sábado, 22 de julio de 2023
90 ES UN NÚMERO REDONDO, MUY REDONDO
sábado, 18 de marzo de 2023
EL 16 ES UN NÚMERO BONITO
martes, 24 de enero de 2023
NUEVE AÑOS
Tu vuelo libre
protege nuestros días.
Tu alma nos sonríe.
Foto: De la memoria familiar. Haiku: Edurne.
Hoy, 24 de enero, hace nueve años que nuestro aita decidió volar y convertirse en espíritu libre. Él nos cuida, vela por nosotros. No hay día que no sienta su presencia. Aita, maite zaitugu!
sábado, 31 de diciembre de 2022
LAS UVAS DE LA IRA (Sic.)
Siete horas y catorce minutos exactos son lo que le queda de vida a
este año que ya se escapa. Y no voy a negarles que tengo unas ganas locas de
darle una patada en el culo que…
No sé cómo será el que ya está asomando el morro, pero peor que
este… Mejor no digo nada, ya, ya sé, que lo mismo se estropea todo y la hemos
liado más que parda.
Ando tarde hoy también. Ya saben, ni tiempo, ni palabras que me
engalanen el folio en blanco, ni casi ganas.
Peroooooo…
No voy a renunciar a levantar mi copa virtual y brindar con todos
ustedes por lo que está por llegar, para desearles lo mejor de lo mejor. Y
que la vida nos dé paz y salud, y amor,
que es lo más importante, el resto, ya vendrá, la fuerza es lo que nos ayudará
a seguir caminando.
¡Brindemos, pues!
Txin Txin eta URTE BERRI ON!
Un felicísimo año nuevo 2023.
Y mil gracias por seguir por aquí, acompañándome a manejar las
marejadas que me regala la vida últimamente.
¡Me sean felices, por favor!
Foto y manipulación: Edurne. Uvas: De la cocina de mi amatxu, como todos los años.
sábado, 24 de diciembre de 2022
DICEN QUE ES NAVIDAD
Dicen que ya estamos en unas nuevas navidades...
Yo, como siempre en los últimos tiempos, llego tarde a todo lo que tenga que ver con mi vida, pero, bueno, aquí estoy.
Seré breve.
Solo quiero desearles lo mejor de lo mejor. Voy a dejarme de los típicos tópicos, cada cual sabrá qué es lo mejor para él, para ella...
Espero que cambien los vientos y nos vengan favorables para la próxima ruta.
Disfruten de lo que tengan, expriman los momentos de felicidad, hagan acopio de sonrisas, abrazos, miradas...
Me convierto en bola de navidad, y les dedico mi mejor sonrisa (estoy ensayando, no crean, casi se me ha olvidado cómo era eso de sonreír...).
¡TXINTXIN y A SER FELIZ!
miércoles, 7 de diciembre de 2022
SESENTA más TRES
Cuando cambias de década, a veces, lo haces con alivio, y otras con zozobra, intriga… Pero lo que siempre se nos olvida es que los años empiezan a desfilar uno detrás de otro a una velocidad ¡vertiginosa!
Depende de cómo te vaya,
pues estás deseando que ese año se acabe y empiece el otro, o quién sabe, que lo
mismo puede alargarse un poquito más si es bueno. Mentira, que no nos engañen.
Corren igual, tardan el mismo tiempo: 365 días, con sus respectivas noches (¡ay,
las noches!), o 366 si es bisiesto. Y si tu vida ha entrado en otra dimensión,
en esa dimensión en la que no la reconoces como tuya, en la que ni tú te
reconoces, entonces… Entonces lo de cumplir años ya no te hace ni pizca de gracia,
casi nada la tiene porque a ti te han expulsado de tu espacio de vida,
chiquito, pero tuyo, con tus pequeños sueños, con tus pequeños planes, con tus
pequeñas evasiones, con… Y entonces ves que las puertas se van cerrando una
tras otra y que te quedas ahí en un momento que no avanza ya más, y te sientes
como si fueras prisionera de tu propio
destino.
