Estaba el Señor Don Gato
sentadito en su tejado,
marramiau, miau, miau,
sentadito en su tejado.
Ha recibido una carta
por si quiere ser casado,
marramiau, miau, miau, miau,
por si quiere ser casado.
Con una gatita blanca
sobrina de un gato pardo,
marramiau, miau, miau, miau,
sobrina de un gato pardo.
El gato por ir a verla
se ha caído del tejado,
marramiau, miau, miau, miau,
se ha caído del tejado.
Se ha roto seis costillas
el espinazo y el rabo,
marramiau, miau, miau, miau,
el espinazo y el rabo.
Ya lo llevan a enterrar
por la calle del pescado,
marramiau, miau, miau, miau,
por la calle del pescado.
Al olor de las sardinas
el gato ha resucitado,
marramiau, miau, miau, miau,
el gato ha resucitado.
Por eso dice la gente
siete vidas tiene un gato,
marramiau, miau, miau, miau,
siete vidas tiene un gato.
LUKAS
Aquí estoy, como el gato de la cancioncilla, aunque no sé si me llegará la ocasión de ser casado con alguna gatita blanca, parda, negra o colorada…
Les cuento. Me llamo Lukas, bueno, me llaman Lukas, y soy un superagente secreto de la RIGA (Red Internacional Gatuna). Esto, que quede entre nosotros, así, en petit comité, porque aquí, donde me he establecido desde hace un tiempo ya, nadie sabe de dónde vengo, y mucho menos a dónde voy; estoy aquí y aquí seguiré por… no sé muy bien cuánto más, así que mejor dejémoslo estar.
Llegué hace tiempo, como ya les he dicho, haciéndome un poco el longuis. También es cierto que yo era más joven e inexperto en esto de vivir bajo la custodia de alguien, por lo que me dejé “atrapar” por el cariño, la compañía y la buena vida.
Y es que han de saber ustedes que en este sitio, un paraíso para mí, la vida se entiende de diferente forma, es más, la vida viene a rendirte cuentas y tú, le cobras las rentas. Soy libre de entrar, salir, maullar o estar en silencio todo lo que me dé la gana. Nadie pone cortapisas a mis ganas de esparcimiento, a mis escapadas, a mis refunfuñes… soy feliz. Sí, tal vez ésa sea la mejor definición que se me puede aplicar en estos momentos, dulces momentos de mi vida.
Soy un gato joven, estoy bien alimentado, me mantengo fuerte porque hago ejercicio y, además en este lugar el aire es puro y sin contaminación. El verdor y la calma del entorno invitan a no marcharse.
Cuando aparecí, cautivé desde el primer momento a mi dueño, bueno, amo, dueño no son acepciones que me gusten especialmente, así que diremos a mi amigo, a mi protector, mi mecenas —ésas serían las palabras más adecuadas—, y yo, sinceramente, también me dejé querer, para qué vamos a contar otra cosa. Venía cansado, desorientado…
Al nacer con las características de gato superagente como yo, la vida ya te pone obligaciones muy serias desde los primeros días. Y yo no fui una excepción. Me separaron enseguida de la camada y de mi madre, lo cual sentí infinitamente (estuve maullando desconsoladamente durante muchos días y muchas noches) pues mi madre era una gata de lo más maternal, nos lamía constantemente y no ponía obstáculo alguno a que quisiéramos mamar cada dos por tres, y eso que nos peleábamos sin cesar entre nosotros… Pero a los pocos días, como ya digo, me apartaron de la que podía haber sido una vida tranquila y sin problema alguno, para llevarme a la Central de Inteligencia de la RIGA.
