martes, 26 de abril de 2016

HIJA DE LA LUNA


Son las tres de la mañana
y ahí estás,
sé que vienes a despertarme.
No soportas verme descansar,
aunque solo sea una noche,
una maldita,
—o bendita—
noche…
Son las tres de la mañana y
mis ojos se niegan a abrirse a la nada
de esta noche oscura.
¿Qué me quieres,
por qué me buscas?
Siempre invadiendo mi paz,
mi descanso…
Sé que eres hermosa,
que luces reina de todo el universo,
 blanca, redonda,
 dura y argentina.
Sé que soy tu hija y me reclamas,
pero,
deja que viva una nueva vida.
Ahora necesito soñar que estoy viva.
Fabrico recuerdos y afectos,
lloro ausencias y desengaños,
y me busco entre miradas,
abrazos y “tequieros”.
Necesito dormir para poder
Soñar,
soñar…
Sé que soy tu hija,
“La hija de la luna”.
Y te quiero, madre,
te quiero,
pero…
¡Son las tres de la mañana!



Foto: Aitor. Texto: Edurne

viernes, 22 de abril de 2016

COQUETEOS QUIJOTESCOS (Replay)



Aconteció entonces que mi señora Doña Dulcinea despertó alterada del sueño. A fe mía que aquel frugal almuerzo no sentó bien a su sesera. Y en profiriendo atronadores gritos, despertóme a mí también del dulce reposo en que me hallaba.

No sin aturdimiento, corrí a su lado por ver de qué se trataba. Y cuál no fue mi sorpresa al ver que toda ella se encontraba empapada de pies a cabeza en aquel habitáculo, que dijeron era el dedicado al aseo personal, donde manaba el agua de un cable terminado en extraño artilugio por mí nunca antes visto.

En verdad, extraña era la venta, pero tan cansadas nos encontrábamos mi señora y yo después de la larga cabalgata del día, que no reparamos en todo lo misterioso del lugar.

Mi señora Dulcinea, que había dedicado toda su vida a estudiar, ya se había percatado de que entrábamos en un lugar singular. Por sus muchas lecturas tuvo la sospecha, y yo fiel escudera no osara jamás dudar, de que algo sobrenatural tal vez nos sucediera.

En llegando a la venta, ya nos miraron raro, pero más raro hubimos de mirarlos nosotras, pues pareciónos que sus vestes no eran apropiadas para venteros...

Era casi de noche y no podíamos saber dónde habíamos recalado con nuestros molidos cuerpos. Caballera y escudera, rocín y pollino, no pedían, por merced, sino un lugar para reposar y viandas con que reponernos.

Entramos, así pues, en la venta más enorme que jamás ojos humanos hubieran visto, y ya entonces, mi señora me advirtió: "Lucrecia, abre bien los ojos, que en aquesta venta acontecerán hechos de los que otros escribirán".

Perplejas las dos, arrogante ella y temblorosa yo, seguimos al mozo, seguramente uno de los muchos hijos del ventero, hasta una caja mágica que abría y cerraba sus puertas haciendo aparecer y desaparecer personajes extraños ante nuestros ojos.

Risas y más risas... Ojos que nos miraban. Mi señora Doña Dulcinea reafirmó sus sospechas: ¡Estábamos en el futuro! ¡Santa María, madre de Dios, habíamos sido víctimas de un encantamiento... tal vez con el Bálsamo de Fierabrás pudieramos deshacer semejante hechizo!

Entramos en una de esas cajas encantadas, y enseguida el estómago se nos disparó, ¿pues no volábamos acaso, como si aves fuéramos? Una musiquilla nos depositó de nuevo en tierra, la caja se abrió, y ante nosotras aparecieron unos seres parecidos a aquellos de las novelas que habían vuelto la cabeza casi del revés a mi noble señora Dulcinea. Ella era muy jóven aún, y todo lo quería ver, pero yo cansada ya de tanto trajinar, le pedía reposar...
Entramos en una gran habitación, ésta en la que ahora nos encontramos, y el mozo informó a mi señora de que al rato vendrían en nuestra busca.

Así fue, y dos mancebos de muy buen ver, tanto que alegraron nuestros ánimos, se presentaron al punto. ¿Y no pretendían que nos despojáramos de nuestras vestimentas? ¡Seguramente con intenciones de aprovecharse de nuestra inocencia e ignorancia, y hacer aquello que caballero no ha de hacer con dama, ni escudera, decente alguna!

