lunes, 31 de diciembre de 2012

LAS UVAS DE LA IRA (sic.)






Sexta edición de estas uvas, más que iracundas en esta ocasión, como podrán observar. Ya expliqué el año pasado las razones para seguir con este ritual de las uvas –las mías en particular–, y si quieren pueden refrescarse aquí.

Este año casi se ha superado al anterior –en ciertas cosas, es evidente que se ha erigido en campeón–, y nos ha dejado con este raro sabor de boca. Llegadas estas fechas, ya no sabemos muy bien lo que queremos: que se vaya corriendo, que llegue el otro, con toda su incertidumbre y todas sus certezas, pero que pase rápido, o echarnos adormir y no despertar hasta que un “príncipe valiente” nos devuelva a una realidad más benigna con un dulce beso…

Ya les digo, ardo en dudas: no sé si llorar, reír, soltar irrintzis a diestro y siniestro, exorcizar a todos los males, pedirme una isla desierta y camuflarme entre los granitos de arena, o cual David, enfrentar a Goliat con mi humilde honda (me da a mí que más bien va a ser esto último)...

Quien más y quien menos habrá pasado por este periplo de doce meses desgranando con rabia, dolor, asombro, indignación, incertidumbre y qué sé yo cuántos más sentimientos de esos encontrados, uno a uno los días de este puñetero año que se nos va, así, habiendo sembrado a su alrededor las simientes de una cosecha que será árida, dura, poco sabrosa y desagradecida…

Siempre hay momentos para la sonrisa, es cierto, aunque sean mínimos y apenas los recordemos, pero, seguro que los ha habido (para unos más que para otros, ya se sabe: no  todos los ojos lloran a la vez…). Así que propongo una retrospectiva de esos momentos, o minimomentos, rescatarlos y tragarlos junto a las uvas, por eso de los contrastes, ya dicen que lo agridulce está de moda…

Por mi parte, reiterarles mi cariño y mi respeto. Agradecerles la compañía fiel de todos estos días, meses  y años. Y pedir disculpas por mi ausencia en sus salones, en sus patios, en sus ventanas, en sus gallineros y en sus recibidores… ya ustedes saben.

Se les quiere, así que pido lo mejor para todo el mundo, y que podamos seguir intercambiando oleajes, marejadas, mareas vivas y calmas chicha…

¡POR TODOS USTEDES, PORQUE ESTE AÑO VENIDERO LES TRAIGA PAZ Y DICHA!

¡POR ESTE MUNDO LOCO Y EGOÍSTA, POQUE ALGUIEN LE INJERTE UNA PIZCA DE SENSATEZ!

¡ME SEAN FELICES!

¡Todo esto, sin recorte alguno, sin escatimar en nada…!


Foto, ira,  manipulación y demás: Edurne  Uvas: de la cocina de mi amatxu.

lunes, 24 de diciembre de 2012

HISTORIAS DE LA RÍA XXIII Y ¡FELIZ NAVIDAD! (?)










No hay tiempo, la Navidad viene empujando, y a mí me lanza a la palestra de estas celebraciones casi en “paños mínimos”. Esta noche es Noche Buena, y mañana Navidad, como dice el villancico. Mis recuerdos vuelan hacia otros tiempos, cuando era una niña y la felicidad se desbordaba por estas fechas. 
Era feliz, no hay duda, lo pienso y lo repienso, y sí, yo era una niña feliz en estas fechas. 

Pero como no quiero ponerme melancólica ni atosigar con mis recuerdos y demás asuntos que pertenecen a mi carrera de vida afectiva… vamos a lo que nos ocupa, que es hacer un repaso, rápido– lo sé, no hay tiempo (me parezco al Conejo Blanco de Alicia, ¿recuerdan?)– de las cosas que acontecen por esta muy noble y leal Villa de Bilbao, por mi querido Botxo, y de lo que les sucede a sus villanos y villanas (curiosa la acepción por la que más tarde identificamos el vocablo “villano”), entre los y las que me encuentro.