“Baby Cat 007”. Ése es mi verdadero nombre, y sí, ya sé que le buscarán similitudes con otro famoso 007 que anda por ahí, pero no, el auténtico 007, el de los gatos, soy yo. Es más, les diré que llevar el sobrenombre de 007 es signo de excelencia, muy pocos gatos han podido presumir de ser 007. Nosotros, los elegidos, aprendemos muy rápido todos los recovecos de esta vida de riesgo gatuno; y como consecuencia de ser poseedores de una inteligencia especial nos encomiendan misiones por todo el planeta en menos que canta un gallo, tan espabilados somos…
Como seguramente habrán supuesto, aterricé por aquí en una de esas misiones. No sé exactamente qué es lo que ocurrió pero uno de mis contactos no se presentó a la cita y claro, al encontrarme en un lugar extraño, donde no conocía la lengua —ahora sí—, y con el hambre que tenía después de horas y horas de trotar de acá para allá… pues eso, que me vieron, debí de inspirar lástima, ternura, no sé, porque, está mal que lo diga, pero soy un gato muy cariñoso, sé poner ojitos de camelador, maullar dulcemente, acercarme con cautela, echar miraditas tímidas… El caso es que fue un flechazo “humano-gatuno”, y como no tenía nada mejor que hacer en ese momento, necesitaba reponer fuerzas, comer, descansar y después pensar… vamos, ¡que me dejé llevar!
Ya les digo, “jaun ta jabe”, o lo que es lo mismo, dueño y señor de todo este entorno. Hago y deshago a mi antojo. Hay más felinos por los alrededores y que tienen su domicilio fiscal en este caserío, pero el jefe, el favorito, el valido, soy yo. No tengo miedo a que me derroque nadie, los demás gatos son más..., cómo diría yo, más primarios, lo único que necesitan es satisfacer sus necesidades más perentorias y listo. En cambio yo, que soy un gato inteligente, que tengo formación, que derrocho astucia y simpatía, que me intereso por el mundo… tengo un don especial, y eso es lo que conquista a las personas y a los animales que me rodean.
Sin ir más lejos, les diré que tengo estudios universitarios y porque no admitían gatos en el examen, pero me estudié todo el temario de la oposición de mi mentor, y habría sacado el número uno de la promoción de no haber sido discriminado a causa de mi raza, segurísimo. Es más, me atrevería a afirmar que sin mí, él no las habría aprobado. Me subía en su hombro y le iba repitiendo, con suaves maullidos, todos los temas, para que se le quedaran mejor grabados, y de paso, al que se le incrustaron en el cerebro fue a mí.
Y es que, claro, a estos humanos hay que entenderlos, hay que saber tratarlos, ellos piensan que es al revés, pero no… Y con este amigo mío, la verdad es que tenemos unos momentos muy nuestros, de esos que sin hablar, te entiendes, aquí los dos, después de cenar, con un purito, un pacharán, un runrún… ¡Como Dios, que se vive como Dios!
Yo estaba muy tranquilo en este “dolce far niente” hasta que el otro día me llevé un susto de muerte. Nosotros, los 007 tenemos como misión observar e informar de los movimientos de nuestros congéneres por todo el mundo, reportar cada poco para saber cómo se desarrolla nuestra vida en general en cada sitio y la nuestra propia como agentes secretos… Evidentemente, a mí se me olvidó lo de reportar. ¡Me dirán ustedes si no se me iba a olvidar con semejante vida relajada que estaba disfrutando! Pero, me encontraron, ¡el otro día me encontraron!
