SIN PALABRAS
Sin palabras se me quedó el alma,
Sin palabras que aplacaran mi pena,
Sin palabras que dijeran mi pesar...
Sin palabras para poder llorar,
Sin palabras para gritar,
Sin palabras que pudieran acariciar...
Sin palabras donde guardar el miedo,
Sin palabras que poder escribir,
Sin palabras que mandar a decir...
Sin palabras en la puerta de la vida,
Sin palabras en el umbral de la muerte,
Sin palabras ante el frío y el llanto...
Sin palabras es que quiero expresar,
Sin palabras es que mando mi voz volar,
Sin palabras es que me quedo para poder soñar...
Texto: Edurne
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15 comentarios:
Sin palbras.
Sin imagen.
Cinco minutos para teclear mis sentimientos.
Cinco segundos para perder la vida...
Sin palabras.
QUE HERMSOS EDURME¡
ES VERDAD A VECES UNO SE QUEDA TAN IMPACTADO CON ALGUNAS COSAS YA SEA BUENAS O MALAS QUE QUEDA SIN PALABRAS...
BESOS MI QUERIDA ORILLERA.
Kaixo!! Claro, existen muchas ocasiones en las que palabras salen sobrando...en las que las palabras no pueden describir nuestros sentimientos y emociones, me suele pasar muchas veces (considerando que cuando me nervioseo se me atropellan las palabras al hablar...y no se me entiende mucho que hablo...:$).
Recuerdo un post que hiciste sobre el silencio, ahora este "Sin palabras"...¿tendrán alguna relación?
Porque los sueños son y pueden expresarse en imágenes y - muchas veces - no en palabras...
(Aunque este post no tenga imagen jiji)
Saluditos!!! Muxus!!!
¡Es cierto Edurne! ¡Vos encima estás en Madrid! Me imagino a todo el mundo caminando así, sin palabras...
Besos
Que texto más sentido, más expresivo si se intuye la situación...
Que horrorizada me quedo yo tambien...
Saludos
Sin palabras, abracito enorme querida amiga!!!
MARY:
Los impactos, como tú dices, ya sean buenos o malos, nos dejan así... sin palabras!
un besote!
TXANA:
No, evidentemente este poemna que escribí ayer no tiene nada que ver con el de "Silencio" al que haces referencia...
Ayer escribí estas "palabras" bajo la influencia del impacto tan terrible que produjo en mí el accidente, la catástrofe aérea del aeropuerto de Barajas,aquí en MAdrid; los 153 muertos y los 19 supervivientes, sus familias, el dolor... todo! es lo que inspiraron esas líneas.
Y sigo sin palabras,y es que nos podía haber tocado a cualquiera, a cualquiera de los nuestros. Canarias es un destino muy común para pasar unas cortas vacaciones...
En fin, es la rabia, la impotencia, el miedo, la empatía con los demás, con los que están sufriendo... lo que me llevó a no "colgar" imagen alguna y a querer manifestar de algún modo mi solidaridad y mi pena.
Muxus!
BIBI:
Pues sí, la verdad que fue una tarde y una noche rara... se nos revolvió el cuerpo entero, yo ni sé la de manazanillas que me tomé!
Todas las televisiones, las radios dando lo mismo... y sin que hubiera cifras concretas y oficiales...!
una pasada!
Muxus!
LOBADIZ:
Sentido sí, es que esra lo que me salía, esas "no palabras".
Lo que sí me salen son las lagrimillas que asoman y no se atreven a romper... y es que te pones en el lugar de esa pobregente y...
Un abrazote!
CECY:
Gracias por ese abarzo enorme y tan cálido, como sólo tú sabes mandarlos!
Un beso enorme, amiga!
Gracias de nuevo!
oh, Edurne, qué pena ese estado de ánimo!!!! Una vez me quedé sin palabras y no pude hablar, atravesada por la emoción, sólo una vez en la vida, y tiemblo al recordarla.
ADRANA:
Las emociones nos pueden trastocar enteros.
la catástrofe aérea de Barajas el pasado miñércoles fue uno de esos momentos... Y hoy, casualidad, veo en la televisión, oigo en la radio, que otra catástrofe similar ha ocurrido en una de esas repúblicas asiáticas y ex soviéticas de nombre difícil... Por qué se pone de acuerdo el destino para sacudirnos tan seguido y parecido?
Es verdad, Edurne, cuando nos cambia la vida en un abrir y acerar de ojos nos quedamos sin palabras... ¿Qué vamos a decir?
Un saludo.
FERNANDO:
Pues sí, así es la vida, y fíjate, hoy los 25 años de las inundaciones!
saluditos.
Pues eso, que sin palabras. A veces las palabras más bien sobran. Así que no me extiendo más.
A veces las palabras están de más, están ocultas, avergonzadas, llorosas, miedosas... a veces las palabras se niegan a decir nada, porque no hay nada que decir...
Entonces, mejor callar.
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