Arañan con los dientes del desánimo
cualquier migaja que les echemos
porque la vida les ha robado hasta el aliento.
Mientras, nosotros
sacudimos nuestras sonrisas de beato,
y miramos a lo alto buscando el salvoconducto
que nos lleve directos al paraíso de los santos hipócritas.
Imagen: Internet
Texto: Edurne
7 comentarios:
No imaginas cómo te agradezco este texto tuyo, intenso, rotundo, como el látigo de Jesús a los mercaderes del templo.
Esta tarde, cuando suenen los clarines en la Maestranza, cuando la feria siendo un hervidero, estaré, estaremos asistiendo y enjugando las lágrimas de los empobrecidos: la mejor feria.
Besos
Breve, contundente y afilado como un cuchillo.
Un beso Edurne.
Ahí, ahí, sí señora, ahí les has dado. En el clavo, Edurne, y de qué manera.
Muxuak!
Breve, conciso, para qué más? Con las palabras justas para hacer pensar y mucho.
Un abrazo
FRANCISCO, ELENA, IDOIA, CHELO:
Lamentablemente, es el pan nuestro de cada día!
Gracias por vuestros chapoteos!
Besos y aplausos!
;)
¡Ya no necesitamos limosna, sino justicia social!
Besos.
¡Eso!
Pero... ¿Quién la ha visto, dónde está?
Seguiremos!
Besos!
;)
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