Los Supergatos, nuestros altos mandos, tienen la facultad de transformarse por unas horas en otros, en este caso, una de esas gatas súper (lo digo por dos razones, porque la gata en cuestión está súper y porque además es Supergata…) dio conmigo, aquí, dentro mi hábitat cotidiano. Se presentó transformada en una humana más o menos agraciada, de melena rubia y ojos verdes cantarines, por eso la reconocí, por los ojos… ¡y porque no callaba! Pasada la primera impresión y como noté su alegría al verme (la muy ladina hacía como que me acababa de conocer, muy contenta ella…) me acerqué y di unas cuantas vueltas a su alrededor emitiendo maullidos en clave, no había problema con nuestro amigo, porque la Supergata se presentó allí como amiga de él también, así que no podía entender nada de lo que maullaba-hablaba yo y ella me contestaba con sus caricias, también en clave, en mi lomo…
Tenía que reportar. Tenía que hacerlo o caería en desgracia, eso me dijo. Le conté, con la premura del momento, la confusión al encontrarla allí y con todo el disimulo del que fui capaz, mi aventura y mi nueva vida, y que no me consideraran un traidor, pero que había perdido un poco el norte, trastornado por la vida plácida y sin responsabilidades…
Ya sospechaba yo que a esta Supergata le caía bien. Lo digo por lo que me propuso. Se prestó a hablar en mi favor al Alto Mando de la Inteligencia Gatuna, y comentarles que sí, que me había encontrado pero que no había podido dar señales de vida pues pasé una larguísima temporada en un tris de agotar mi séptima y última vida —y que no era plan de perderla—, que me había rescatado un humano, el cual ignoraba todo sobre mí, y que todavía no estaba en condiciones de investigar ni hacer trabajo de campo alguno… Pero que ella, me había facilitado unas nuevas coordenadas para poder contactar con la Central, para que, en cuanto estuviera listo, pudiera dar mi reporte.
Al poco, aludiendo un compromiso en otro lado, se despidió con un “Agur, txikito, ya volveremos a vernos!” (me di cuenta de que también había asimilado la lengua de los lugareños, es que los gatos especiales tenemos una capacidad innata para los idiomas), y se marchó dejándome con un par de narices, mareado por el susto y por su verbo incesante. ¡Me guiñó un ojo y todo, así que me quedé más confundido todavía! Imaginé que tenía prisa por llegar a algún lugar apartado y volver a su ser natural de gata, el tiempo se le estaba agotando…
Al poco, aludiendo un compromiso en otro lado, se despidió con un “Agur, txikito, ya volveremos a vernos!” (me di cuenta de que también había asimilado la lengua de los lugareños, es que los gatos especiales tenemos una capacidad innata para los idiomas), y se marchó dejándome con un par de narices, mareado por el susto y por su verbo incesante. ¡Me guiñó un ojo y todo, así que me quedé más confundido todavía! Imaginé que tenía prisa por llegar a algún lugar apartado y volver a su ser natural de gata, el tiempo se le estaba agotando…
Y mi amigo, que es un buen tío, sí, pero que no se entera de mucho, la verdad, porque sino… digo yo que algo raro tendría que haber notado entre la Supergata (claro que para él no era una Supergata, era una amiga suya), y yo, su Lukas, compañero de pacharanes… ¡No, decididamente, estos humanos tienen otras cosas en la cabeza!
Dejo escrita mi historia por si las moscas, que nunca se sabe lo que puede ocurrir. Yo esperaré un tiempo prudencial y después de cerciorarme bien, pero bien bien, de cómo funciona y piensa toda la comunidad gatuna de estas tierras (aunque una idea ya tengo), entonces, ya veré si reporto o no reporto. De momento, yo a lo mío, ¡a la buena vida! Y no me importaría que volviera por aquí la Supergata, ya le contaría otra milonga… terminaría creyéndosela, ¡seguro!
Fotos: Asier Gato: Lukas, el amigo de Asier texto: Edurne (Dedicado a Lukas y Asier). Canción: Popular infantil.
15 comentarios:
Las gatas también hablan sin parar???
Dios que cruz!!!
Besos.
¡jajajajajaja! y ni veas el comentario que TORO puso en mis patos, si quieres darte una voltereta por mi Blog Edurne, pero no te lo lleves a Lukas que por ahi se los come....
Divertida la canción gatuna y el relato pasa a engrosar las filas de los archivos de AGS (agencia gatuna secreta Riga y etc)
Besos
Que se ande con pies de plomo...es que los enamoramientos no conocen de sexo, raza, cultura, nada de nada, como te pique el "bixo" ya está...
No continua? jajajaja....Con lo interesante que es la historia de Lukas!
Un abrazo feliz semana Edurne:)
TORO:
Por lo general todas las hembras, unas más que otras... Y algún que otro especímen del género masculino que no se queda a la zaga!
