Todo ocurrió una mañana. No sabría decir cómo ni por qué. Sólo que ocurrió.
Aparentemente todo era igual, todo sucedía según la rutina de todos los días. Sin embargo, un pequeño detalle, apenas perceptible, había cambiado.
Tal vez no se viera, tal vez no se sintiera, pero había ocurrido: los pájaros no cantaban.
¿Cómo era eso de que los pájaros no cantaban? ¡Nunca antes se había dado semejante fenómeno! Un hecho tan natural como ése, el del trinar de los pájaros, era imposible que hubiera dejado de darse, simplemente era inimaginable.
Sonaba el despertador. Ese ruido estridente que casi te paraliza el corazón cada mañana a la misma hora. Aún lo dejé cinco minutos más, y volvió a darme el mismo susto. Abrí los ojos de golpe. La blancura del techo se presentó ante mis pupilas con esa arrogancia de los que se saben allá en lo alto, elevados en sus alturas, las que sean, ¡pero elevados!
Y eso es lo que hice... elevarme. Como cada mañana.
Ya entonces me pareció notar algo que no estaba, que faltaba. Mi cabeza estaba espesa. Claro, los sueños desbocados de la noche anterior. Era eso, te ponía la cabeza como un globo cargado de aire pesado
Los platos de la cena aún estaban sobre la mesa...
Las flores, las margaritas, en el jarrón de la esquina. Nada había cambiado de lugar. Y aún así parecía que algo faltaba, algo estaba fuera de su sitio.
Levanté las persianas, corrí las cortinas, abrí las ventanas, y dejé que el sol lo inundara todo. Dejé que el aire fresco de la mañana entrara hasta el último rincón de mi casa, hasta el último rincón de mi alma... ¡Y me estremecí!
Entonces agudicé la vista, agudicé el oído. Miré al cielo, escudriñé entre esas nubes que ya se batían en retirada.
Escuché, escuché... Pero no pude oír nada, absolutamente nada.
Era azul. El cielo era totalmente azul. Un cielo redondo, azul intenso y redondo. Alto, muy alto, nítido. Y de pronto lo vi claro: ¡los pájaros!
Nada, ni golondrinas, ni pajarillos alegres, ni gaviotas costeras....
Miré hacia los árboles, allí anidaban cantidad de ellos, allí ensayaban sus cánticos, sus trinos mañaneros, sus llamadas cariñosas, su palabras de auxilio, o simplemente de saludo.
Nada, no se oía nada.
Así que era cierto, los pájaros habían desaparecido.
Miré hacia adentro: mi casa, la luminosidad que emanaba de sus paredes... Era como si yo misma estuviera inmersa en esa luminosidad, como si la luz saliera de mí, de mi interior.
La sensación me recorrió de arriba abajo. Me asusté. Miré mis manos, miré mis pies... palpé mi vientre, mis pechos, mi cara. Cerré los ojos.
¡Toda yo era pura luz!
Esa misma luz que emanaba de mis paredes era la que me cubría, la que hacía que yo misma fuera un cuerpo celeste... que me elevara. Mi cuerpo se volvió liviano, apenas lo sentía. ¿Estaba soñando, estaba despierta?
Seguro que no era así, pero así lo percibía.
¿Y los pájaros? ¿Por qué no cantaban entonces, qué ocurría?
Todo seguía igual a mi alrededor. Lo único diferente éramos la luz y yo...
¡Y que los pájaros no cantaban!
¿Y si estaba sufriendo una transformación? De pronto me acordé de Kafka y su libro, el del hombre que se transforma en escarabajo...
¿No iría a convertirme yo en ave y salir volando por la ventana o algo así?
Pasaba el tiempo. Tal vez no fueron más que unos segundos, pero a mí se me hicieron horas...
Para cuando tomé conciencia de mi nuevo estado, ya estaba cruzando el océano, batiendo alas tras mis compañeros. Una nueva vida me esperaba.
Foto y texto: Edurne
18 comentarios:
Menuda historia/cuento/fantasía...casi casi me asusto, cuando leo algo sobre luz, mucha luz, me retorna un sueño repetido unas cuantas veces, trágico y horrible, que siempre asocio con una explosión nuclear, menuda soy yo para los sustos, cuando me pongo... Y es que vi una película, que se llamaba algo así como el dia después...y que trataba justo esto, una gran luz y el invierno eterno y asesino...Bueno, el tuyo es lindo, volar...quién pudiera...Besos, preciosa!
se ve que hay sincronía hoy, saqué un post hace unas horas casi tan optimista y tan positivo como este tuyo
un abrazo
s
Azul, luz, volar... Todo ello son palabras que cargan conceptos que siempre he intentado alcanzar, no se a dónde llegaré, no sé con quién estaré, no se qué es lo que seré... Sólo se que quiero estar ahí, donde esos conceptos sean parte de mi...
