A ti:
Hoy no hace falta que te nombre, porque ya sabes que eres tú quien recibirá mis letras, mis reproches, mis dudas, y, tal vez, mis felicitaciones.
Hace mucho que pienso en escribirte, hace mucho que ando buscando las palabras, los puntos y hasta las comas. Hace mucho, pero nunca encuentro el momento.
Hoy he decidido pararme conmigo misma, mirarme en el espejo y decirme esas cuatro cosas que van dirigidas a ti.
Tenerte en usufructo desde hace cincuenta años y... es una gran carga, no vayas a pensar que no, que no todo es coser y cantar. Que me has dado mucha guerra, me has plantado cara más de una vez, y siempre has salido victoriosa, ¡puñetera!
Sí, ya sé que la culpa no es tuya, que es la vida la causante de todo. Tú no querías venir, y yo estaba totalmente ajena al negocio, me llamaron y vine… y tú, conmigo, vamos, que venías en el lote.
Hablaba de felicitaciones; sí, claro, también tengo felicitaciones por ahí guardadas. Y es que el orgullo que sentimos a veces por las cosas bien hechas, las situaciones bien resueltas, es como ese orgullo de madre, de padre, por los hijos. Y tú, en el fondo, eres como esa hija secreta que nadie conoce, nadie más que yo.
Reconozco que me has costado lágrimas, amarguras, que me he sentido atrapada como en una telaraña, entre tus redes, pero que también has hecho que pueda dormir tranquila la mayoría de las noches de mi vida.
Aunque también tengo que preguntarte por qué has sido tan dura conmigo, por qué te has empeñado desde el principio en que mi camino fuera siempre recto, sin oscuros recovecos donde perderme distraídamente… Sí, ya, ya sé lo que me vas a contestar: que esa era, es, tu misión, que eres como mi ángel guía, una conciencia férrea, a prueba de bombas.
Hala, ya puedes colgarme todas las medallas que quieras, seguro que hasta me las merezco, pero deja que proteste un poquito, que me permita una pataleta de niña… No tendrás quejas de mí, ¿verdad? Siempre me he portado como querías, casi no he discutido tus mandatos, he escuchado tus consejos, he sido lo más buena que he podido.
Claro que he tenido dudas, sigo teniendo dudas muchas veces, pero ya me he acostumbrado a ellas (menos mal que vine a este mundo con una buena dosis de paciencia, de empatía…), y por eso puedo sobrellevar mejor todas las pruebas a las que me sometes.
Mi querida Conciencia, en el fondo estoy encantada de tenerte como compañera de camino, pero, por favor, relájate alguna vez, que ya me he aprendido las lecciones, que ya soy mayorcita… ¿no ves que es muy difícil que a estas alturas me descuide? Podrías tomarte unas pequeñas vacaciones, no sé, tal vez a la playa, creo que el mar hace milagros. Espero que ahora seas tú la que te dejes aconsejar…Tú vas, disfrutas y luego... luego ya vuelves y me cuentas.
Tuya, afectísima…
El cuerpo en el que habitas.
Dibujo: Aitor Texto: Edurne
25 comentarios:
La conciencia es muy puñetera, por lo menos la mía, no se calla nunca y tampoco se va de vacaciones :)
Un beso
Tu crees que la conciencia envejece con los humanos?
Para mí que no.
Está radiante siempre.
Besos.
Por eso hay que ser buena gente, y esa espada de Damocles tenerla siempre levantada, vigilante a que no te tuerzas ni un ápice jeje.
Que mala es... cuando no la tienes en paz dentro de tí.
Un abrazo guapa precioso relato!
La conciencia es muy importante en el ser humano, pero conviene saber que la conciencia no tiene medida, ni niveles que podamos evaluar.
Lo primero que debemos de saber, es sobre nosotros. Debemos de conocernos bien y querernos mucho y solo entonces será cuando no seremos capaces de engañarnos a nosotros mismos, por lo tanto no nos mentiremos nunca y aquí empezamos a llamarle "Conciencia", cuando simplemente es que nos queramos y no seamos capaces de engañemos nosotros mismos.
Para conseguir esto debemos de tener varias horas de meditación a la semana en completa soledad y hacer un examen de esa conciencia muy continuado.
No quiero liarme mas, pero se lo que digo, quizá no sepa explicarlo.
Un abrazo amiga y perdona mi rollo.
Sabes que me gusta mucho, el dibujo? esta tela de araña en la que nuestra conciencia queda presa. Y qué quieres que te diga: a pesar de los pesares, yo diría que mejor así (aunque sí, unas vacaciones, cortitas, como una escapada de ida y vuelta, seguro que estarían muy bien...)
Küsse, que es muxuak en teutón :)
A veces nos empuja, otras nos limita, nos quita el sueño y hasta nos tranquiliza.
No es mala compañera.
Besos.
Mientras la leía me iba acordando, es encantadora esa carta a la propia conciencia, ingobernable.
Un beso grande Orillera.
Vamos como Pepito grillo, que aunque nos fastidie es buena compañera.
MUXUS.
ES nuestra, de cada uno, y hay que tenerla contenta, si.
Abrazo. Jabo
Si quieres tener salud escucha a tu cuerpo y dale un respiro...
