sábado, 29 de agosto de 2015

SIN DESTINATARIO (VIII) “A los elementos desestabilizadores de mi tranquilidad”





                                    A vosotros, sí, a vosotros, os llaméis como os llaméis: Zozobra, Incertidumbre, Duda, Traición, Angustia, Desconfianza, Ansiedad, Miedo, Tristeza, Humillación, Desasosiego...

A vosotros os escribo hoy, en esta tarde soleada de un verano que me ha torcido la vida una, dos y hasta tres veces.

No penséis que os vais a ir de rositas, no. Yo tengo una capacidad inmensa de adaptación al medio, incluso al más hostil, pero esto ya rebasa lo soportable por cualquier persona buena y honesta.

No quiero veros ni en pintura, y os habéis empeñado en ser mi sombra continua, en atormentar cada segundo de mi vida. Os escondéis en los lugares más inesperados, y cuando, al dar la vuelta a la esquina de mi pequeño mundo, paso despacito y con tino... vosotros os lanzáis sobre mí con susto, burla y escarnio.

Esto es de juzgado de guardia. Tendré que buscarme un buen abogado, experto en las desesperanzas de la vida, para que me ayude a interponer una denuncia, una querella por atentado a mi intimidad, a mis sueños, mi tranquilidad y mi esperanza...

Yo estaba más o menos tranquila, sí, recomponiendo todavía las piezas del último puzzle roto... No hay derecho a que os cebéis en mí con tanta saña, no, no lo hay. ¿Pero vosotros sabéis lo que habéis hecho conmigo, de verdad lo sabéis?.

Recordad una cosa: “El que ríe el último, ríe mejor”.
Ya, si ya os veo, de momento sois vosotros los risueños, los que os frotáis las manos y murmurando bajito, con la boca pequeña, os congratuláis de mi pena.

Estáis expectantes, observando cada paso que doy, derecho o titubeante... pero no os confundáis, que soy yo, la pequeña Edurnita, la que de tonta no tiene ni un pelo... Ahora estoy como estoy, igual que un alma en pena, mordiendo las esquinas de mi dolor para que nadie me vea, sonriendo con alegría prestada para no alterar la calma de quien nada sospecha.

Mientras, yo voy nadando contracorriente por el mar de mis angustias, sacando la cabeza de vez en cuando, tomando un poco de aire para poder seguir avanzando en esta loca carrera en la que me habéis metido vosotros, malditos seáis...

Os aviso, llegaré, llegaré a la meta y llegaré victoriosa.

Ni me despido de vosotros, no os merecéis más que mi desprecio, el más profundo de mis desprecios, no os quiero en mi vida, no os quiero...


Pintura: Antonio. Texto: Edurne


3 comentarios:

Bertha dijo...

Como le dices a ese" Destino": que no te gusta un pelo"...-Que aunque un poco cansada y desilusionada aun te queda una dosis de mala uva y le puedes plántar cara.

Querida Edurne no te dejes vencer...

Un abrazo.

P.S: cuando terminé de leer esta reflexión; no entendia porqué estabas tan enfadada y me he tenido que enterar por otra de tus entradas.Que como bien dices; aunque ya tiene su tiempo escrita: aun te sirven las mismas razones.

Abejita de la Vega dijo...

Te digo lo mismo que Bertha, no te dejes vencer. Que los desestabilizadores no puedan contigo.
Un abrazo

Edurne dijo...

BERTHA, ABEJITA:
En ello, estoy, en ello estoy, pero la batalla está siendo muy dura...
Gracias mil por vuestro paso y vuestras palabras, vuestros ánimos... Se agradece de todo corazón.
Un abrazo!
;)