Habrán observado que he estado como “abducida”, desaparecida en combate. Sí, tal cual. Y sigo inmersa en la vorágine, pero ahora, salgo disparada de ella, tan solo unos instantes para dejar estas mini Crónicas en la Orilla. Es lunes 24 de diciembre de 2012, son las 16:36 de la tarde. Los termómetros en Bilbao marcan valores de 20 y 21 grados o quizás un poquito más… ¿Estamos en invierno? No lo sé. Miro por la ventana y el sol me deslumbra. Precioso panorama, no lo niego, pero mi cabeza anda hoy dando tumbos, como el viento que me empujaba según iba por la calle con mis bolsas, mi carrito de la compra… 
En unos momentos llegará mi hermano y nos pondremos manos a la obra con lo de la cena, frugal por otro lado, que en esta casa somos frugales vegetarianos y nada ostentosos en estas cosas de la comida, lo importante es seguir juntos, y eso, un año más, se ha cumplido. ¡Aleluya!

Bilbao está que se sale, de todo, para mí se sale de bonito y alegre, de cosas interesantes, de gente, de todo, ya les digo.

En el Guggenheim hay nueva exposición, nuevas, mejor dicho, que a mas de la permanente y otras de recopilación, hay dos nuevas, la de Egon Schiele, una colección de pinturas, grabados, acuarelas, traídos directamente del Albertina de Viena. A mí, me gustó muchísimo. Triste, eso sí, pero me gustó muchísimo.
Y la otra, más pop, de Claes Oldenburg, con montajes a lo grande, pinturas, como temática más repetida lo cotidiano. Muy curiosa, alegre. Hay tiempo para verlas, si les apetece pueden buscar y acercarse…







No voy a poner las fotos en orden, lo siento, me lleva mucho tiempo y ahora, no lo tengo. Tecleo rápida, nerviosa, si alguna letra sale disparada de su sitio, me sabrán disculpar… he terminado de comer hace un ratito, el teléfono fijo, el móvil, los sms, los “guasap” se me amontonan… ¡socorro!

Terminó el trimestre muy aceleradamente, con muchas carga de todo tipo también. El viernes a la tarde, mi cuadrilla montó la merendola-discoteca en clase, y se tronchaban de la risa al verme bailar, con lo bailona que soy yo… les da corte, se creen que tenemos que ser de otro planeta y no podemos bailar, ja, pues yo no me puedo parar quieta en cuanto oigo música…




Pasear por Bilbao estos días es como reencontrarse con los días de mayo, o los de septiembre… y da gusto, la verdad. Además da gusto ver a los visitantes con su planito de la ciudad girando a la derecha, a la izquierda, mirando, buscando… El Casco Viejo, la Catedral de Santiago, la Ribera, el Mercado de la Ribera que ha sido reinaugurado el jueves pasado, pues la segunda fase de la renovación ya se terminó, las Siete Calles con su solera, su historia, y sus modernidades, ¡cómo no!… Y la zona recuperada de los muelles, el Euskalduna, el Guggenheim, el tranvía, nuestro gusanito verde. Los puentes que cruzan la Ría; las gaviotas, impertérritas ellas, solazándose como unas villanas más que son… Los puestos de flores dominicales en Los Tingladillos de Sendeja junto a la Ría. Y El Arenal que alberga eventos de toda factura, como carpas gastronómicas, donde la gente se agolpa como si fueran a regalar algo. Y el Ayuntamiento, asomándose al cielo a través de ese ojo en forma de escultura de Oteiza. El Arriaga, que deja que le planten un abeto a sus pies, los perros paseantes que acomodan sus pasos a los de sus dueños… Arte y arquitectura de vanguardia, reflejos de titanio y rojo pasión. Azul cielo y verde mar… Las tripas de la ciudad, el metro. La Ría y su vida, y su muerte, que de todo hay en sus fondos. El paisaje de mi infancia, de mi juventud, de mi adultez…
























