jueves, 18 de marzo de 2021

DE DOS EN DOS... LLEGAMOS AL 14

 

Un 1 y un 4. Catorce años desde que esta orilla fue presentada en sociedad. Parece mentira pero aquí seguimos, aunque los tiempos no nos sean favorables ni propicios.

Estoy/estamos viviendo momentos muy duros en esta familia. Nuestra amatxu ha estado a punto, en dos ocasiones, de dejarnos, y eso es algo que llevo ahí metido, clavado en lo más hondo. No teníamos que haber llegado a esta situación, no, pero…. Ahora no quiero hablar de malas praxis médicas e intoxicaciones medicamentosas ni nada de lo que ha pasado. Me invade una mezcla de sentimientos muy difícil de manejar. El caso es que en estos momentos seguimos sufriendo, de otra forma, pero sufriendo. Ella intenta recuperarse a todos los niveles, con mucho esfuerzo por su parte, muchísimo, y nosotros estamos peleando como lobos por ella. No está en casa, no nos puede ver más que dos horas a la semana (maldita pandemia) y eso es quitarle la mejor de las medicinas, la más importante: el contacto con sus hijos. Pero saldrá/saldremos adelante. Somos fuertes.

Por eso agradezco doblemente el que todavía se acerquen ustedes de vez en cuando por esta orillita, aunque sea en puntillas, y dejen sus huellas para que yo sepa que no andan lejos. Eskerrik asko! Espero poder poner a mi orilla a jugar de nuevo con las olas, con la espuma y el sol.

No me gusta olvidarme de las costumbres, y esta es una de ellas: celebrar aniversarios, agradecer, recordar, ponerme sentimental…

Ya saben que suelo acompañar esta entrada con fotos de la edad que corresponde al blog, así que este año tocan mis catorce. ¡Qué edad más hermosa, y compleja a la vez! Eres y no eres, todo lo vives con una intensidad extrema, la amistad es importantísima. La complicidad, ese cariño que es muy difícil de explicar y de entender. Los veranos, la cuadrilla de amigas, los chicos que entran en tu círculo casi sin enterarte,  los primeros amores… Me parece que era otra Edurne, otra vida, lo veo tan lejano, y a la vez tan próximo en mis recuerdos… Soy capaz de acordarme de los nombres, de las ropas y sus colores, el olor de las noches estrelladas, las sensaciones de los paseos en libertad, la emoción…

Y de pronto te encuentras con 61 años y en otra vida. Algunas cosas de las que soñabas y esperabas, se han cumplido, otras, la mayoría, no, pero, ¡qué importa ya! Ahora estamos a lo que estamos y ahí tenemos que echar todo lo que nos queda. ¡Y más! Ahí está la familia, la que ha apostado siempre por ti y a la que ahora tienes que cuidar, proteger…


Nunca hay que rendirse, ¡nunca! La verdad es que yo nunca he tirado la toalla ante nada, soy muy cabezota, así que esta orilla seguirá cumpliendo años, y ustedes lo verán.

Gracias mil por acompañarme en mi periplo vital, son parte de mi historia personal, ¿lo saben, verdad?

Hoy cumplo 14. Me gusta, me siento una chavalita, como la de las fotos…

 

Fotos: De la memoria familiar. Texto: Edurne