viernes, 31 de julio de 2015

DIARIOS DE LA TERCERA PLANTA (I) (Replay)


No sabía muy bien desde cuándo estaba allí, postrado en esa cama, entubado, con cables y goteros por todas partes. Tenía la mirada  fija en el techo, blanco, como las paredes, blancas… Si torcía, con esfuerzo,  la cabeza hacia su izquierda, divisaba una puerta entreabierta y percibía el rumor de pasos y voces. Si giraba el rostro hacia la derecha, un enorme ventanal le castigaba la vista con la luz a raudales que escupían sus cristales, y silencio… Volvió a cerrar los ojos, tal vez era un sueño, y al abrirlos de nuevo, estaría otra vez en su habitación. Pero no, ahora eran un crucifijo en el frente y un pequeño televisor los que se le mostraban sin pudor alguno en ese paño desnudo.

No había duda, estaba en un hospital, pero ¿por qué? No recordaba absolutamente nada, por más esfuerzos que hacía, que buscaba y rebuscaba entre los pasillos de su mente… nada, no podía recordar nada. Tan solo ese dolor sordo y constante de todo el cuerpo le avisaba de que algo le había ocurrido, y de que no debía ser ninguna tontería. No podía moverse si no era con gran dolor. No volvió a intentarlo. Esperaría a que apareciera  un médico, una enfermera… Alguien tendría que decirle algo.

Intentó dormir. Cerró los ojos con fuerza, tanto que le dolían los párpados. Las ganas no superaron a la imposibilidad por conciliar el sueño. Imposible. Trató, en vano, de inducir el letargo recordando situaciones, personas, lugares… Labor totalmente infructuosa, un caudal de imágenes se abarrotaban en la entrada de su cerebro sin orden ni concierto alguno. No podía respirar. Volvió a abrir los ojos. Blanco. Todo seguía siendo completamente blanco.

Lo intentó una y otra vez, hasta que alguien empujó la puerta y notó unos pasos que llegaban hasta su cabecera. Abrió los ojos y se encontró con la mirada de un hombre joven que le sonreía, en el bolsillo de su bata blanca había un nombre escrito “Doctor Satrústegui”. Lo miró interrogante, esperando que despejara sus dudas. Éste llevaba una carpeta con papeles que ojeaba pensativo.

—Así que su nombre es…
—Armando.
—Armando… ¿qué más?
—Armando García Ríos.
—Muy bien, veo que recuerda quién es. Teníamos nuestras dudas. La conmoción ha sido muy fuerte y ha estado inconsciente muchas horas.

Conmoción, inconsciente… Seguía sin recordar nada. ¿Qué había podido ocurrir?

—Veo por su expresión que no recuerda nada de lo que le ha ocurrido. Bien, no se preocupe, está usted en un estado de amnesia orgánica normal, poco a poco volverán las imágenes y los recuerdos. Que sepa su nombre ya es una buena señal. Ha sufrido usted un accidente de coche realmente grave, sus lesiones son de carácter reservado, pero no irreversibles. Además ha permanecido casi setenta y dos horas en estado de schok e inconsciencia debido a una conmoción cerebral. Hay que esperar para poder evaluar todos los daños y las posibilidades de mejora. Pero vamos por el buen camino. Ahora descanse, duerma…

—No puedo. Imposible, lo intento y lo intento pero no puedo dormir, me estoy empezando a angustiar…
—No se preocupe, le pondremos algún medicamento para inducir el descanso.
—¿Pero qué es lo que ocurrió? En el accidente, quiero decir, ¿cómo fue?

Doctor Satrústegui, Doctor Satrústegui, una emergencia en la 328, por favor acuda. Doctor Satrústegui a la 328, urgente”.

La megafonía no dejaba ni un segundo para explicaciones. El doctor salió presuroso de la habitación, seguido de la enfermera, que cerró la puerta tras de sí. 
De nuevo solo, solo con el blanco en el techo, en las paredes, en su mente…

Imagen: Internet  Texto: Edurne



martes, 28 de julio de 2015

SONRISA PROFIDÉN


Dejé de usar sonrisa Profidén
cuando me explotaron en plena alegría
los cristales,
—hechos añicos—
de la vida que,
como lenta maratón 
gracias a toda suerte de malabares,
caminábamos de la mano
por la vereda de nuestro río...
Y poco a poco,
se fueron cayendo
dientes junto a todos los soles,
muelas y miles de estrellas...
Ya no puedo darle brillo,
por mucho que limpio
y limpio...