Sí, sabes que estás
haciendo lo que tienes que hacer y que estás donde tienes que estar, eso nunca
lo he cuestionado, pero asistir al lento (o no tanto) derrumbe de las paredes
de tu casa pues cuesta, duele, te descoloca, hace que te ovilles en tus penas, que
busques algún agujerito para poder recordar cómo era ese cielo, cómo eran esas calles…
Y a pesar de todo eso,
siempre llega el 7 de diciembre. De aquel primer 7 de diciembre hoy se cumplen
sesenta y tres años. Ya está cerrado ese círculo y empiezo a caminar por el sendero
de los 64. ¿Cómo será este camino, qué me espera? Mejor dejar que cada día sea
la avanzadilla de los siguientes, poco a poco, pero que me dé tiempo para ver
lo que viene, para pensar y reflexionar, para no equivocarme en las decisiones. No sé, igual estoy totalmente equivocada.
No tengo tiempo para
nada, ya no entro casi en las casas de mis amistades blogueras, y cuando lo
hago me doy una pechada a leer, pero no soy capaz de comentar.
Tengo estrangulados los
sentimientos, ni la manzanilla alivia mi empacho de tristeza.
Quiero cumplir los 63
con otra mirada, con otra sonrisa (si hace falta, me las pintaré).
Hace mucho que dije que
no cerraría esta Orilla aunque mi chapoteo sea tan de tarde en tarde. Esta Orilla
es una buena orillita para venir de vez en cuando, a mí me da paz, será por el
murmullo de las olas, por el olor a salitre, por el sol que acaricia sin
quemar, por las cosquillas que la arena me produce en las plantas de los pies…
No me voy a marchar sin agradecer
de nuevo, como todos los años, a tod@s quienes pasan por aquí, su cariño de
siempre. Gracias por todo y de todo corazón. Les prometo intentar ser feliz, lo
sean ustedes también.
ESKERRIK ASKO!
lunes, 12 de septiembre de 2022
Me afano en apuntalar
momentos que creí ciertos,
caricias a contraviento,
besos al vuelo,
miradas de riguroso estreno
y cuerpos ya viejos...
Reparto cubos y baldes
para recoger las aguas que desbordan
por las lindes de mi fracaso y tu olvido.
Guardo en mi maleta de ida y vuelta
todo el amor que te di,
el que todavía me queda,
las gafas de ver la vida siendo dos,
y lo poco que de tu casa me pude traer.
Cada paso que doy
me hunde más en el desasosiego.
Camino sola,
a oscuras y en silencio
por no despertar a los miedos.
Amenaza ruina nuestro refugio
soplan malos vientos
y yo tengo las manos llenas de dolor,
los ojos ciegos de llanto,
el corazón encogido de la pena,
la boca muda de llamarte
y los pies anclados en un mundo
que tú no quieres mirar.
A lo lejos se escuchan unas risas,
es la vida que,
una vez más,
se ríe de mí.
viernes, 22 de julio de 2022
HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ
Hoy es tu día, todavía es tu día, faltarán menos de dos horas para que acabe esta jornada tan especial.
Hoy has estado contenta y superemocionada. Para nosotros eso es el mejor de los regalos.
Casi no llego a hacerte este homenaje de todos los años, tú mejor que nadie sabes que no me alcanza la vida, que los días y las noches son cortos para mí... ¡Pero aquí estoy!
Y como no me da la cabeza, ni el tiempo, ni la inspiración... recurro a este viejo poemilla de agradecimiento que siempre saco a relucir cada x. Es que me parece que no hay mejor forma de decirte todo lo que te quiero, amatxu.
Sé que hoy has sido feliz, y eso para mí es suficiente.
Maite zaitut/zaitugu, amatxu!
ZORIONAK!
¡Ahora a por los 90!
