Meto la mano en el bolsillo
interior derecho
de esta mañana
brumosa,
y me encuentro con
las estrellas de noches anteriores
acurrucadas entre
los pliegues del forro.
Están dormidas.
Me dan pena,
son como niñas
chicas.
Intento espabilarlas.
Solo consigo un poco
de polvo
impregnado de sueños
inconclusos,
lágrimas secas de
tanto esperar
la orden de salir a
escena,
sonrisas envueltas
en fina ironía,
recién llegadas del
departamento
de sonrisas olvidadas
y resentidas…
Ninguna entera,
ninguna que brille
con luz propia,
ninguna que sea solo
mía…
Las miro desde la
distancia,
no en vano llevo la
cabeza
sujeta con una
cuerda
trenzada de días
invisibles.
El helio me lleva de acá para allá,
embriagada de penas
rancias
al aroma de
conformidad incómoda
y persistente.
Tocan a diana,
y ni siquiera tengo
manta de la que
tirar.
La culpa es del
medio orfidal
que se adentró
anoche por mi canal sanguíneo,
que se distrajo
enredando por mis conexiones oníricas,
y que, al final,
se instaló
cómodamente
en las áreas de
descanso
de mi despistado
cerebro,
— las pobres,
ay, inesperadamente
alteradas
por un extraño
visitante—.
Prefiero mi insomnio
crónico,
el conocido,
el de ondas hertzianas
bajo la almohada,
con esas voces
moduladas y lejanas
que saben cómo
cantarme,
cómo contarme:
Tengo, tengo, tengo,
tú no tienes nada ,
tengo tres ovejas en una
cabaña…
Una,
dos
y tres.
Prefiero mi insomnio
de suspiros
y ayes sincronizados,
medidos y acompasados.
Hoy llevo los ojos
con limpiaparabrisas.
Trabajando a
destajo.
¿Será que todavía
estoy soñando ?
Imagen: Internet. Texto: Edurne
3 comentarios:
A veces la vida es un sueño permanente.
Besos.
Hermosas tus estrellas, siempre.
Besos, Edurne.
PEDRO, ABEJITA:
La vida es sueño y los sueños, sueños son...
A veces también son pesadillas, pero bueno, siempre que llueve escampa, ¡o eso dicen!
Las estrellas, ¡ay las estrellas!
Besos a ambos.
;)
Y gracias mil por vuestras visitas.
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