AMENAZAN

Amenanzan.
¿Quién amenaza, quiénes...? ¿Las nubes, las Torres Isozaki, quién?

Andaba yo esta tarde por Bilbao con una chamarrilla, porque, el día ha sido raro, que si refresca, que si quiere llover, que si llueve un poco, que si sale el sol, que si se esconde otra vez, que sí sí, que si no... ya saben, lo del chaparrón: con azúcar y turrón.

El caso es que iba yo caminando, así, ligera, como acostumbro cuando voy sola, y en esas que, al pasar por el Zubi Zuri, la pasarela Calatrava, se me ha ocurrido estrenar la camarita de mi flamante móvil nuevo. Amenzaban lluvia los cielos del Botxo, ya ven, unas nubes grises, nubes que se reflejan en los cristales de las Torres. Y yo queriendo capturar esa sensación amenazante.

Amenzaban, porque luego, como muchas veces suele ocurrir: todo quedó en agua de borrajas. Y aquí andamos, con el calor metido en las casas, que ni soplando y soplando se larga el tío, y ese calor húmedo tan nuestro nos deja p'al arrastre, medio "ahogaítos", haciendo que nuestros poros se abran y no paren de trabajar a destajo, sin vacaciones ni descansos semanales pactados... un agobio, ya les digo.

Calor, sol, azul celeste, ambiente seco, más calor, alegres, cielos alegres... Y de pronto, fresco, bajada de temperaturas, cielos brumosos, grises, cerrados y encapotados, tristes... ¿Alguien querrá que nos volvamos locos, alguien amenaza con ello? ¿Será el tal Isozaki, será el señor Calatrava, el Consistorio de la ciudad, será Marijaia que ya está calzándose sus abarcas para bailar sin parar del 16 al 24 en las fiestas más dicharacheras del orbe...? Ahhh, chí lo sá!

Tengo la ventana abierta mientras escribo estas líneas, miro por ella y la noche ya está asentada entre nosotros. Corre una brisa que se agradece pero que, carajo, también me estremece, ¡ni tanto ni tan calvo, no?!

¡En fin, queridos amigos, que nunca llueve a gusto de todos, está visto!

Foto: Edurne