miércoles, 31 de diciembre de 2014

LAS UVAS DE LA IRA (Sic.)


Mis octavas “Uvas de la ira” en esta Orilla.
Podría decir que ahora más que nunca son realmente de la ira. Pero creo que ya apunté algo parecido el año pasado, cuando estábamos esperando el desenlace, lo inevitable. Solo era cuestión de días, en nuestro caso de veinticuatro días exactos.

Para qué voy a mentir, a engañarme a mí misma y a ustedes, no me encuentro bien, me siento átona, incolora, plana, como el electrocardiograma… plano. Mis emociones caminan por debajo de la raya que separa las alegrías de las penas, lo claro de lo oscuro. Camino peligrosamente por el minus. Estoy deseando que pasen estos días lo más pronto posible porque a cada rato me pregunto una y otra vez “¿por qué?”.
Y el caso es que la vida es así, sí, lo sé, lo comprendo, lo asumo (¡qué remedio!), pero me rebelo a ello (imagino que tendré derecho a la pataleta, ¡no?).

Este año creo que tampoco habrá uvas en la cocina de amatxu. Las del año pasado fueron ficticias, estábamos ingresados y no hubo uvas ni alegrías, solo besos y lágrimas… dos por un lado y otros dos por el otro. Fui yo la que puso el pie en el nuevo año con él, y recuerdo que no pude contener las lágrimas. Y él consolándome y dándome ánimos y consejos. ¡Terrible! Fue más fuerte que todos nosotros juntos hasta el último momento. No, no habrá uvas, porque además, el único que era capaz de comérselas con un arte y una parsimonia que ya los quisieran muchos, era él. Así que se me ocurre que nos daremos besos en vez de tragar uvas. Y tendremos que recordar anécdotas y reírnos un poco porque si no lo hacemos así, mal andamos.

Yo les voy a invitar al brindis de la vida, al de renovar los votos con la alegría, con la esperanza, y por eso les dedico estas uvas improvisadas en diez minutos, porque y para que no falten nunca en esta Orilla.

¡Muchísima salud, muchísimo amor, muchísimo trabajo… todo de lo bueno lo mejor!
Y gracias por seguir acompañando mis pasos todo este tiempo, callados o alborotados…

¡FELIZ AÑO 2015!


 ¡Y que no falte nunca el humor!



Texto, dibujito de uvas improvisadas y autorretrato: Edurne

7 comentarios:

María dijo...

Edurne, guapa!!
Son más difíciles estos días. Siempre lo han sido. Antes lo era para ellos (nosotros éramos su alegría, la ilusión joven, el jolgorio) ahora nos toca ....

Un abrazote de esos crujientes y todo lo mejor para el 2015.

Bertha dijo...

Que a lo largo de este Año 2015 vayas encontrando el sosiego que tanto te hace falta.

Un abrazo amiga.

Tristancio dijo...

"Pasarán estos días como pasan todas las cosas malas de la vida..."

Para ti, mi abrazo, mi recuerdo y mi cariño...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Tiempo al tiempo. Comienza este año con un recuerdo y una esperanza. Besos.

Abejita de la Vega dijo...

Saldrá el sol, Edurne. Comerás uvas dulces.
Un abrazo

Edurne dijo...

MARÍA:
Guapa.. Eskerrik asko! Ya, ya siento crujir mis huesillos!

Besillos!
;)

BERTHA:
Sosiego, esa es la palabra... Que venga ya!

Grazie mile!
Besosss!
;)

TRISTANCIO:
Sí, pasarán, y poco a poco iremos calmándonos.
Gracias por ese cariño que me tiene usted, caballero!

Besos!
;)

Edurne dijo...

PEDRO:
Buen consejo, intentaremos seguirlo...
Feliz comienzo también para ti!
Besos!
;)

ABEJITA:
Ojalá sea así!
Gracias por tus palabras!
Y feliz año para ti también!
Besos.
;)