sábado, 30 de mayo de 2015

REFLEXIONES A MANO ALZADA (I)


No es que una no tenga nada que contar últimamente, no, no es esa la razón por la que casi no me dejo ver por estos lares. La causa es mucho más simple que eso, simplemente me estoy haciendo mayor, creo que me estoy volviendo más lenta o... nada más que la vida me ha cambiado tanto que estoy abrumada y no llego con todo lo que me ha caído encima, añadido al peso que ya llevaba.


Una se pregunta cosas,  muchas cosas, todos los días, por la mañana, a la hora de comer, a la tarde, mientras trabajo, hago recados, me encargo de mi madre, corrijo, camino, me lavo los dientes, me peino, me pongo el pijama... Incluso cuando, a esas horas cercanas al final del día consigo sentarme un poco en el sofá, y, sin darme tiempo a pensarlo si quiera... me quedo completamente dormida.




No soy una excepción, para nada. Esa es mi primera reflexión, o mejor, conclusión. Soy una más entre este mar de seres que vamos y venimos, unos con mejor y otros con peor suerte. Y aquí estamos.

Si nos parásemos a escuchar el sonido de nuestra propia melodía, seguro que nos llevaríamos más de una sorpresa. No siempre es decadente, no siempre es alegre y “molto vivace”... aunque nos parezca que siempre suena la marcha fúnebre de Chopin. No, porque también somos capaces de disfrutar de las pequeñas cosas, que, bien aprovechadas, pueden permanecer en nuestra reserva emocional para alimentar momentos menos alegres. Yo procuro practicar ese método.

Claro que hay otros ritmos que solapan el que podamos escucharnos como Dios manda (habría que saber primero qué es “como Dios manda”, claro).
Cantinelas de esas que nosotros no hemos solicitado una emisión contínua, de las que no te dejan ni a sol ni a sombra, blablablabla... Y parece que nos van a solucionar la vida, el mundo, todas las injusticias... CANSINOS, son unos CANSINOS.




Yo ya no me fío absolutamente de nadie. La indignación llega a tal límite que ni merece la pena disertar acerca de todo el maremagnum en el que nos han metido entre unos y otros. ¿Qué somos para ellos? Títeres (de momento con cabeza, pero, ojo, más de un@ ya la está perdiendo), está claro.

Y luego nos quejamos. ¿Será que tenemos aquello que merecemos? Yo al menos no creo merecerme nada de esto.

En tiempos de sequía cualquier gota de agua puede convertirse en un espejismo, y cualquiera puede perderse dentro de él, ojo aquí también. Y los jerifaltes aprovechan la mínima para encasquetarnos cualquier cuento chino. Y se cae o no se cae. ¡Ojo avizor, ya digo!

Una sociedad empieza gestándose por abajo, a ras de suelo... Y ahí está la ESCUELA. No miento, ni exagero, cuando hablo de mis dudas, de mis miedos, cada vez más frecuentes y constantes respecto a la EDUCACIÓN que estamos dando a nuestr@s cachorrill@s. Y es que hemos creado una sociedad donde los valores de esfuerzo, solidaridad y otros tantos parecidos y vitales para la convivencia, han salido muy mal parados. Simplemente no se practican, no existen. Doy fe de ello. Por supuesto que hay excepciones, y muy honrosas- Estaríamos muertos como especie si no las hubiera...




Pasar de un extremo a otro no es bueno. Ni tanto, ni tan calvo, como reza el dicho popular. Ustedes recordarán el respeto, incluso miedo, que se les tenía a los maestros no hace mucho. ¿Y ahora? Ahora te toman por el pito de un sereno, te dicen lo que tienes que hacer y cómo, y si te portas mal, incluso te dan una “ostia” y todo. ¡Amén!
También doy fe de ello. Lamentablemente.

Pero nada de esto pasaría si nuestra sociedad fuera equitativa, si todos tuvieran las mismas oportunidades, si se mimara lo que realmente nos hace grandes como personas...

¿No es para indignarse? Veo y oigo cosas todos los días que me sublevan pero que no puedo cambiar yo sola, ni decir lo que realmente pienso porque sería “políticamente incorrecto”.

Nos han regalado una entrada para el “Gran Circo” con pases ordinarios y especiales, pero uno detrás de otro. Asistimos, ya no sé si impertérritos o no, a barbaridades y malabarismos de todo tipo. Nuestra capacidad de asombro está como entumecida. Pero yo me sigo asombrando de lo que somos capaces de hacer.




