viernes, 20 de julio de 2007

AVE MARÍA PURÍSIMA...




Sin pecado concebida. Así reza el protocolo.

Porque habrán de saber ustedes, que nos encontramos ante un torno de los de convento de clausura de verdad.

¿Y si los tornos como éste, hablaran? ¡Ayyy, la de cosas que nos dirían!


Porque... vamos a ver, si pensamos un poco , lo primero que nos viene a la cabeza es el asunto de las criaturas abandonadas y depositadas en el torno de un convento, junto a una escueta nota, y en el mejor de los casos con una canastilla, alguna inicial bordada en sus ropitas, con un nombre en concreto...

Hijos de un desliz que nunca debió ocurrir. Hijos del pecado, que se diría en tiempos pretéritos. En todo caso, hijos del amor, de la pasión... Aunque sí, me corregirán ustedes, y con toda la razón, también podían ser hijos de algún acto indebido. Y no quiero ser más explícita, que al buen entendedor... pocas palabras.


También nos viene a la cabeza la ofrenda de huevos (en este caso, a las Clarisas), por lo de que haga buen tiempo, que luzca el sol, y que la santa interceda ante el Altísimo, en la fecha pedida: bodas, bautizos, comuniones...

Pero de estas historias meteorológicas, me parece a mí que... que no hay nada que hacer.


Y otras cosas que se pueden dejar en un torno: dulces, cartas, ropa, comida....

Por un lado se deposita, por el otro se recoge. El mecanismo es bien sencillo. Intercambio. Y el torno es el medio de comunicación entre los y las de Intramuros y Extramuros.

Dos mundos.


La foto me la ha prestado la Hermana Tornera de mi convento, toda ufana ella por haber conseguido plasmar con un artilugio poco menos que diabólico, la magia de esa vía de comunicación hacia la paz de nuestras vidas de "ora et labora".


Seguro que se nos ocurren historias para contar, historias cuyo protagonista sea un torno...

Yo tengo una, cualquier día de estos la cuelgo en este escaparate, aunque muchos ya la conozcan.


¿Qué estará ocurriendo ahora en este torno, por ejemplo?
Con Dios, hermanos.
Foto: Ana

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, por Dios, cómo han cambiado los tiempos! Si nadie se asoma por este humilde torno en busca de auxilio, de paz, de consejo...
Cómo está la juventud de hoy en día, toda alocada! Tanto que no tienen ni tiempo para pararse a mirar. Ni para curiosear, cuchichear, o cotillear tienen tiempo!
Ay Jesús, María ta José!

Anónimo dijo...

los tornos, las torneras, las clausuras... todo ese extramundo me suena bastante terrorífico, me suena a oscuro, a pecado, a flagelos, a culpas. Los recogimientos a prohibiciones, el orden a disciplina... En fin, al quien le vaya el rollo adelante,yo llamaré a merilu y os esperaremos en la playa tomando el sol.

Anónimo dijo...

Bueno, que también hay aleluyas, risas, pollito al ajillo, pan de ángel, cuajadita casera... yemas de Santa Clara!

Y hablando de Merilu, pues no, que está por tierras del Mío Cid, disfrutando del veranito hasta la casi última semanita de este mes agosteño, que me manda muchos recuerdos y abrazos para todos y todas.