viernes, 31 de diciembre de 2021

LAS UVAS DE LA IRA (Sic.)

 


                              I HAVE A DREAM

Empecé a compartir las uvas de la ira con ustedes la Nochevieja del 2007. Ya ha llovido, sí. Como soy muy de guardar la tradición, y es costumbre en esta Orilla, este maldito año vuelvo a traer aquí mis uvas, nuestras uvas de este año. Año que estoy deseando largar a paseo, o a tomar vientos, como más nos plazca.

El día 2 cumpliré dos años exactos de jubilada. ¡Vaya un jubileo el mío, vaya par de años! No me da el aliento para nada. La vida me ha cambiado radicalmente. No he podido poner en marcha nada de lo que tenía pensado, absolutamente nada, es más, he perdido mucho de lo poco que tenía. Pero, para mí, hoy, lo más importante es que mi ama sigue viva y con nosotros.

Ahora me toca maldecir al Covid que vino para arruinarle la vida a la Humanidad. En esta familia ya se la ha arruinado a mi hermano, y ahí está, peleando con un Covid Persistente que cada día le “regala” algo nuevo, luchando contra la incomprensión de las instituciones que solo nos ven como números, y a veces ni eso, ignorando el sufrimiento de todo tipo.

Y no quiero seguir. He de mantenerme fuerte. Y solo le pido al año que asoma el morro que tenga compasión, que sea más benévolo y nos obsequie con salud y pequeñas soluciones a todo este lío que hemos montado en nuestra casa, la Tierra. No hay más que mirar un poco a nuestro alrededor, abrir los ojos y mirar, ver... Hay palabras hermosas en el diccionario: solidaridad, empatía, amor, compartir...

Son las 16:50 de este viernes, último día del año, con un sol espléndido y una temperatura ideal. Todo parece una paradoja.

Levanto mi copa y les agradezco su acompañamiento durante tantos años. Dejo un abrazo virtual y enorme, que abarque a todo el mundo. Cierro los ojos y pronuncio mi deseo, bajito para que no se me escape.

I have a dream...

URTE BERRI ON!

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Y no se olviden de ser felices, por favor, aunque sea con lo más nímio.


Foto y Texto: Edurne. Uvas: De la cocina de mi amatxu. Tapete: De mi Chile querido, un guiño para ese hermoso país. ¡Y que se abran las grandes alamedas!


viernes, 24 de diciembre de 2021

PORQUE DICEN QUE ES NAVIDAD...

 


Porque dicen que es Navidad.

Porque la tradición nos arrastra.

Porque, aunque mi vida esté patas arriba sigo creyendo en que algo bueno todavía nos espera a la vuelta del calendario.

Porque quiero agradecerles y abrazarles.

Porque les mando por aquí mis mejores deseos, mis ánimos y mis fuerzas, aunque de todo ande yo escasa.

Porque quiero decirles que se cuiden mucho, que cuiden a los suyos.

Porque todavía nos espera un tiempo de paciencia, de sufrir un poco más, pero también de esperanza.

Por todo eso, y mucho más...

¡FELIZ NAVIDAD!

EGU BERRI  ON!


Imágenes: De mi WhatsApp. Textito y buenos deseos: Edurne


martes, 7 de diciembre de 2021

62, QUE ES PAR

 


CUMPLIR AÑOS

Cumplir años siempre ha sido uno de esos momentos de la vida que más me han gustado. Era emocionante empezar a descontar los días que faltaban para el 7 de diciembre: dos meses, cincuenta días, tres semanas, diez días, cinco días…

¡Y de pronto, aquí estamos, en nuestro maravilloso 7 de diciembre!

Hoy hace 62, ¡sesenta y dos!, años que me asomé a este mundo junto a la Ría de mis amores. Llovía, diluviaba más bien, disculpa perfecta para justificar el que sea de lágrima más que fácil.

Nunca me había parado a pensar en la edad a tan largo plazo, para mí decir que alguien tenía cuarenta ya era como… ¡Uffff, Matusalén! Y ya ven, supero de sobra ese límite. Y encima me quiero apuntar a unos cuantos más.  No me importaría que fueran 30… De hecho, mis abuelas fueron nonagenarias de largo, mi tía Maisa cumplió hace una semana 84 y tan ricamente, mi tía Bego entrará de lleno en los 91 dentro de dos meses con una pinta excepcional, y mi ama ahí está, a pesar de los traspiés de estos últimos años, pero con 88 largos. Los genes ya los tengo.

El caso es que llego como llego, pero llego, que es lo importante. Así que por hoy voy a dejar a un lado las penas y las preocupaciones, voy a alegrarme de seguir guerreando y de mantener a las personas importantes de mi vida a mi lado. Pediré salud, que es lo principal para seguir adelante. El cariño ya lo tengo, y el dinero, pues bueno, no me importaría un pellizquito de esos que trae el azar navideño para poder solucionarle la vida a más de un@…

Quisiera que este mundo que nos rodea fuera distinto, ya me entienden todos ustedes sin que me detenga en explicaciones.

Quisiera… Pero tenemos lo que tenemos. Seguiré poniendo mi granito de lo mejor que tengo para que las cosas sean mejores, más fáciles para quienes realmente lo necesitan.

Y me van a permitir que me dé un achuchón y me felicite por ser como soy. La verdad es que no me cambiaría por nada ni por nadie, me gusto y me quiero. Espero estar a la altura de lo que yo misma espero de mí.

Levanto mi copa por la que suscribe y por todas las mujeres: las que conozco y me acompañan, y las que no conozco pero sé que están, que son.

También la levanto por todos los hombres que han formado y forman parte de mi vida, y aquí me sale sola una palabra: AITA, mi aita al que tanto me parezco y al que añoro cada día como nadie sabe…

Sesenta y dos años son muchos años ya. ¡A seguir caminando!

Y muchísimas gracias a tod@s l@s que me acompañan por esta Orilla desde hace tanto tiempo. Mil gracias por ser y por estar.

Txin-txin!

ESKERRIK ASKO!

 

Foto: Antonio. Texto: Edurne.