viernes, 30 de noviembre de 2007

LA VIDA OCIOSA


No sé si será cierto, pero algo me dice que sí...
Dicen que la vida tranquila, sin problemas ni alteraciones, alarga la misma, es decir: la vida ociosa.
Que si una merienda, que si un paseo a caballo, que si una tertulia, un concierto, una sesión de ópera, una charla frívola, recibir a los amigos, organizar alguna fiesta, salir de compras, un cafelito por aquí, un aperitivo por allá... y risas, eso sí, muchas risas.
¿Problemas, qué es eso? Nada, ¡a vivir la vida!
Les dejo a ustedes para que reflexionen y me digan si es cierto o no. Y les dejo este cuadro que se expone en estos días en el Guggenheim. El cuadro desprende tranquilidad, ¡no me dirán que no!
Pues eso... ¿qué sería si todo el mundo nos dedicáramos a la vida ociosoa?


Foto: Información Guggenheim

7 comentarios:

Anónimo dijo...

y yo me planteo...
si una servidora se dedicara a la vida ociosa, ¿cómo llenaría el buche a sus polluelos que no paran de piar "más galletas, haz lasaña, salchichas con puré, lentejas con morcilla, más, más, más"?
es lo malo de los niños-carpanta, que no dejan mucho espacio a la vida ociosa...
pero en fin, yo la vida ociosa, cuando la hay -y en mi caso se llama agosto-, la veo divina, maravillosa. Vamos, si fuera la Castafiore, reiría ahora mismo de verme tan bella...en la vida ociosa.
muxus

Edurne dijo...

Tenés razón... ay, bucólica, idílica, relajada, tranquila, ociosas, la vie! Ayyy, ayy y más ayyyy!

Anónimo dijo...

edurne, he colgado uno nuevo en locotidiano...y no te veo...así que direstamente, pásate y cuéntame algo, jo
;-)

María dijo...

Tenía yo una amiga
-currante ella donde las haya-
que al llegar de la ociosidad su turno
no se libraba de mal alguno.

Eran suyas todas las calamidades del mundo.
Léase:
Gripes, lumbalgias, cefaleas,
molestias estomacales.
......
Tras exponer su caso al galeno de turno
fue informada de que
era tal su relax llegando el período vacacional
que .... sus defensas eran las primeras en tomarse las de Villadiego.
Asaltándole en este estado y al unísono todo los males del año.

Visto el resultado, para ella, de “lo ocioso”,
optó por organizarse las vacaciones
repletas de “trabajos” gustosos.

Caso curioso ....

Edurne dijo...

Bien decís, amiga Lady, bien decís. Y es que el vulgo tiende a pensar que nuestros quehaceres son frívolos y mundanos, que nuestro trabajo no es tal, y... nada más lejos de la realidad! Que nos enfermamos, es cierto, que de tanto pensar en divertimentos, fiestas, ágapes y convites varios, nuestros cuerpos acusan gran cansancio y desenfreno, y hasta desasosiego.
Ay, de la vida ociosa! Que nadie nos la regala, que hemos de trabajarala y además, mantener el status (nada fácil, por cierto!)
Ay, amiga Lady, que sí... que tenéis razón; casi mejor organizarse la vida con trabajos al estilo "pueblo" llano, pero sin exagerar, así, moderadamente, con disimulo y despiste... vamos, como quien no quiere la cosa!
Caso curioso... si señora, caso curioso!

Anónimo dijo...

no sé que pasaría si todo el mundo nos dedicásemos a la vida ociosa pero ya me gustaría descubrir qué pasaría si pudiese dedicarme a la vida ociosa.
primero un viajecito a la sabana, luz y color, calor y sensaciones; me dejaría llevar una temporadita sólo por sensaciones.

Anónimo dijo...

Ya, que ya te conocemos, la sabana (que no la sábana)...
Tú a lo tuyo, de piñón fijo!
Pues no estaría nada mal eso de dejarse llevar una temporadita por las sensaciones, seguro que tendríamos una colección d elo más rica y variada, un amplio espectro de todo tipo...
Habría que pensarlo!