Foto, Manipulación y Texto: Edurne

domingo, 26 de julio de 2015

TE LLEVO...



Llevo cosidos tus besos
con hilo de oro fino.
Los llevo entre los pliegues rojos
del  que late cada vez que tu voz me acaricia,
cada vez que despiertas en mí
a la fiera que me habita…
Te llevo prendido en el pecho
—estandarte de mi día a día—, 
como flor de magnolio, 
provocador y exultante.
Te llevo entero,
te llevo a trozos,
escondido,
y a plena vista.
Te sueño a cada instante,
y te me confundes entre
holas y buenos días.
Guardo tu sonrisa en el cajón de nácar
de mis tesoros  más preciados.
La saco de noche,
la miro,
la toco,
me la visto y dejo que acune mis sueños,
que calme mis viejos miedos
de engaño y olvido…

Foto y Texto: Edurne


viernes, 24 de julio de 2015

COMO BARCA HERIDA


Paralela a mi vida,
otra se lleva
mis logros y mis dichas.
Tu amor,
que era mío,
por otros mares navega.
Tu sonrisa,
que era mía,
a otros ojos mira.
Varada en dique seco,
cual barca herida,
queda la ilusión mía.
Muerta,
ya muerta en vida.


Foto y Texto: Edurne

miércoles, 22 de julio de 2015

Y ELLA... SIEMPRE AHÍ


Ella,
la que siempre me espera,
la que nunca me falla.
Ella,
la que me dio la vida,
la que me sostiene
noche y día…
Ella,
mi madre,
madre mía…
Ella,
con ese corazón
que todo lo llena,
con esas manos de madre amorosa,
con esa mirada de niña eterna,
con esa sonrisa
siempre presta…
Ella,
la más fiel de todos
los que me rodean.
Siempre ella…


Foto y texto: Edurne. Hoy cumple 82 años mi querida progenitora, ¡y ya ven, de semejante guisa! Siempre lo digo, “de mayor, quiero ser como ella en todo”. ZORIONAK, amatxu maitia!

martes, 21 de julio de 2015

HOY TE REGALO UN MAR (Replay, y esta vez con toda la razón...)


Te regalo un mar.
Un mar que envuelva tus sueños,
que acune tus desvelos.
Un mar donde gobierna tu amigo,
el gran Neptuno
para que sigáis celebrando juntos-.
Un mar huérfano de sirenas
-después de lo de Ulises, no me fío-,
pero poblado de caracolas
que canten a tu oído
lo mucho que te quiero…
Te regalo un mar.
Un mar vestido de corales,
de espuma,
de algas con pespunte de oro y sal…
Te regalo un mar.
Hoy calmo, mañana altivo.
Si quieres,
será mar revuelto,
león que ruge reclamando
tributo.
Si quieres,
mansa corriente que lame orillas
en silencio.
Te regalo un mar.
Y un faro.
Faro para que nunca se pierda tu barca
 en medio de la tormenta,
para que siempre encuentres 
la casa que habitas,
y el corazón que te abriga…
Hoy,
te regalo mi mar.




Fotos, manipulación y Texto: Edurne (Esta entrada fue publicada el 18 de agosto del año pasado, era el cumpleaños de quien comparte mis marejadas y mis calmas chicha... Hoy vuelvo a regalarle este mar, y todos los mares del mundo, porque está saliendo del fondo de uno de ellos, del mar más negro, del que por poco se lo traga, pero que se ha apiadado de mí y me lo ha devuelto. Vuelvo a decirle que  mi faro sigue encendido para que siempre encuentre el camino...)

lunes, 13 de julio de 2015

OTRA VUELTA DE TUERCA


La vida nos da otra vuelta de tuerca más…
Me vuelve a dejar sin aire que respirar.
Los jinetes del otro lado cabalgan,
lejanos,
pero con los cascos de sus caballos
golpeando la tierra seca.
Los oigo.
Tapo mis oídos,
ahogo mi llanto,
y rehúyo la imagen desconocida
que me devuelve el espejo.
Esperar, esperar…


 Pintura: Antonio. Texto: Edurne