Y mi señora montó en cólera, y yo ayudéla en lo que pude, aunque si he de ser sincera, de buen gusto y grado, hubiera probado aquel Bálsamo de Fierabrás en forma de fornido mancebo...

Y que una, aunque escudera, aún mantiene la buena planta que de moza tuvo. Pero escudera se debe a su señora, y así, entre gritos y empellones, logramos desalojar a los muy bellacos del aposento, mientras nos decían tontas, y que no sabíamos lo que nos perdíamos al rechazar sus masajes, y que hasta hablaron de baños turcos y...

Y hete aquí que mi señora seguía pensando que, con malas artes, algún mago envidioso nos había traído hasta este mundo en un aparato volador. Y ahí estábamos las dos, asustadas a más no poder, sin atrevernos a salir, esperando a que algo se le ocurriera a mi señora Dulcinea. 

Pero eso... eso ya es harina de otro costal.


Foto: Antonio. Texto: Edurne (Texto ya publicado en esta Orilla en un par de ocasiones, pero esta de ahora lo permite de nuevo…)


domingo, 17 de abril de 2016

SUA/FUEGO



Sua
ene bihotz barruan.
Sua
haize indartsuan.
Sua
goiko zeruan.
Sua
maite zaitudan moduan.

***

Fuego
en  mi corazón.
Fuego
en el fuerte viento.
Fuego
en el alto cielo.
Fuego
en cómo te amo.



Pintura: Antonio. Texto original en Euskera y traducción (que ya sabemos que los textos concebidos en una lengua, al traducirlos...): Edurne

jueves, 14 de abril de 2016

SOMOS UNOS TROGLODITAS



¿Cualquier tiempo pasado fue mejor...?

Foto: Edurne. Elenco artístico: mi cuadrilla galáctica, salvo dos... Refrán para la reflexión: del acervo y la sabiduría populares. 
Y recordar que hoy es 14 de abril. ¡VIVA LA REPÚBLICA!

jueves, 7 de abril de 2016

LOS PASOS DEL AMOR FRATERNO



Miro a través de las ventanas
que abren nuestros corazones
y veo,
claramente,
cómo caminan
—unos alejados de los otros—
los pasos del amor fraterno.
Tenemos que pagar
un alquiler demasiado alto
por los sentimientos
que nos produce esta Humanidad
imperfecta,
insensible,
insolidaria,
incomprensible,
inaudita,
intolerante,
inadmisible,
imperativa,
imperiosa,
impertérrita,
impertinente,
impresentable…


Imagen: Internet. Texto: Edurne

viernes, 1 de abril de 2016

DESDE MADRID CON AMOR (Crónicas del Foro LXIV) Retomando la rutina croniquera.


¡Mírala, mírala, mírala... 
La Puerta de Alcalá. 
Ahí está, 
ahí está, 
viendo pasar el tiempo... 
La Puerta de Alcalá!

Pues sí, ahí está, como siempre, viendo cómo pasan unos y otros, testigo impertérrito de tantos y tantos sucesos.



Madrid, El Foro, sigue en su sitio, y aunque yo lleve un año sin escribir y mandar al éter Crónica forera alguna, ir por Madrid, he ido, y mucho, mucho, mucho… Mis circunstancias han sido distintas, pero ahora ya vamos recuperando posiciones.





Y por esa razón me he dicho: “¡Venga, Edurne, date un capricho y escribe unas Crónicas del Foro, aunque sean cortitas…!” Así que aquí me tienen ustedes, lista para hacer una recapitulación de lo último de mis paseos por la Capi, de lo anterior ya no merece la pena hacer reporte.



La Semana Santa en marzo tiene un inconveniente, que todavía hace bastante frío. Lo bueno, en cualquiera de los dos casos, en marzo o en abril, es que si tienes suerte y te libras de la lluvia, puedes aprovechar bastante bien el tiempo de asueto.





Hubo, hubo suerte, solo llovió el lunes de Pascua a la mañana, al mediodía… El sol lució por lo general espléndido, y la temperatura fue bastante benévola con nosotros, así que los paseos se prodigaron. Paseos tranquilos, que no está el horno para bollos, pero de disfrutar.



