¿VAMOS "A LIBROS"?

¿Cuánto tiempo hacía que en la Orilla no se hablaba de libros? Mucho. Hay que poner remedio a este descuido, ¡inmediatamente!

Aquí traigo una pequeña selección de lo que tengo entre manos, de lo que tengo intención de leer durante este tiempo de “asueto”. Algunos ya están finiquitados, otros, a medios pelos, y otros, tan sólo acariciados con las manos, la mirada…

¿Por dónde empezamos? Veamos, veamos…

El primero, barriendo para casa:

QUIEN CUENTA SUS MALES AHUYENTA:
Libro coral del Taller de Escritura Creativa Alfa, nuestro libro de este curso. Colección de relatos breves, escritos con mucha ilusión por un grupo de entusiastas de la escritura de este Botxo, entre los que me encuentro.

DIARIO DE UN EMIGRANTE:
Otra joyita del maestro Delibes. Imagino el deleite que me producirá su lectura. Es lo bueno que tiene conocer al padre de estas hermosas criaturas, que ya sabemos el resultado: satisfactorio.

AFTER DARK:
Haruki Marukami se ha cruzado de nuevo en mi camino, y como la experiencia me resultó tan agradable la primera vez, repetí una segunda, y ahora voy en busca de la tercera. Lo he empezado, tan sólo unas páginas y ya me ha dejado buen sabor de boca.

POESÍA COMPLETA:
Alejandra Pizarnik, otro sello de garantía para los amantes de la buena poesía. ¿Qué decir de la Pizarnik? Por mi parte, no pecaré de pretenciosa, simplemente de admiradora de su poesía. Altamente recomendable.

ORDENO Y MANDO:
Amélie Nothomb. ¿La conocen? Algunos seguro que sí, es como un fenómeno de las letras francesas, aunque sea belga. He leído unos cuantos libros de ella, así que vamos a ver cómo resulta este último. Como novedad, pueden ustedes probar…

XAHMARAM:
Jon Arretxe, escritor y viajero vasco, de aquí al lado. Escribe en Euskera, y sus libros son ágiles, muy fáciles de leer, y tienen ese toque de aventura, de misterio… También lo tengo empezado, pero se me quedó congelada su lectura hace unos meses, ya toca retomarla.

TESTIGO DE UNO MISMO:
Del siempre añorado Mario Benedetti. A Benedetti no hace falta “venderlo”, su nombre lo dice todo: un MAESTRO, una GRAN PERSONA. Poesía que llega al centro de la conciencia, del corazón… Imperdonable no haber leído nunca a Benedetti, si no lo han hecho, ahora es la ocasión.

SONATA A KREUTZER:
Lev Tolstói. Un clásico. Los rusos, los clásicos, nunca defraudan. Espero que la lectura de esta novelita me depare unos momentos de placer de los que se quedan pegados en el gusto literario durante mucho tiempo.

NO ES NADA:
Del bilbaíno Kepa Murua. Más poesía. Este libro lo compré en la Feria del Libro de Madrid de hace dos años, y este año, en la de Bilbao, compré el último, con el aliciente de que el autor estaba allí y me lo firmó; además me dedicó unos minutos y estuvimos charlando de la alegría que produce saber que a uno le leen, ¡y más si es poesía lo que se escribe!

Y para terminar:

LA IMPERFECCIÓN DEL AMOR:
Milena Agus. Fue ayer. Estaba yo merodeando por una librería, sin intención de comprar nada (eso me decía a mí misma para evitar la tentación), cuando allí estaba él, parecía que me llamaba, y claro, una es débil… Recordé que el año pasado descubrí a esta autora italiana nacida en Génova pero con raíces sardas, y profesora de Lengua e Historia en un instituto en la isla, en Cagliari, donde vive en la actualidad. Me fascinó su novela, aquel “Mal de piedras”. Así que nada, ayer ni me lo pensé, lo cogí, le dije: “¡tú eres mío, ven para acá!”
Anoche, muerta del sueño y del cansancio, me acomodé lo mejor que pude en la cama, a pesar del calor y de todo… Comencé, y ya desde el principio me enganchó. Llevaba el camino de leerlo todo todito enterito cuando, ¡ohhhh, perdí el sentido durante un par de minutos, Morfeo me tiraba los tejos y era incapaz de decirle que no! Miré el reloj, nada, lo más prudente era apagar la luz e intentar dormir. Esta noche volveré a la carga.

Pues eso, que les dejo con una selección, creo que variada. Trataré de colgar más reseñas literarias a lo largo de este verano, ya saben, parece que esta época es propicia para dejarse llevar por las letras, para sumergirse, allá donde quiera que nos encontremos, en historias ajenas que podemos vivir como propias…
¡Aprovechen y disfruten del inmenso placer que nos proporciona la lectura de un buen libro!

Foto: Edurne