No hay otra que aguantar!
Petons, maco!
:)
MYRIAM:
Ayer me di una vuelta por tu estanque y ya me reí con el comentario de Toro... Yo no tendría demasiado problema, no me gustan los restaurantes chinos...
Besotes!
;)
BERTHA:
Pues sí que podíamos inventarle más historietas a Lukas... ya veremos, que lo mismo él no está dispuesto y ha decidido retirarse definitivamente de la vida de superagente secreto...!
Un abrazote!
Y feliz semana para ti también!
;)
Creo que Lukas no se debería confíar, es muy fácil acostumbrarse a la buena vida, pero no tan fácil hacerlo a la mala.
Y ya se sabe, una hembra, en este caso gata, nunca se sabe de qué pie cojea, en cualquier momento lo puede traicionar.
Lo mejor, un gato hablando euskera.
Un beso Edurne.
Así que “jaun ta jabe”. Tú sí que me cautivas a mí con tu forma tan directa, tan coloquial y cuidada de decir. En encanta lo que dices y cómo lo dices, bilbainica. Eres un amor de persona y no me reprimo de decírtelo.
Un abrazo.
Al momento de abrir tu blog y salir la foto del gato, mi hija de seis años se ha puesto a leer, a la primera frase ya se ha puesto a cantar la canción que es una de sus preferidas. Me lo estoy pasando pipa.
ELENA:
No me extraña que se esté haciendo el loco, cualquiera vuelve a pasar los riesgos de un superagente secreto!
Jajajaja!
En cuanto a la Supergata, no sé, a mí me da que es de fiar...
Este gato es políglota, ya te digo!
Un besote!
;)
FRANCISCO:
Jajajajaja!
Antes de que se me olvide, hoy he pasado por Zarautz, camino de Donosti con la santa Infancia, y me he acordado de vos, caballero!
Bueno, y ahora vamos al gato!
Un gato muy inteligente, está visto. Éste ha entendido la esencia de la vida misma, y lo está aprovechando a tope!
Eskerrik asko por tus palabras tan cariñosas, de verdad!
Un abrazote!
;)
RUBÉN:
Tu bichita es muy guapa, y muy lista, ya se le ve en los ojazos!
Es que esta cancioncilla no pasa de moda. A mí me gustaba mucho también de pequeña...
Así que te lo estás pasando pipa con las aventuras de Lukas! Ya me alegro!
Habrá que decirle que le está conociendo mucha gente, y que está haciendo amigos... seguro que se pone contento!
Un abrazote!
;)
Jajaaaaaaaa
Me has hecho pasar un buen rato Edurne ..
Eres muy buena ..
¡Para que a mi me interese la historia de un gato!
Jajaaaaaaaaa
CRISTINA:
Ésa era la intención: pasar un buen rato, y si lo he conseguido, mejor que mejor!
Y eso de que soy muy buena... mejor lo dejamos, yo me divierto escribiendo, nada más!
Las historias de los gatos, y los perros y demás animalillos, son de lo más interesantes; porque no les preguntamos que sino... ya verías la de cosas que nos contaban!
;)
Besotes, guapa!
;)
Edurne querida, mi gata Catalina quiere a ese gato de marido!
ella es así de linda, con ojos celestes de siamesa, pero asi, con ese pelo atigrado, precioso.
que linda que sos, Piba!
MIRALUNAS:
Bueno, podríamos ver de trasladar la petición formal de casamiento de Catalina a Lukas...
Los gatitos serían listísimos y guapísimos, seguro!
;)
Muxutxuak!
;)
Hola Edurne!
Venía picada por la curiosidad de saber si Lukas ya tiene compromiso jajaja.
Desearte un feliz finde:)
BERTHA:
Pues parece que de momento sólo hay una candidata: la bella Catalina...
Pero quién sabe, lo mismo le han echado el ojo por ahí y no se atreven a dar el paso...!
Jajajaja!
Feliz finde para ti también!
Un besote!
;)
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