miércoles, 11 de abril de 2007

ATARDECER


Rompe el horizonte en rojos y naranjas,
allá en la tierra del olvido.
Se acerca la última luz de la atardecida...
Y en ese suave crepúsculo de trémula calma,
florece la primera flor de la noche.
Tímida se asoma a la vida...
Envuelta en dorada y liviana gasa,
recorro las estancias de mi cabaña.
Ya la claridad todo lo ilumina...
Alumbran mis pasos los pequeños y
oscuros rincones que olvidados tenía.
Aquí un beso, allá una caricia...
Y, sigilosamente, como en puntillas,
ungida de sonoro silencio, despido el día.
En la noche, despierta mi vida...
Foto: Aitor Texto: Edurne

1 comentario:

Anónimo dijo...

No me gusta el cero, la nada, el vacío...
Aunque sea redondo, como el sol, como un beso, como tus ojos cuando me miran...
No me gusta el cero.
Es como un gran agujero negro, infinito, un agujero donde caen tus deseos...
No, no me gusta el cero!