lunes, 25 de abril de 2011

DOS ERAN DOS (II)




—Oye, Carmen, ¿me puedes mirar un poco a ver si tengo algo en el ojo? Es que llevo toda la mañana con una molestia…

—A ver, déjame. Abre bien el ojo. Pero… ¡déjame, no cierres el párpado, que así no veo nada!

—¡Ay, es que me molesta! ¿No ves que no puedo abrirlo del todo?

—Desde luego… eres un quejica. Quita el dedo, que así no hay forma. ¿Dónde te molesta, en el lagrimal?

—Bueno… no exactamente, no sabría decir, porque me molesta toda la zona.

—Mira, es que aquí, justo en el borde, donde nacen las pestañitas de abajo y el lagrimal, tienes un mini granito, como un pequeño orzuelo, y claro, seguro que te parece que tienes una montaña, ¿a que sí?

—Una montaña no, ¡la cordillera del Himalaya entera! ¡Y me molesta como no veas!

—¡No, si ver, ya veo, no paras de quejarte desde que has llegado a casa! Voy a buscar en el armarito de las medicinas a ver si hay un colirio de esos neutros, que algo te hará, digo yo, al menos calmarte.

—Y si no, me lo puedo lavar con manzanilla, que mi madre siempre ha dicho que la manzanilla es muy buena, además de calmar, es astringente, o sea, que seguro que me lo va reduciendo…

—Bueno, pues si lo dice tu madre, fuera colirio, hacemos una infusión de manzanilla y hala, ¡te aclaramos la vista de paso!

—Oye, ¿no estarás diciendo lo de la manzanilla con doble intención, no?

—¿Quién, yo? Para nada; lo que pasa es que tú eres muy susceptible con las cosas de tu madre… ¡Y con la manzanilla, claro!

—¡Ya estamos!

—¡Que noooo, que no, Juanito, que no lo digo en ningún tonillo especial! ¡No estés siempre con el hacha en alto, caramba! Venga, toma, aquí tienes tu manzanilla… Pero espera un poco a que se enfríe…

—¡Bueno, gracias! Oye, que lo del colirio también es buena idea, pero me parece que la manzanilla me va a aliviar más, es que a mi madre siempre le ha dado muy buen resultado.

—¡Qué sí, Juan, que sí, que seguro que sí…! Anda, calla ya y ve a lavarte el ojo.

—¡Ya, ya voy, mujer, tranquila, que todavía está muy caliente!

—¡Pues sopla para que se enfríe antes!

—¡Pero mira que eres brusca y cagaprisas… ya voy, ya voy! Y, estoooo… ¿me puedes dar un beso?

—¡Ven aquí, mimoso! ¡Hala, toma, uno y dos!

—¡Gracias, cari!

—¡De nada, guapo! (¡Uf, qué hombre, por Dios!)





Pintura: Antonio Texto: Edurne

19 comentarios:

Edurne dijo...

Mi intención, con estos diálogos a dos no es continuar el conflicto, sino presentar escenas cotidianas, nada más... La resolución del problema queda para nuestra imaginación,o en su caso para la intimidad de estos dos personajes de ficción, pero... tan reales!

Un abrazo a todo el mundo!
;)

Francisco Espada dijo...

¡Genial, Edurne! Si tuviera acotaciones escénicas sería una página arrancada de una comedia costumbrista.

Edurne dijo...

FRANCISCO:
No te creas, Francisco, que tentada estaba yo de ponerles acotaciones escénicas a estos diálogos... pero imagino que cada cual lo visionará y entonará tal como es!

Gracias, amigo!

Besotes
;)

TORO SALVAJE dijo...

El niño se casó.
Pero sigue siendo un niño.

Besos.

Steki dijo...

Jajaja, qué bueno, Edurne! Un diálogo bien cotidiano. Me encantó.
Un beso grande, orillera querida!

A.K.E. dijo...

Relato de la vida misma, los consejos de la madre siempre presentes para bien o para mal.

Un beso.

Javier dijo...

Me ha encantado el dialogo, haz más.
Es alegre, real, con un ligero sarcasmo y lleno de ternura.
Quizás el colirio sería más efectivo, pero.....¿cómo poner en tela de juicio las costumbres de mamá?

Saludos y gracias por haberme arrancado sonrisas.

Miguel Baquero dijo...

Muy bien contada esa escena cotidiana, aunque es verdad que entre el colirio y la manzanilla ninguno de los dos lleva razón, pero está muy bien esa escena

Asun dijo...