Saludos
morir y volver en pájaro???
no esta nada mal...
hermosa tu historia, atrapante hasta el final.
beso!
Has visto, has pasado de ser nocturna a mañanera y encima convertida en pájaro. Porque todo el mundo quiere ser pájaro?
Seguro que pájaro cantarín.
Bonito relato Edurne.
Muxu bat.
Muy creativo tu post. Pájaro es sínónimo de libertad. Emprender el vuelo hacia donde querramos. Muy bueno.
Shanty
UN GRAN VOL EDURNE.NO A LA POR. SI A LA LLIBERTAT. JUGANT AMB BCN.....
ZEL:
La luz cegadora asusta, tienes razón, tanta luz es como que se acaba todo o qué sé yo.. pero bueno, aquí, d emomento... a volar!
Petonets!
SANTI:
Tú perdido entre las horas que nos quitan y nos ponen pero mira, mientras comes yogures y filetes... jejejejeje!
Optimismo, eso es lo más sano!
Beso!
SERGIO:
Amigo, cuánto tiempo!
Me alegra mucho tenerte por aquí! Sí, además ya veo, llegas y te acomodas sobre la arena, con las olitas ronroneando... muy bien, muy bien! Jejejeje!
Cualquiera sabe qué será de su vida! Pero es importante saber qé se quiere y qué no. De momento, esos conceptos anidan dentro de nosotros y en cualquier momento podrán echar a volar!
Abrazoskis!
BETTY:
Hay que probar de todo cada vez que nos reencarnamos... por qué no de pájaro? Ayyy, además así se cumple el viejo sueño del hombre, el de poder volar!
Besitos, amiga!
AINHOA:
Pues será porlo de poder volar, por las ansias de libertad y esas cosas, típicos tópicos, pero que no dejan de ser ciertos!
Muxus!
LUNA AZUL:
No sé si cantarín o danzarín, pero pájaro, sí(de cuentas? jejejeje!)!
Muxutxuak!
SHANTY:
Bienvenida de nuevo a esta orilla!
Volar, sinónimo de libertad, sí, volar, libres, libres...!
Un beso!
ANÓNIMO:
Eso es, sin miedo a volar, a la libertad... el mejor de los vuelos!
Petons!
Me has recordado a Juan Salvador Gaviota que quería volar no como un gavilán sino mucho más ráido y mejor.
Así que ya sabes, a volar.
A propósito, cuando duermo del lado derecho, como con el oído izquierdo pierdo los sonidos agudos, no oigo los trinos de los pájaros; así que cuando empezé a leer pensé que te habías quedado sorda.
Un besazo.
que chulo, volar en libertad
FERNANDO:
Jajajajaja! Pues no de sorda nada, que oigo hasta el tan-tan de la selva!
MAITE:
Volar libre y volarrrrr!
Pio, pio; pio, pio. Que no hombre que no, que no es que nos hubieramos ido; esque esa mañana no nos sono el despertador; y andamos algo atrasados los pajaros, pajaritos y algún que otro pajarraco. En cuanto a lo de alzar el vuelo... doña Edurne, pío, digo, pio, creo que se equivoco usted de pastillas; en vez de las mañaneras vitaminas le dió usted al prozac; o a las pastillitas verdes y pio, amarillas, digo pio.
Me marcho, que llega el invierno y tengo que salir en desbandada hacia climas más benignos. Despliego las alas y pongo mi culo pajarero rumbo a las islas Caribeñas. Buenas y pías noches.
Veo que un esque muy vasco se me ha colado en mi comentario pajaril. Mis disculpas sintácticas.
SINVER:
Que se me ha colado su comentario... un mes! Juajuajuajua! Ya ve, una que tiene la cabeza a pájaros!
Bueno, no sé si habrán estadoustedes por esas isalas caribeñas que menciona, en cuayo caso, nada, desearles que la estancia haya sido placentaera y tal y tal.. ya me contará!
muxus pajareros!
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