TENGO UNA MUÑECA VESTIDA DE AZUL
Te doy las gracias
porque un día,
tus carnes se abrieron
para darme a mí la vida.
Porque sufriste
con paciente espera
a que mi llanto cesara.
Porque dejaste
tu piel en mi piel.
Porque tu sudor
fue formando mi sangre.
Porque tu corazón
de madre, se hizo
corazón de niña.
Porque me pariste
un lluvioso día,
con todo el amor y
con todo el dolor…
¡Te doy las gracias,
madre mía!
Fotos: De la memoria familiar. Texto y poemilla adolescente: Edurne.
Hoy ha cumplido 89 años la señora Edurne, mi amatxu. Cada día la quiero más.
lunes, 13 de junio de 2022
MIS HORMIGAS
Tengo la boca llena
de hormigas.
No sé de dónde salen
tantas,
cómo se multiplican…
Entusiastas ellas,
suben y bajan por mi
garganta.
No me dejan hablar,
acallan mis quejas,
mis lamentos
Las noto.
Están ahí, no
descansan,
trabajadoras incansables
trasladan mis bilis
de un lado a otro.
Las junto a todas en
la barrera de los dientes
y cuando creo que ya
las tengo,
las escupo.
Un segundo de
tranquilidad y…
de nuevo
tengo la boca llena
de hormigas.
Imagen: Pintura de Salvador Dalí :"Rostro de hormigas". Texto: Edurne
viernes, 25 de marzo de 2022
LA BÚSQUEDA
No sé el tiempo que
llevo
bajo la ducha,
solo sé que he
llorado.
El agua caliente
escalda mi piel,
pero ya no siento
dolor.
Cierro el grifo,
abro los ojos
y veo a la que yo
era
escabullirse por el
desagüe de la bañera.
Y no siento nada.
Nada,
ni pena en las entrañas.
Estoy seca
de lágrimas,
de sueños y perdones,
de rabias y amores.
También de risas...
Quito el vaho del
espejo
con la mano.
Aguien que me
observa
desde el otro lado.
Miro.
Y veo
una cara,
un cuerpo,
un gesto…
Es ella.
Soy yo.
Me busco entonces
entre las horas
perdidas
de aquella mañana,
o, tal vez,
me quedé olvidada
en los retazos de un
mal sueño…
Oigo voces.
Soy yo que me llamo.
¡Aquí, aquí!
Quiero gritar
pero la mirada de la
del espejo
me detiene.
Me busco.
Desesperada golpeo
la puerta
del abismo que me
separa
de mí misma.
Araño la niebla
que me cierra el
paso,
y sumerjo mi dolor
en la ciénaga
del tiempo sin
horas.
Una mano cierra
mi boca ahogando
el amanecer que me había
fabricado
con miedo y esmero.
Nada.
Esa tampoco es mi
casa.
Me busco de nuevo.
Me busco
¡y no me encuentro!
viernes, 18 de marzo de 2022
LA NIÑA BONITA
“Quince, quince,
años, años, tiene mi amooorrr…” Así cantaban los del Dúo Dinámico a las niñas de quince
años. Quince, los que tenía yo ese verano del 75.
Qué lejano me queda todo ya.
El caso es que hoy
es 18 de marzo de 2022 y esta Orilla, como el título de la entrada indica, es
la niña bonita: ¡cumple quince años! Así que a festejar se ha dicho. ZORIONAK, Orillita!
Qué poca chicha
tenemos la Orilla y yo a estas alturas de la vida, qué poca… Y eso que lo
intentamos, lo de mantenernos a flote, pero es agotador, sinceramente, ¡agotador!
Bueno, cuántas cosas
han pasado desde que abrí esta Orilla, y cuantísimas desde mis quince años de
la foto. Ahí estábamos aita, ama, Aitor y yo tan contentos sacándonos una foto
con el automático de la cámara, pendientes de que ésta no perdiera el
equilibrio y cayera a la calle.