El Retiro sigue acogiendo a todo aquel que quiera perderse un rato entre árboles y gentío de toda clase y condición. La primavera ya está asomando el morrito, y eso se nota en las ganas de callejear, de sentarse en las terrazas de los bares y restaurantes, simplemente por solazarse, por dejarse ver y por curiosear…








De exposiciones y asuntos culturales, ahora les cuento.

En la Fundación Juan March, están con una buenísima exposición titulada “LO NUNCA VISTO, de la Pintura Informalista al Fotolibro de Postguerra (1945-1965)”. Realmente merece la pena. Pienso volver en cuanto pueda, y es que hasta el 5 de junio estará visible. Además es gratuita. No se la pierdan si es que pueden acercarse hasta allí.






En La Biblioteca Nacional, y aprovechando el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, hay una muy buena exposición acerca del hombre y del mito. También la recomiendo encarecidamente. MIGUEL de CERVANTES: de la vida al mito (1616-2016).












En La Casa de América, como reclamo, nos recordaban que El Inca Garcilaso de la Vega, 400 años después  también cumplía centenario. Para ello lo celebraban con una exposición: “El Inca Garcilaso y el nacimiento de la Cultura Mestiza en América”, y diversas charlas y conferencias. Como es un personaje que, a mi entender, siempre ha ido a remolque, no por sus pocos méritos, de los “grandes”, pues tenía yo interés en ver lo que allí había expuesto. ¡Oh, decepción! La exposición consistía en unos paneles informativos acerca de su vida y obra, y de la cultura mestiza en las Américas… Me entró una gran tristeza, la verdad, porque todo estaba concentrado en un pasillo en la parte baja, no había nadie, solo una guarda jurado con un ordenador. Solitude. Y en el jardín de García Márquez, una pareja de japoneses sacando fotos a todo lo que se movía y a lo que no. Dentro, todo preparado para ese evento multitudinario del 80 cumpleaños del Noble Vargas Llosa, acompañado por su nueva y acartonada pareja, la socialite, Isabel Preysler.










La Real Academias de Bellas Artes de San Fernando, sita en la calle de Alcalá, alberga muchos tesoros. A mas de las exposiciones temporales, el Museo de la Academia propiamente dicho es una joyita, ya les digo. Este tipo de museos, de tanto abolengo, me gustan porque es como respirar la atmósfera de otros siglos, como oír los pasos de artistas tan geniales que por allí pasaron. También recomiendo una visita a esta Real Pinacoteca.















¿Y si nos marcamos un cine? Una película dura pero magistralmente interpretada, más que nada por el niño protagonista, “La habitación / The Room”. Basada en hechos reales, nos muestra con toda dureza la adaptación de una madre y un hijo a un cautiverio que tuvo su inicio con el secuestro de la madre siendo adolescente. La criatura no ha conocido más mundo que los escasos metros de una caseta de jardín, insonorizada y herméticamente cerrada… La verdad es que se te ponen los pelos como escarpias, pero no me arrepiento de haberla visto, a pesar de que no siempre son estos temas los más indicados para según qué situaciones anímicas…



Los autobuses me dan tiempo extra, el  que no tengo en circunstancias normales, para poder leer, aunque a veces prefiero oír música, mirar por la ventanilla o visionar alguna película. El caso es que en esta ocasión he estado leona.



Terminé “Picnic en Hanging Rock” de Joan Lindsay, y que me ha tenido enganchada. Misterio…



Volví a leer “Una historia crepuscular”, de mi querido Stefan Zweig, una historia cortita acerca del despertar a la vida y al amor de un adolescente. En cualquier caso, la prosa de Zweig siempre es bienvenida.



Y he empezado “La tía Mame”, de Patrick Dennis, una descacharrante historia llena de gracia, ternura y aventuras alocadas. No viene nada mal como paréntesis entre tanta pena, ¡caramba!



El lunes próximo, vuelvo a clase otra vez para encarar el tercer trimestre con el mejor ánimo  que puedo, que mucho no es, les digo sinceramente, yo no me encuentro en mis mejores momentos y todo me cuesta mucho más, pero…



Prometí brevedad, y creo que he cumplido. Espero volver a orillear dentro de poco y a explayarme más. ¡Ojalá!



Mientras tanto, ¡Feliz Primavera! y ¡Feliz Otoño!, dependiendo del hemisferio desde el que se acerquen a chapotear…




Fotos: Antonio y Edurne. Cartel película: Internet. Escaneado folletos y Texto: Edurne