¿No será que el orzuelo le ha salido por ir a casa de su madre? :-)

Besos

Antorelo dijo...

Muy bien expuesta y relatada la situación. Me gustan los finales abiertos para poder crear un desenlace a gusto del lector.
Besos

Edurne dijo...

TORO:
Hay mucho niño sueñto pr ahí...

Petons!
;)

STEKI:
sabes, andaba yoleyéndote cuando tú estabas chapoteando, porque justo al volver de tu casa, zas, te encontré aquí! Yo iba con prisa, así que luego, en cuanto cene (me muero del hambre9 vuelvo para allá...

Me alegra mucho que te haya gustado el diálogo y que lo hayas encontrado tan cotidiano!

Molts petonets, maca!
;)

A.K.E:
Ay, las madres... es que madre no hay más que una, ya se sabe!

besos!
;)

Edurne dijo...

JAVIER:
Huy, Pues yo encantada de que te haya gustado, de que te haya arrancado unas sonrisitas...
No te preocupes, tengo intención de seguir con estas escenas de a dos.

Un petó!
;)

MIGUEL:
Gracias, maestro!

Jajajaja, cualquiera sabe: colirio, manzanilla?

Un abrazote!
;)

ASUN:
A que sí, a que va a ser eso!
;)

Muxutxuak!

ANTORELO:
Claro que al dejar el final abierto, nos da más posibilidades de imaginar lo que ocurrió...

Gracias y encantada de que te guste!

Un abrazote!
;)

Ojosnegros dijo...

Como para no darle un beso, o tres ,o los que hagan falta.
Me quedo con el final, mimosillo...
Besos.

Edurne dijo...

OJOSNEGROS:
Eso, o los que hagan falta...!
;)

Besos, guapa!

Cristina dijo...

¡¡¡Y tánto que son reales Edurne !!!
Ni colirio ni manzanilla opto por el laser ....
Edurnilla hija ahora te tengo que buscar que se me han borrado los blogs y mi hija no me ha metido todos y a mi se me resiste el tema pero ¡¡¡¡pienso seguir leyendote!!!

Betty dijo...

hola amiga!!
pues si que es algo cotidiano, el diálogo que puede tener cualquiera de nosotros
ahora, el orzuelo se cura pasando un anillo de oro calentito sobre él, frotas bien el anillo y luego lo pasas, bueno, al menos eso vengo escuchando desde siempre,de boca de mi madre...jajaja
beso grande!!!!

Mar dijo...

¡Qué cosa más simpática de diálogo!... Es genial, Edurne...

¿Por qué estará siempre la "suegra" en medio?...

Me reí mucho con la frase de que con la manzanilla... ¡te aclaramos la vista de paso!... ¡qué bueno!... jajaja

Besos.

PD. ¿Cagaprisas?... jajaja... Nunca había oído esa expresión...

Tristancio dijo...

Muy bueno, fluye como el río. Con lo que me cuesta a mí escribir diálogos. Hasta dan ganas de actuarlo.

Te dejo mi abrazo. Espero que no me eches mucho de menos :), es que paso menos por tu orilla, porque estoy de correcciones hasta el cuello mismo. Tú, como profesora, entenderás a este agobiado profesor (o pobresor, como decimos acá).

Edurne dijo...

CRIS:
Rela real... ya lo creo! vaya,usted como beuena sanitaria, barre p'casa, jejejeje!

Nada, que si buscas la orilla, seguro que la encuentras!
Yo tengo que ir a comprar huevos luego...
;)

Besillos!

BETTY:
Jajajaja, pues se lo diremos a ver si así ayuda a que desaparezca antes elorzuelo de marras!

Gracias por el chapoteo, me hace ilusión verte d enuevo por aquí!

Besos!
;)

MAR:
Ágil, como suelen ser estas situaciones.
Gracias!

No habías oído "cagaprisas"? Bueno, pues ahora ya la conoces y la puedes usar!

La manzanilla aclara la vista y mucho más! Jajajajaja!

Un besote!
;)

TRISTANCIO:
Amigo mío! Claro que te echo en falta, por aquí, por tus recovecos, que tanto recoveco...

El diálogo es como para escenificarlo, sí, no hay más que cerrar los ojos y zas, verlo tal cual!
;)

Comprendo, me solidarizo contigo en cuanto al asunto corrector. HORROREUR!
Ya he estado así hace un poco, y me tocará otra vez enseguida! Socorrooo!
Bueno, pues que le sea leve, caballero!
Y ánimo!

Un super abrazote!
;)