Estoy triste, este
mundo me tiene acongojada, ya no sé ni qué esperar de él. Se nos ha roto casi
todo, y es muy difícil intentar pegar los trocitos, para cuando has encajado
una pieza, se te han descolocado tres…
No tengo la vena
parlanchina despierta, ya lo siento. Estoy obligándome a escribir esta
afeméride, a celebrar este cumpleblog porque soy muy tenaz y no me dejo vencer
fácilmente, vamos, no me dejo y no me voy a rendir. Yo sigo caminando, con una
mochila cada día más pesada, pero sigo, y no solo por mí, sino por quienes me rodean
y sostienen con su cariño, que en realidad son quienes más me importan.
Hoy estamos de
cumple, pues habrá que hacer algo especial, me pondré a pensar a ver si doy con
algo que me permita creer que de verdad es un día feliz.
No quiero meterme en
disertaciones acerca de lo que nos rodea, ya saben: pandemias, enfermedades, volcanes, guerras, polvos
saharianos… Ya tenemos bastante, cada minuto de nuestros días está ocupado por
todo este maremágnum de no sé qué conjuros malignos que han puesto nuestras
vidas patas arriba. Crisis, el mundo está en crisis, al borde del abismo. Pero
he dicho que no voy a caer en el desconsuelo, en la rabia, en el miedo. Hoy,
no.
Vengo a darles las gracias a ustedes, a los que han pasado y siguen pasando por esta humilde orilla. Agradezco enormemente su acompañamiento, sus palabras, sus silencios, sus huellas a fin de cuentas. Compartir quince años de nuestras vidas no es poca cosa, al contrario: hemos ido creciendo juntos. Así que muchísimas gracias de nuevo. Eskerrik asko!
Espero que al año
que viene todavía estemos por aquí y podamos celebrar con más alegría.
Cuídense mucho y
procuren ser felices con lo que realmente es importante.
¡Celebremos la vida!
Un abrazo más que enorme.
Imagen: De la memoria familiar. Texto: Edurne
sábado, 5 de marzo de 2022
MALOS SUEÑOS
Cuando cierro los ojos
me visita el mismo sueño:
Soy yo
—siempre soy yo—
la que camino a ciegas,
la que tropiezo,
la que caigo.
Caigo en un pozo oscuro
—como todos los pozos— ,
frío y hostil.
Sigo siendo yo.
Yo la que grito sin voz.
Grito,
grito,
grito…
Pero solo la luna me ve,
vuelve su cara oculta
y me mira,
muda y fría.
Nadie más sabe dónde estoy.
Caigo,
caigo,
caigo…
Y me golpeo con las rocas
de la noche oscura.
Las heridas son viejas,
se abren,
supuran los miedos de
siempre.
Acerco mi boca a ellas y
las lamo.
Lamo mis heridas
como una perra abandonada
que gime y llora
buscando una caricia,
una voz que la redima.
Saco hilo de escarcha
y aguja de cristal
del fondo de mi vacío más escondido.
Coso.
Coso los rotos
de la vida futura
—porque sé que vendrán—,
remiendo los pasados
—porque están a punto de
estallar—.
Y me siento a esperar.
La noche arrastra su manto,
ruge como bestia herida.
Envuelvo la vigilia
entre mis cabellos,
la acuno con cantos
que ni yo recuerdo que
sabía…
Se calma el frío,
se calma la zozobra,
y también el miedo.
Mis lágrimas se atreven
entonces,
se deslizan por viejos
senderos,
bajan quedas y en orden de
a una.
—No derroches tu llanto,
niña,
guarda para mañana,
para otros días…—
Ya se acercan las primeras
luces,
la noche despierta,
el día la araña con furia
pues
quiere ocupar su lugar.
Abro los ojos.
Ya no es un sueño.
Entre mis manos reposa
mi pequeño corazón
que se desangra,
y yo me afano en juntar sus
trozos
con hilo de escarcha y aguja
de cristal…
Imagen: Internet. Texto: Edurne