Un cine: “Operación E”, con un Luis Tosar que se sale, como siempre. Me encanta este hombre, es un actor como la copa de un pino, solo espero que no se le suba a la cabeza y se vuelva tonto, como les ha ocurrido a algunos, pero bueno, éste creo que no, que ya tiene un grupo de música donde descarga todo lo que lleva por ahí dentro para soltar amarras y aligerar lastre…




Me regalaron libros por mi cumple. Poesía en Euskera, con un título más que apropiado : “Urtebetetze Festa” de la navarra Castillo Suárez (eskerrik asko, Amparo!), y dos que me llegaron desde Málaga, por obra y  gracia de la generosidad de mi amiga Carmen: “El libro de los abrazos” de Eduardo Galeano, y “Los recuerdos” de David Foenkinos. ¡A leer!




Y también ha habido tiempo para la emoción, para los reencuentros. EL más importante ha sido el reencuentro con mi amiga Fátima, después de doce años sin vernos, aunque sí con una mínima conexión en fechas señaladas, pero hace una semana nos pudimos abrazar por fin después de tanto tiempo. Eso ha sido una de las mejores cosas de este fin de año. Y nos despedimos con el firme compromiso de no volver a perdernos.
Y también me pude dar otros abrazos de los buenos con Joseba y Marga, mis amigos de toda la vida, a los que no veía desde hace un año y medio. Si cuando la vida se pone puñetera…






Ayer estuve viendo un programa magnífico en la 2, música de Agostino Steffani, cantada por la genial Cecilia Bartoli. Les dejo un vídeo cortito más abajo. Una maravilla.
Y también otro vídeo de un clásico de la navidad. La banda sonora de esta película me gusta mucho, y la peli, entretenida, la he visto chiquicientas veces, y aunque sea todo como de lo que es, de película, a veces, suceden cosas así.




Afrontamos unas navidades peculiares. Nosotros, los funcionarios, los “culpables” según algunos, de las desgracias “críticas” de España, las afrontamos sin esa parte de nuestro sueldo que nos ha sido robada vilmente, así, sin más. Y encima habiendo sobrevivido a ese Fin del Mundo tan cacareado. Ya les digo, ¡somos unos héroes! Pero lo que más me duele es el panorama tan desolador que viven muchos, sin casa, sin trabajo, sin ilusión, sin salud… Ahí sí que me siento culpable por tener casa, por tener trabajo, por tener salud y por tener ciertas ilusiones todavía. Y siento ganas de invadir Polonia (los entusiastas de Woody Allen saben bien a qué me refiero).
También hay que echarle un poco de humor a la cosa. Me mandaron estas dos cosillas por el "guasap" y las comparto, porque están muy bien.





SOLIDARIDAD, EMPATÍA. Creo que muchos todavía no saben el verdadero significado de esas palabras. Y no hace falta ir al diccionario para buscar la definición, no… solamente con mirar a nuestro alrededor nos pueden brotar, ¡si es que las dejamos!

Y termino ya, no sin antes desearles lo mejor, pero sobre todo que quienes no tienen nada, ni siquiera esperanza, puedan ver un resquicio de luz entre tanta sombra. Y aunque suene hipócrita…

EGUBERRI ON! ¡FELIZ NAVIDAD!














Me llegan noticias de última hora de la Corte: Una troupe de cómicos cargados de 300 pistolas y mucha ilusión, a mas de un perro y un hortelano, están a punto de desembarcar en el Botxo... Si quieren ustedes saber más al respecto, diríjanse a la parte derecha de esta Orilla, allí podrán informarse de todo acerca del evento. Gracias.


Fotos: Antonio y Edurne  Imágenes, dibujos y cartel película: Internet Chiste: Forges Vídeos: Youtube

martes, 18 de diciembre de 2012

LIBERTAD (Replay)



Arrastran las olas los pesares del alma
dejando surcos en el rostro de mis días.
Arados los campos del sueño están,
y con vestido de sol y mar
dejan mis pensamientos volar.

Llamo.
Grito tu nombre, LIBERTAD.
Espero con ansia tus pasos
poder escuchar.
Te llamo desde la oscura garganta
de la noche,
desde el miedo a la verdad,
sin esperanza en poderte besar…

Y es este lamento que,
preso de mis deseos,
se ahoga en la antesala del viaje
a ninguna parte,
a la estrella más lejana,
la del cielo polar.