Escrito original, pensé que tenías una gemela...
Besos
Que tu voz nunca calle lo que tu alma o tu conciencia tengan que decir porque sino algún día será tu cuerpo el que gritará.
Un abrazo.
Ay, Edurne, qué identificada me siento! Yo también escucho a mi conciencia, y la muy pilla siempre trata de ser justa y honesta contra viento y marea... así que nada, le agradezco pero me agoto a veces... Prefiero tenerla ahí como una vocecita interna casi permanente, a no tenerla... sí, prefiero ser como soy.
Un gran saludo!
Ese otro yo que habita en nuestro interior suele ser implacable, por eso, es preciso jugar un poquito con él o con ella y hacer de vez en cuando lo contrario a lo que nos aconseja, pues si siemre le hacemos caso para que nos sirve entonces nuestro criterio propio?.
Magifica carta a tu conciencia Edurne, como todo lo que escribes, perfecto.
Un beso
ÁNGELES:
La verdad es que casi mejor que no se vaya ni de vacaciones...!
Besitos!
;)
TORO:
La conciencia siempre está jove, fresca y descarada...
La de algunos, porque hay otros que ni saben lo que es la conciencia!
Petons!
;)
BERTHA:
Ella sabe muy bien cómo apretarnos las tuercas.
Mejor tenerla tranquila, es verdad.
Un besote!
;)
VICENTE:
Primero, agradecerte tu chapoteo por esta Orilla.
Y después, pasar a darte la razón en lo que has comentado, pero claro, en estos tiempos en los que vivimos, es más que fácil que algunos hayan perdido su propia conciencia por el camino...
Yo a la mía, nunca la pierdo de vista, ni ella a mí!
Un abrazo!
;)
FERRAN:
La conciencia presa en esa tela de araña, o nosotros presos en ella, en la conciencia...
Mejor, sí, mejor que no se nos escape, un poco de relajo no viene mal, pero sólo un poco! Jejejeje!
Petons, muxuak, küsse!
:)
ELENA:
Mejor tenerla a ella antes que nada, está más que claro!
Yo a la mía la quiero mucho, aunque de vez en cuando me tenga que enfadar un poco y pedirle una tregua, pequeñita...
Besotes, guapa!
;)
CECY:
Sí, tú ya la leíste y comentaste en su momento...
Es cierto que es una ingobernable, jejejeje!
Pero, qué bien que esté con nosotros!
Besitos,linda!
;)
FERNANDO:
Eso es, y nosotros como un Pinocho cualquiera, tranquilos porque la tenemos a ella!
Besarkada bat!
;)
JABO:
Y si no la contentamos, vaya un jaleo que monta en el patio de nuestros sentimientos!
Un abrazo!
;)
GÓMEZ:
Es que ella es como nuestra gemela, es nuestra segunda piel...
Un besote!
;)
A.K.E:
Tienes razón, todo lo que llevamos dentro, sale, y depende de lo que sea y cómo sea... así lo mostramos!
Un abrazo!
;)
IRANTZU:
Eso es lo importante, sentirse bien con ella, que es lo mismo que sentirse bien con nosotros mismos.
Si está ahí,mejor que siga estando!
Muxuak!
;)
NERIM:
La conciencia nos deja que juguemos un poco con ella, pero yo creo que sólo un poco, porque enseguida reclama su ración y ahí...
Eskerrik asko!
Muxuak!
;)
Así sucede, querida Edurne. Somos dos en uno y necesitamos dialogar para llegar a un buen entendimiento. Los silencios son como distancias kilométricas que, de prolongarse, termina por hacernos desconocidos para nosotros mismos. Es importante un equilibrio; también un Pedrito Grillo todo el día con la cantinela termina siendo fastidioso, ¿no crees?
Ya nos contarás cuando regrese qué tal le fue en vacaciones, si es que se aleja de ti. ¡Eres genial! Besos
Joé que bueno Edurne
La mia a veces se va de Finde ( o se esconde cerca y hace que se ha ido pero ¡Chas! Aparece a mi lado)
Superyo
FRNCISCO:
Que nada, que no hay forma d econvencerla, que dice que está tan bien y calentita conmigo, que no le hacen falta vacaciones ni asuetos...!
Pepito Grillo se frota las manos! ;)
Besos y gracias mil!
CRISTINA!
Lo último me ha salido cantando, y es que Alex y Cristina con aquella canción nos dejaron "impreso" el "Chas, y aparezce/aparezco a tu lado!"
Ya ves, hay que alimentarla a la señorita Conciencia!
besitos!
BELIDOR:
Socorro, que viene don Sigmund a psicoanalizarnos!
Mi Superyo se acaba de esconder, no vaya ser que lo encuentren...
;)
Edurne, has estado inspirada realmente y me siento identificada porque yo también soy como muy responsable. Demasiado. Y una se cansa de ser tan buena nena. Pero nunca es tarde, ahora soy un poco rebelde, pero sólo a veces.
¡¡¡Muxuak!!!
IDOIA:
"Nunaca es tarde si la rebeldía es buena".
Jejejeje!
Muxutxuak!
;)
Dialogar con la propia conciencia es algo muy saludable...
Besos
MYRIAM:
Saludable y necesario!
Besos!
;)
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