domingo, 8 de noviembre de 2015

PASEANDO EL DOMINGO


Sacas a paseo las prisas por escapar
de la cárcel en que se ha convertido tu vida.
Al llegar a la senda,
una mano retiene tu marcha,
—calma, sin prisa—
te dice.
Hay muchas veredas que llevan
al mismo camino.
¿Cuál tomar?
Mira,
mira,
busca y encuentra
la tuya.
Hojarasca que oculta la ruta marcada.
Oyes ruido de pasos
que desvían tu rumbo.
Una ardilla salta 
de rama en rama, 
y te mira.
La sigues.
El camino está 
y estaba ahí,
en ti.
Ya no hay pérdida posible.


Foto: Antonio.  Texto: Edurne

7 comentarios:

Antorelo dijo...

Efectivamente, el camino está dentro de nosotros. ¡Qué bien lo has expresado! Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

todo sendero comienza en el primer paso que decides realmente tú
Besos.

Francisco Espada dijo...

Efectivamente, el camino está en uno mismo. Quien llega a esa convicción, nunca más se pierde.

Besos.

Edurne dijo...

ANTORELO:
Pero tenemos la mala costumbre de obviarlo...
Un abrazo!
;)

PEDRO:
Cuando empezamos a caminar por nuestros propios medios, somos nosotros los que decidimos qué camino tomar, y si nos perdemos o "despistamos", también es nuestra decisión.

Besos.
;)

PACO:
Pero a veces nos dejamos entretener por los cantos de sirenas, somos como Ulises. A veces, y no todos, claro!

Besos y abrazos, amigo!
;)

Marijose dijo...

Edurne me ha encantado este poema

besos

M. Blanca dijo...

Pasear y seguir nuestro camino sin que nadie te detenga...
Aunque no siempre podemos, las ataduras , a veces, son muy fuertes.
Besos

Edurne dijo...

MARIJOSE:
Gracias por tu visita y por las palabras.
Un beso.
;)

BLANCA:
Si todo fuera tan fácil, pero...
Lo importante es no dejar nunca de caminar, y si nos hemos perdido, seguir caminando hasta encontrar nuestra propia senda...

Besos.
;)