Y este nudo en mi sangre
que me cierra el paso a tu boca,
a tus manos, a tus ojos…
Mi bella, mi amada
LIBERTAD.

Foto: Joseba Texto: Edurne (Poema ya publicado en la Orilla el 4 de  septiembre de 2009)

sábado, 15 de diciembre de 2012

UN CLÁSICO: "IL GATTOPARDO"


Novela escrita en los pocos años que Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957) dedicó a la actividad creativa al final de su vida, pero que, como apuntó Giorgio Bassani, es «una de esas obras para las que se trabaja o se prepara uno toda la vida», El Gatopardo es sin duda, y una vez aventadas las polémicas de inspiración ideológica que la envolvieron en el momento de su póstuma publicación, una de las cumbres de la literatura italiana del siglo XX. Centrada principalmente en la figura del príncipe de Salina, ­último representante de una aristocracia siciliana de larga tradición que asiste de forma entre estoica e irónica a las postrimerías del mundo al cual pertenece, marcadas por el ascenso de nuevos ricos de origen plebeyo, al tiempo que por la unificación de Italia bajo el reinado de Víctor Manuel de Saboya­, la obra consigue transmitir de forma incomparable, gracias a su peculiar «tempo» narrativo, la esencia no sólo de una época de finitud y de cambio, sino también del singular carácter de Sicilia: de su insularidad, su paisaje, su luz y su aire, que consigue expresar hasta unos límites que los hacen casi palpables.


Pues en esta lectura estoy inmersa. En enero, presentaremos la obra en la tertulia mensual que hacemos, y como recae en mí parte de la responsabilidad, me lo voy a trabajar bien.
Confieso que del Gatopardo, tengo vagos recuerdos, y una edición desaparecida de mi biblioteca. Lo que más fresco tengo es la película. Inevitable no hacer mención a ella. Burt Lancaster, Alain Delon y Claudia Cardinale, actores fetiche para mí. El príncipe Fabrizio, su sobrino Tancredi y la bella y ambiciosa Angélica. Yo creo que es una de las obras maestras de Visconti.

En cuanto a la obra en papel, "IL GATTOPARDO", de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, ya es un clásico de la literatura, no solo italiana, sino mundial, y como tal la acometo. Y también la recomiendo. Hay que volver a lo clásico de vez en cuando, y de paso, documentarse sobre pasajes históricos.

Les dejo unos enlaces, aquí y aquí. También un trailer de diversas escenas de la película, la portada del libro que estoy manejando, una edición de Edhasa. Un edición muy bien cuidada.
Si gustan...




Escaneado libro: Edurne Vídeo: Youtube.

lunes, 10 de diciembre de 2012

EL ALMA EN UN BOCETO



Llevas el alma desdibujada,

tanto como el paso, incierto.

Y caminan tus deseos

naúfragos y ciegos,

palpando vidas y sueños ajenos.

Extiendo mi sonrisa y toco

el borde de tu mano fría,

cabalgando entre sucio hielo

y el miedo a la vida.


Boceto: Antonio  Texto: Edurne

viernes, 7 de diciembre de 2012

CINCO DECENAS + TRES UNIDADES...




A esto se le llama deformación profesional, pero, ¿a que queda la mar de chulo el número 53 así descompuesto? Y sí, ya sé que la palabrita “descompuesto” nos lleva a pensar en otra cosa… aunque aquí hablamos matemáticamente, y miren que yo soy de letras, totalmente de letras.
El caso es que este va a ser mi número favorito a partir de hoy. Cincuenta y tres. 53. Interesante, ¿no?

