veces, pero de este modo.
También numero otro tipo de escritos como las Crónicas, y otras...

Buena semana y un abrazo!

Emilio dijo...

Divertidas estas vidas paralelas aunque no exentas de realidades.

Saludos.

Edurne dijo...

EMILIO:
Es que, efectivamente, es como la vida misma!

Saluditos!