Eso dicen, que ya es Navidad.
El año pasado, vean aquí, ya apuntaba yo a este cúmulo de penas,
decepciones y tristezas que me acosan por distintos flancos y que me tienen
cada día un poquito más arrugada…
¡Y van doce navidades juntos! Eso es lo que importa, que a pesar de
las que vienen mal dadas, seguimos agarrados al mástil, con la vela mayor
recogida para desplegarla cuando el viento nos sea propicio, y con el timón en
la dirección adecuada. Cuando pasen los tsunamis… arribaremos a buen puerto,
seguro.
En estos dos últimos meses, se han producido dos pérdidas en mi entorno
y que afectan a gente que quiero. Así, inesperadas y de mazazo total. La última
el miércoles. Estos hechos son los que nos ponen en nuestro sitio, porque,
arrogantes y vanidosos, nos creemos inmortales, se nos olvida que venimos con la
fecha de caducidad bien grabada. Pero, a ver quién es el listo, o la lista, que
se atreve a averiguar para cuando el apagón vital… Mejor dejar que nos
sorprenda. Nunca nos acostumbraremos a esto. Nuestra cultura sigue escondiendo
algo tan natural como la muerte. Sabemos que solo estamos de paso, que cuando el
dinero para el alquiler se acaba, viene el desahucio de este cuerpo que se nos
dio para transitar por este mundo. Lo malo, lo peor, es la forma en que se les
desaloja a algunos. Injusto, totalmente injusto. ¿Cómo no rebelarse?
Llega la Navidad. Para unos, tiempo de alegría, para otros, de
tristeza. Cada uno que la viva como quiera o mejor sepa o pueda. Yo aprovecho
este momentito para asomar de nuevo por esta Orilla, y dar un chapuzón para que
las olas no se me queden dormidas. No pienso guardar el bañador ni recoger la
toalla, la Orilla es mi ventana al exterior. Por lo tanto, gracias mil a todos
los que siguen asomando para saludar y dedicarme una sonrisa.
Les deseo lo mejor en todos los espacios en los que se desarrolle
su vida, y levanto mi copa porque un poco de sensatez nos sea repartida a
diestro y siniestro, ¡que falta nos hace!
Nos seguimos viendo por aquí o por allí, que cualquier sitio es
bueno para encontrarse con los amigos. Me sean felices, no se olviden de ello.
MILA ESKER, ZORIONAK
ETA URTE BERRI ON!
¡MUCHAS GRACIAS,
FELICIDADES Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
Postal
navideña: Edurne (hecha en clase), Foto: Antonio (manipulación: Edurne). Eguzkilore:
Edurne (Hecha en clase). Texto: Edurne
3 comentarios:
A la Navidad, mejor le quitamos Na y una d. ¡Feliz Vida! ¡Todo el año!
Un abrazo,Edurne.
Pues y además que se acaba el año...
Feliz año y un fuerte abrazo.
ABEJITA:
Esa es una muy buena idea: ¡FELIZ VIDA!
Te deseo todo lo mejor.
Besos y abrazos.
:)
CHELO:
Ahí vamos, Chelo, ahí vamos...
Lo mismo para ti y los tuyos.
Un beso y un superabrazo.
;)
Publicar un comentario