¿Quién me iba a decir a mí cuando allá por mi más tierna infancia, me desesperaba queriendo ser mayor, queriendo cumplir diez años al menos, que iba a llegar hasta aquí? Ya ven ustedes, toda mi aspiración era cumplir diez añitos. Se ve que lo de las dos cifras en el carné numérico era de lo más excitante para mí. Aunque, claro, enseguida me pareció una engañifla, una no era mayor por tener diez años, y por eso empecé a marcarme plazos binarios, o sea, de dos en dos y pares. En un principio se me hizo que los doce, con eso de ser una docena, ya eran lo más  de lo más. Mentira podrida. Ni los catorce, ni los dieciséis... Porque por esa época mi señora madre andaba temblorosa ella con eso de la adolescencia, ya saben, los chicos y tal y tal… Pero no, ni esperando de dos en dos, me parecía a mí que me hacía mayor.

Y ahora resulta que siendo una “cincuentona” con todo el derecho, miro hacia atrás, y sigo pensando casi lo mismo. Han pasado los años, muchos años, y me he hecho mayor, por supuesto que sí, pero sin darme cuenta. La vida me hizo mayor mucho antes de lo que yo pensaba, pero yo seguía esperando.

Mirando fotos de antes, de las de blanco y negro, de las del primer color… Veía yo a los míos, a mi familia, a mis amig@s, me veía a mí misma. ¡Qué risa, por Dios! ¡Qué pintas, ¿no?! ¡Qué va, que todo va/iba acorde con los tiempos! Y veía a mi amama y pensaba en voz alta: “¡Amama tenía 53 años cuando yo nací y la estrené de abuela…!” Evidentemente son otros tiempos, porque, aunque mi amama murió con 95 pareciendo que tenía diez menos, y mi ama lleve el mismo camino…. En aquel entonces, sí parecía una señora de 53, y yo, sinceramente… ¡no me veo!
¡Permítanme que me ría, es que me da la risa, y como necesito reírme más que el respirar, pues me río, a carcajada limpia, oigan! ¿No me oyen?

Me están tocando años duros, muy duros, y mi entrada en los cincuenta no fue nada buena. Este último año me ha pillado saturada de todo y en conflicto conmigo misma, pero, sé que son cosas que irán pasando. De entrada, hoy quiero celebrar con todo el mundo que sigo aquí, dando guerra, y que todavía me esperan unos cuantos años más para seguir peleando. Así que hago chin chin con todos ustedes, y les doy las gracias más sinceras por ser mis amigos virtuales (unos de hace tiempo y otros de hace menos, pero con igual categoría).
Pronto se acabará este año nefasto, porque, ¿no me negarán que no está siéndolo? Sigo siendo positiva, optimista y peleona. Así que… ¡A por todas!

La Orilla tiene barra libre de oleajes y espuma en chantilly, caracolas grandes y pequeñas, arena fina y brisa natural del Cantábrico. Dispongan de todo ello como más gusten… ¡Que no decaiga la fiesta!




Imagen del 53: Internet, de actiludis.com  Foto: Antonio

miércoles, 5 de diciembre de 2012

HAIKUS ESCOLARES (Versión 2012 (II))




Hoy cuelgo la segunda parte de los Haikus de mi cuadrilla galáctica. Si los del otro día les gustaron, les dibujaron una sonrisa y les hicieron recordar su propia infancia, estos de hoy, les traerán más de lo mismo.
Les agradezco los comentarios de parte de ell@s y de la mía también, claro, que soy parte más que interesada en el asunto…

La primavera
ha llegado, con ella
sus lindas flores.

Las flores cantan,
los árboles crecen en
el bosque verde.

¡Ay, nervios tengo
porque viene el invierno,
va a nevar mucho!

Viene el invierno.
Otoño morirá.
¿Por qué están muertos?

En la sabana,
madres luchan por sus
crías, feroces.

Pues en mi pueblo,
cuando llega el invierno,
sí, caen nevadas.

El otoño que
es triste, porque llueven
hojas sin parar.

La nieve canta.
Llega el frío invierno,
bastante blanco.

Caen las hojas en
otoño, ahora nuestro
más frío invierno.

Las flores brillan
en el bosque de noche
con sus colores.

Autores (por orden):  Jon Ander, Laura, Nagore, Unai, Maialen, Anartz, Pablo, Asier, Maider y Karla. Pintura: de Internet