Estiro
los tiempos que me regalaste
al
alba de nuestro amor,
al
filo de los sentidos que
nacían
rasgando toda norma
de
prudencia y temor.
Elevo
el humo que desprende
esta
hoguera aún candente,
avivando
las brasas que,
temblorosas,
luchan por resurgir
entre
escombros y dolor.
Espero
a que el milagro se obre
dentro
de tu corazón,
a que
tu espíritu corra en pos
de la
estela que mis pasos
dejaron
en tu cielo, marcada sin pudor.
Foto y Texto: Edurne
4 comentarios:
Queremos estirar unos tiempos y encoger y hasta borrar otros, pero son esos tiempos pasados, todos ellos, los que nos han traído a nuestro hoy. Muy bello poema, Edurne.
Besos.
Pensamientos, es bueno recordar tiempos y momentos que han dejado una huella en nuestro paso pero...a veces es mejor no revolverlos:por el dolor que dejan.
El tiempo mi querida Edurne, ese testigo que siempre esta acechando.
Un abrazo.
Te ha salido muy bello, que lástima el regusto que deja el dolor.
Ojalá que de los rescoldos vuelvan a brotar llamas de viva vida.
Un fuerte abrazo Edurne.
PACO:
Los buenos tiempos siempre vienen a rescatarnos en momentos malos, por eso hay que guardarlos bien guardados, para estos otros en que la angustia nos cerca...
Besos y gracias!
;)
BERTHA:
Per a veces, esos tiempos pasados son los buenos...
En fin!
Besos!
;)
ISHTAR:
Yo también quiero que ese regusto a dolor desaparezca de mi paladar...
Eskerrik asko!
Muxuak ta besarkadak!
;)
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