
No importa.
No importa que el polvo
cubra mis ojos.
No importa.
No importa que el viento
cierre mis oídos.
No importa.
No importa que una cuerda
ate mis manos.
No importa.
No importa que el lodo
retenga mis pasos.
No importa.
Mi corazón está libre.
Y vuela.
Rompe la realidad
de lo vivido,
la fantasía
de lo soñado.
Cruza el semáforo en rojo.
Duerme entre las almas
de la noche errante.
Vive
donde no hay casa.
Muere
donde termina el amor de un loco...
No importa.
Foto: Aitor Texto: Edurne, año 1977
No importa que el polvo
cubra mis ojos.
No importa.
No importa que el viento
cierre mis oídos.
No importa.
No importa que una cuerda
ate mis manos.
No importa.
No importa que el lodo
retenga mis pasos.
No importa.
Mi corazón está libre.
Y vuela.
Rompe la realidad
de lo vivido,
la fantasía
de lo soñado.
Cruza el semáforo en rojo.
Duerme entre las almas
de la noche errante.
Vive
donde no hay casa.
Muere
donde termina el amor de un loco...
No importa.
Foto: Aitor Texto: Edurne, año 1977