Son las seis y pico de la tarde. Un sábado espléndido y con un Bilbao radiante (me apetece sentarme un rato en la terraza a leer y dejar las correcciones para otro momento). Ya saben, hoy se juega la gran final de la Copa. No podría explicarles yo qué es esto, y qué es sentirse del Athletic. Se siente y punto. Todo es rojiblanco desde hace semanas, pero en estos días, ya desborda todo, TODO.




Y esto del Athletic me sirve como excusa para apoyar mi reflexión de hoy: necesitamos alegrías en nuestras vidas, milagros, posibles o no, pero creer en algo, imaginar que nuestros sueños pueden convertirse en realidad... Lo malo es que, a veces, nos despiertan bruscamente, o no nos dejan soñar. Seguiré soñando, me niego a que aplasten mis sueños.

Volveré, entre otras cosas porque tengo unas Crónicas a medio cocinar. 
Un abrazo grande y... lo siento, hoy no lo puedo evitar: 
AUPA ATHLETIC!




Fotos: las mías (una a traición), Aitor. El resto: Edurne. Dibujos: Internet. Texto: Edurne

8 comentarios:

Antorelo dijo...

Solución: entradas más breves y más frecuentes, todo arreglado. Buen fin de semana. Un abrazo

Juan de la Cruz Olariaga dijo...

Mi querida, solo basta un poco de espíritu lleno de aventura para tener satisfacción, ya que en esta vida, nada sucede como deseábamos, como suponíamos, ni como fuimos previniendo, todo esto gracias a Dios, la sorpresa nos hace sentir vivos. Por todo eso y mucho más, la vida que llevamos es breve, y dentro de ella el arte es inmenso, las experiencias no tienen solides, y sin dudar los juicios son difíciles, solo somos conciencia, somos solo el ahora, somos ...y no es poca cosa.

A veces me sucede lo mismo, me atacan las reflexiones y me detengo en la vida de nuestras madres (la tuya o la mía que ya voló) pienso en sus vidas, sin una sola pausa. Recuerdo también las frases que me decía y nunca me detuve a pensarlas profundamente, pero quedaron en mi corazón y cuando despiertan crean volcanes furiosos en mis sentimientos.

Mi imagino en vos que aún podés mirarla a los ojos en silencio ... también es vivir.

Dios mío como escribí ... perdón por lo extenso.

Te recuerdo siempre con una sonrisa y cuando puedo vuelo a leerte.

Beso inmenso querida amiga.

Juan

Elena dijo...

A veces nos sentimos ¡plof¡ pero sabes que es algo pasajero, y hoy hay que sentirse orgulloso por esa afición, ¡mare mía cómo botaba el estadio¡
¡¡Aúpa Athlelic¡¡

Besos Edurne.

Myriam dijo...

Hola Edurne,

qué bueno que apareciste!!!!
Ya sabía que el Atletic de Bilbao anda por Barcelona,
me enteré, por otro blog, jajajaja en este mundo las
noticias vuelan, Que gane bien, suerte!

Besos y abrazos

Edurne dijo...

ANTORELO:
Sí, puede ser una solución, pero... no siempre me sirven algunas soluciones.
Gracias!
Abrazo.
;)

JUAN:
Gusto de verte otra vez por esta orillita, amigo!

Mucha razón es la que traes en tu reflexión de hoy,mucha.

Seguiremos por aquí, y por allá...
Besos y abrazos y gracias mil por acercarte!
;)

Edurne dijo...

ELENA:
A veces esos plof! duran demasiado!

Bueno, y de nuestros leones... han hecho lo imposible y han peleado como lo que son, unos leones! Pero, el Messi es un marciano, no hay duda.
Claro que nosotros orgullosísimos de mantenernos en donde nos mantenemos sin haber bajado ni una sola vez en la vida de división, y de llegar hasta donde llegamos con nuestros chicos, que ninguno ha llegado de otros lares!
Aupa Athletic!

Besos para ti, Elena!
;)

MYRIAM:
Pues ya es algo tarde, los del Barça nos ganaron... era lo previsible, pero la esperanza nunca se pierde!

Gracias y besos!
;)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Comparto en buena medida tu reflexión. Y estoy de acuerdo: ¿qué tipo de educación damos a los jóvenes? Me temo que no la mejor.
Besos.

Edurne dijo...

PEDRO:
Temblona me ando...

Besos!
;)